Calderón y su reactivación política
Augusto Corro miércoles 1, Jun 2016Punto por punto
Augusto Corro
Hubo años en los que los expresidentes de México, con un mínimo de pudor, optaban por el ostracismo político, como un ordenamiento obligado de la conciencia para purgar los errores que cometieron durante su gobierno.
Existía una especie de pacto o compromiso de guardar silencio sobre temas de diferente índole, principalmente de política. Algo parecido a aquello de que ya tuviste la oportunidad y ahora déjame hacer las cosas como yo quiera.
Pero esa especie de pacto no firmado con el tiempo de deshizo. No se respetó y los expresidentes, sin ningún respeto empezaron a atacarse, sin importarles que el adversario fuera miembro de su mismo partido.
La participación pública, abierta, de un ex presidente siempre fue criticada por propios y extraños, pues en más de un caso, lo único que pretendía era llevar agua para su molino. Pero superada la bandera del decoro, ahora vemos que los exmandatarios se encuentran activos, como chivos en cristalerías.
LA GUERRA CONTRA LA DELINCUECIA
Por ejemplo, Felipe Calderón Hinojosa, el ex mandatario panista, quien echó a andar la maquinaria de guerra contra la delincuencia organizada con resultados desastrosos para México.
De una sociedad que si no se satisfacía con la holgura económica necesaria, sí encontraba en la seguridad una manera de vivir tranquila cómoda. Con la lucha contra los cárteles de la droga, la violencia se multiplicó en diferentes regiones de nuestro país. En el presente, el incendió continúa. ¿Ejemplos? Tamaulipas, Guerrero, Michoacán, Morelos, Veracruz, etc.
Es escalofriante la cifra de de muertos, desaparecidos, huérfanos y viudas derivada de los enfrentamientos entre las bandas de delincuentes y de estos contra los representantes de la fuerza pública durante el sexenio calderonista, entre otras cosas, por la estrategia fallida del ex mandatario.
Esa administración de violencia la tiene registrada gran parte de la opinión pública que ve en Calderón a un político ambicioso, que ahora se presenta en los mítines políticos para apoyar a candidatos blanquiazules desprestigiados que buscan gubernaturas.
EN VERACRUZ ATACÓ A DUARTE
Tal es el caso de Veracruz, en el que el exmandatario acudió a darse baños de pureza y criticó al gobierno de Javier Duarte, el otro impresentable.
Durante la reunión de apoyo al candidato blanquiazul a la gubernatura, Miguel Angel Yunes, el michoacano se refirió al desvío de tres mil millones de pesos del erario. A Calderón se le olvidó que durante su gobierno tuvo la oportunidad de investigar el mal uso que se dio al tesoro público de los veracruzanos, pero no lo hizo y eso debe entenderse como una acción protectora a Duarte.
Antes, en otra presentación política en Zacatecas, Calderón atacó a David Monreal, candidato de Morena al gobierno estatal. Cuestionó el patrimonio del aspirante, “que no pudo obtenerlo del servicio público”.
Según declaraciones de Ricardo Monreal, el delegado morenista en la Cuauhtémoc, el expresidente será demandado ante las autoridades correspondientes por calumnias e injurias, de tal manera que deberá probar sus dichos o retractarse públicamente.
EL ACTIVISMO POLITICO
Su activismo político y el de su esposa Margarita Zavala no cayó bien en Puebla, donde el gobernador Rafael Moreno Valle enfrió sus relaciones con la pareja panista. Lo anterior se deduce de la negativa del matrimonio Calderón de asistir al cierre de campaña de Tony Gali, el blanquiazul candidato a gobernador.
En las últimas incursiones en la política, el expresidente se desplazó con la comodidad que le brindan los privilegios de su pensión extraordinaria. Por ejemplo, a cualquier sitio que va es protegido por un cuerpo de seguridad que pagamos todos los mexicanos.
Los recursos que recibe como premio a su pésima administración gubernamental fueron más que suficientes para sacarlo del ocio y empujarlo a la reactivación política, donde es reconocido como “cartucho quemado”.
En su participación de apoyo a Carlos Joaquín González, candidato del PRD-PAN a la gubernatura de Quintana Roo, fue alcanzado por los riesgos de la presión de llegar puntual a los mítines.
El lunes, la camioneta de lujo en que viajaba Calderón con Margarita chocó contra otro vehículo, pues su conductor, el aspirante Carlos Joaquín González, que hacía las veces de “jaime” se pasó un alto. No hubo lesionados.
Así pues, el expresidente Calderón y su mujer ya están metidos en la “grilla”, lo que de ellos piense la gente los tiene sin cuidado, uno de los “mandamientos” del Decálogo Político.