El regreso del “hijo pródigo”
Augusto Corro miércoles 25, Nov 2015Punto por punto
Augusto Corro
El fin de semana pasado hubo fiesta en el Partido Acción Nacional (PAN).
Regresó el “hijo pródigo”: Felipe Calderón Hinojosa.
En un ambiente de plena algarabía, al ex presidente blanquiazul le abrieron los brazos de bienvenida.
El panista llegó a la Asamblea Nacional Extraordinaria del PAN, acompañado de su esposa Margarita Zavala, quien es integrante de la Comisión Permanente, y de sus guardaespaldas.
No causó ninguna sorpresa la presencia de Calderón en la reunión; más bien se trataba de un acto esperado.
Los panistas decidieron limar asperezas, porque el futuro se les presentará amenazador, pues no cuentan con una figura de arrastre que los lleve a recuperar el poder presidencial perdido recientemente.
Esa derrota que tuvo la traición como elemento principal no deberá repetirse. Así lo entendieron los militantes y dirigencia blanquiazules. Entonces, para llegar fortalecidos a las elecciones del 2018, era necesario empezar a hacer las paces entre los grupos en pugna; es decir, buscar la armonía partidista y presentar un frente común sólido para el 2018.
En esas condiciones de una unidad en el interior del partido reapareció Calderón, con un pasado y una historia que avergonzaría a cualquiera.
LE APUESTA AL OLVIDO
Pero el michoacano le apuesta a la desmemoria de los mexicanos y como si fuera un ejemplo de capacidad y rectitud, buscará apoyar a su esposa Margarita, quien aspira a regresar a Los Pinos.
A la hora de pensar en la candidata Margarita no se podrá eliminar la figura del binomio matrimonial.
El ex presidente, seguramente pensó que al fortalecerse en su partido eso sería suficiente para ayudar a su esposa. No. No le alcanzará su capital político, mismo que perdió durante seis años que estuvo en el poder.
Quizás Margarita tiene alguna manera especial de ver e interpretar la política, pero no se entenderá, ni se creerá que su marido se encuentre al margen de la lucha por el poder.
Y ese lastre que representa Calderón obstaculizará el triunfo, en caso que al final del juego político, Margarita obtenga la candidatura presidencial.
Mientras, el ex presidente blanquiazul tratará de que a los mexicanos se nos olvide su guerra fallida contra la delincuencia organizada, que, según cifras oficiales superó los cien mil muertos y más de 25 mil desaparecidos.
En cualquier país, el mandatario responsable de una guerra fallida sería llevado ante los tribunales para responder, por lo menos, de su ineptitud.
Por otra parte, el dirigente panista, Ricardo Anaya, un joven político supuso que readmitir a Calderón en las filas panistas lo llevaría a ganar aplausos.
¿VENCIO A MADERO?
Por ejemplo, habría que preguntarle a Gustavo Madero como se sintió cuando vio al ex presidente en la asamblea de su partido, como si nada hubiera pasado entre ellos. Como si pudieran borrarse las afrentas.
No olvidar que Madero le negó a Margarita una curul en San Lázaro. Ella para no sentirse tan humillada anunció su deseo de participar en la contienda electoral del 2018. Calderón amenazó con salirse del PAN.
En el presente, la cúpula panista se empeña en llevar la fiesta en paz ante la división interna y la lucha por la división inevitable de los grupos que buscan encumbrar a su candidato.
Pero como decían los políticos antiguos, en el PAN “la caballada está flaca”. Es decir, no hay un panista con el apoyo popular necesario para lograr la candidatura presidencial. Como se ve la situación, quien más destaca es el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, un priísta habilitado como panista.
¿Otro más? Posiblemente Ricardo Anaya, el joven líder panista, que, dicho sea de paso está muy verde. Gustavo Madero se descartó. Quizás analice su situación e intente participar como candidato al gobierno de Chihuahua.
Entre los malos, la mejor librada en la contienda podría ser Margarita Zavala, con una trayectoria política calificada como regular; pero la alianza con su esposo Felipe, no pronostica nada positivo. ¿O sí?
SIN SORPRESA
En el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el controvertido Andrés Manuel López Obrador fue electo presidente de ese instituto político.
No hubo sorpresas. Los morenistas se volvieron tradicionalistas y no le dieron vueltas al asunto.
Ya con el camino despejado rumbo al 2018, López Obrador buscará por tercera ocasión su candidatura presidencial.
En las próximas elecciones para llegar a Los Pinos la participación de la izquierda mexicana no se ve clara.
En contiendas electorales anteriores, López Obrador participó con el apoyo de todas las izquierdas. En esta ocasión será diferente. Uno de esos organismos políticos, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) actuará separado de Morena.
López Obrador ya declaró que no quiere nada con los perredistas.
En ese sentido, la dirigencia y militantes del sol azteca dejarán a López Obrador a su suerte y el tabasqueño no representa a toda la izquierda mexicana.
El dirigente de Morena no tiene problemas en su partido. Por el momento se refleja una calma chicha hacia su interior, como se dice coloquialmente. ¿Así llegará al 2018? En fin, ¿los morenistas romperán esa herencia del divisionismo que agobia a la izquierda mexicana desde hace muchos años? Ya veremos.