Los Chuchos echan finalmente fuera del PRD a AMLO
Roberto Vizcaíno miércoles 24, Dic 2014Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Se quedan con el partido, las millonarias prerrogativas y el control para lanzar candidatos
- Durante 14 años se batieron en todos los frentes internos contra AMLO, que intentó todo para expulsarlos
- La siguiente aduana para AMLO y Los Chuchos es la elección del 7 de junio de 2015
Con afecto para mi ex amigo Gabriel Pereyra
Aun cuando tenían garantizado el triunfo de Carlos Navarrete en la presidencia de su partido desde hace meses, Los Chuchos –o Nueva Izquierda, como Usted prefiera llamarlos–, iban por otro objetivo: exorcizar, echar fuera de una vez por todas a Andrés Manuel López Obrador del partido del sol azteca.
El sábado lo lograron.
Ese día no sólo consolidaron su poder y control casi absoluto dentro del PRD, sino que vieron disminuir a casi una representación testimonial a los pejistas que hasta hace todavía muy poco era su dolor de cabeza y pesadilla permanente en las asambleas y consejos nacionales.
De haber ganado AMLO la Presidencia de la República en 2006 o en 2012 ellos, Los Chuchos, hubieran sido los primeros en ser expulsados del PRD y en constituirse en perseguidos por el tabasqueño.
En los 14 años anteriores, desde el 2000 en que López Obrador llegó a la jefatura de gobierno en el DF y los años siguientes en que el tabasqueño se convirtió en el líder máximo y candidato único presidencial Los Chuchos vivieron toda clase de emboscadas políticas, zancadillas tribales y complots para echarlos fuera del PRD.
Los aliados y representantes de Andrés Manuel dentro del PRD les armaron toda clase de movimientos. Bueno, incluso utilizaron a las instituciones satanizadas por López Obrador, el IFE y el Trife, en sus intentos por quitárselos de encima.
AMLO nunca confió en ellos y siempre los calificó de corruptos. Ni en la primera candidatura en 2006 ni en la segunda en 2012 les dejó el menor espacio para operar.
Hay quienes afirman que, entre otras muchas causas, por eso perdió AMLO.
Pero Los Chuchos aguantaron, operaron y crecieron, se consolidaron y quienes echaron fuera del PRD a AMLO fueron ellos.
Nueva Izquierda fue creada en 1999 por Jesús Ortega luego de ser secretario general del PRD en el período en que Andrés Manuel fue presidente de este partido.
NI comenzó a ser llamada coloquialmente como Los Chuchos años después luego de que a esta corriente se unió Jesús Zambrano, quien venía de la Liga 23 de Septiembre.
Ortega, originario de Aguascalientes, había transitado en política los años anteriores a la creación del PRD –y gracias a la reforma de José López Portillo y Jesús Reyes Heroles en 1978–, dentro del Partido Socialista de los Trabajadores, el PST, que era liderado por Rafael Aguilar Talamantes.
En el decenio 2000-2010 Nueva Izquierda cobró fuerza en la estructura territorial y se fue apoderando no sólo de los principales cargos dentro de la dirección nacional del sol azteca, sino en las integraciones del partido a nivel municipal y estatal en una buena parte del país.
Eso impidió que AMLO los pudiera echar fuera.
Una vez perdida la Presidencia en 2006, AMLO –que no había hecho plan “B” porque estaba absolutamente seguro de que iba a ganar–, volteó al interior del PRD para encontrarse con que Los Chuchos, sus odiados enemigos internos, dominaban la estructura de este partido.
Sus aliados René Bejarano y Dolores Padierna, creadores a su vez de Izquierda Democrática Nacional, IDN, pasaban por el peor momento luego del escándalo provocado por el video y la exhibición de Bejarano recibiendo una maleta llena de dinero por parte del empresario argentino Carlos Ahumada.
René había sido su secretario particular en la Jefatura de Gobierno y en ese momento era ya el líder de la mayoría absoluta perredista en la Asamblea del DF.
