Lozano, vergüenza de senador
¬ Juan Manuel Magaña miércoles 23, Abr 2014Política Spot
Juan Manuel Magaña
La vergonzosa derrota en el Senado del panista Javier Lozano anticipa la derrota del proyecto de leyes secundarias en materia de telecomunicaciones y radiodifusión presentado por el Ejecutivo.
Los legisladores del PRD, PT e incluso del PAN ni siquiera tuvieron que cuestionar el fondo de lo que se proponía Lozano para, al final, ponerlo en su lugar.
Y la verdad es que no recuerdo haber visto a un senador pasar tanta vergüenza.
Lo que Lozano quería era presentar un proyecto de dictamen de las leyes secundarias en telecomunicaciones y radiodifusión que no sólo mantenía la mayor parte de las violaciones constitucionales de la desaseada propuesta en la materia enviada por el Ejecutivo. El problema era que él formó parte de quienes lo redactaron y estaba en evidente conflicto de interés.
Lo que Lozano quería era, en suma, pasar por encima del reglamento del Senado de la República, es decir, pasar por encima del Senado. Y una larga sucesión de oradores se le fue encima y le obligó a que el procedimiento parlamentario fuese repuesto, mientras Lozano sólo acertaba a abanicarse con unas tarjetas blancas.
Pero fue el senador Manuel Bartlett el que expuso con mayor amplitud y agudeza el perfil de Lozano en este asunto.
Se remitió a los datos sobre su actuación como subsecretario de Comunicaciones, como presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones y como secretario del Trabajo, en sexenios pasados, en los que aprovechó ello para beneficiar a Televisa y a la española Telefónica, esta última dirigida por Francisco Gil Díaz, quien fue su jefe.
Bartlett subrayó de entrada que la esposa de Lozano, Silvana Ponzanelli, labora para Televisa y es actualmente directora de la fundación de esa empresa.
Resaltó que como titular de Cofetel, Lozano defendió la compra por parte de Telmex del 49 por ciento de las acciones de Cablevisión, empresa propiedad de Televisa, con el argumento de que la prohibición existente en el título de concesión de la empresa de Carlos Slim se refería exclusivamente a servicios de televisión abierta y no en la restringida.
Con ese razonamiento, agregó Bartlett, Televisa recibió en ese entonces una inyección de más de 211 millones de dólares por parte de Telmex.
Pero ahora Lozano opina lo contrario y exige que se cancele el título de concesión de Dish México y de Telmex.
Bartlett le dijo de frente a Lozano que, como secretario del Trabajo, en el 2010 jugó un papel fundamental para que se le adjudicara fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad al consorcio formado por Televisa, Megacable y Telefónica.
Y resaltó que el senador Lozano fue además asesor de las empresas del grupo Salinas a través de su asesoría fundada en 2001, bajo el nombre Javier Lozano y Asociados SC.
Por toda esta exhibida, ya no sólo Bartlett, sino cantidad de senadores, insistieron en que Lozano debía hacer examen de consciencia y excusarse de fungir como presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes y de intervenir en cualquier asunto vinculado con telefonía y radiodifusión, o con las empresas Televisa y Telefónica. Claro que todo esto tendría que hacerlo el panista Lozano, si tuviera vergüenza. Pero no lo hizo ni lo va a hacer. Y por eso le llovió granizo, lo cual fue justo, debido a su comportamiento lacayo.
Pero lo realmente importante ya pasó y lo supo resumir el perredista Miguel Barbosa, quien dijo que el documento que iba a presentar el senador Lozano “nació muerto”. Qué bueno. Y qué vergüenza.