Bejarano se había significado como operador político y electoral de AMLO. Y, confiado en que su jefe llegaría a Palacio Nacional, estaba construyendo su propia candidatura para ser el sucesor de AMLO en el DF.
El golpe de los videos fue brutal para ambos. Los debilitó internamente mientras Los Chuchos crecieron.
En este contexto el sexenio de Felipe Calderón, de 2006 a 2012 fue de jaloneos y enfrentamientos entre los aliados de AMLO y Los Chuchos.
La derrota de 2012 dejó si aliento al tabasqueño quien ya no quiso continuar su contienda por el control del PRD y se fue a formar su propio partido, Morena.
Una vez obtenido el registro no pocos perredistas se fueron con él.
Martí Batres que era diputado dejó la curul y corrió al lado de AMLO. Así otros nombres como el de Valentina Batres Guadarrama, Aleida Alavez Ruiz, Gerardo Villanueva Albarrán, Víctor Varela López del llamado Frente Amplio Progresista.
Pero dentro del PRD continuaba una representación pejista que no dejaba de cuestionar y crear conflictos. Quienes conocen las fobias internas, veían como una aberración el que Jesús Zambrano fuese presidente del PRD y Alejandro Sánchez Camacho el secretario general. El agua y el aceite.
El primero en descalificar la participación del PRD en el Pacto por México, firmado por Jesús Zambrano, fue Sánchez Camacho.
Lo que decía el presidente del PRD, era refutado por el secretario general. Así durante los últimos 3 años y 6 meses.
Sánchez Camacho llegó a la secretaría general del PRD en sustitución de Dolores Padierna, quien se fue a ocupar un escaño en el Senado.
Ambos, junto con René Bejarano y los de Izquierda Democrática, son el último bastión de AMLO dentro del PRD.
El sábado anterior, mientras Carlos Navarrete era apoyado por el 80 por ciento los 364 consejeros asistentes, el resto de las corrientes –o tribus-, opositoras a Los Chuchos, apenas se quedaba con el 20 restante de los cuales los bejaranos podrían haber logrado quizá la mitad.
Es decir, los aliados de AMLO representan ahora dentro del PRD apenas el 10 por ciento de sus expresiones.
Nada luego de haber llegado a décimas para obtener la Presidencia de la República.
Una vez que le aplicaron la aplanadora interna, Los Chuchos van a tener que demostrar en las elecciones del 7 de junio próximo que Morena de Andrés Manuel López Obrador no ha superado al PRD.
La contienda dentro de la llamada izquierda se dará entre ellos. Y van por unas 120 diputaciones federales o menos si es que el PRI del presidente Enrique Peña Nieto logra obtener los primeros logros de las “reformas transformadoras”.
El PAN, con Gustavo Madero como candidato a una curul plurinominal y a cordinar la siguiente bancada blanquiazul en San Lázaro, podría estar encabezando a un grupo similar.
Así la gran pelea ese día va a ser entre Morena de AMLO y el PRD de Los Chuchos.
La fracción del sol azteca podría quedar bajo la coordinación o de Jesús Ortega o de Jesús Zambrano, ya que al parecer ambos quedarán inscritos en febrero o marzo próximos como candidatos pluris del PRD.
Va ser el final de una dura batalla interna en el PRD que duró casi 14 años.
Ahora las contiendas serán externas y por los bastiones de la izquierda en Guerrero, Tabasco y el DF y este enfrentamiento será entre PRD y Morena.
Dentro de este contexto al parecer las proyecciones son benéficas para Los Chuchos. Tienen ahora un partido consolidado en la historia reciente de México, con un ingreso anual sobre los 300 o 400 millones de pesos, con unas 150 alcaldías y representaciones importantes en los congresos locales. Cuentan con gobernadores en el DF, Guerrero, Oaxaca, Tabasco y Morelos y con 23 senadores y 100 diputados federales, así como una mayoría en la Asamblea del DF.
Como quiera que sea dominan en 14 de 16 delegaciones en el DF y son parte ineludible de la gran negociación de acuerdos para las reformas legislativas y para la gobernabilidad del país.
Mientras que AMLO lidera un partido que apenas va por algo de eso.