Lorenzo da Firenze conquista el Mont Blanc
Cultura martes 18, Oct 2016- El escritor y cantante cumple una meta más
Lorenzo da Firenze, escritor y escalador ítalo-mexicano, llegó a la cumbre del Mont Blanc, la cúspide más alta de Europa. Exhausto y envarado de las piernas, en plática Lorenzo nos dice que esta montaña resultó ser la más difícil y peligrosa de cuantas haya subido (respecto al terreno, las piedras, la nieve, las distancias tan largas a librar y subir, subir y bajar, bajar, todo el tiempo, ya que ha tenido peores ascensos en meteorología).
Da Firenze nos comparte su experiencia: “Estuve cuatro días en las máximas altitudes de Europa, entre voladeros y peligrosos pasos de una caída al vacío, donde estuve a punto de volar dando un salto para librar lo que llamo ‘el paso de la muerte’, entre una loma final y la cumbre…”. Y continúa su relato: “Librando precipicios de un pico a otro, viendo nubes hacia abajo y pendientes de más de un kilómetro bajo sus pies por ambos lados, con riscos al fondo de un precipicio y un vacío infinito del otro…”.
Cuenta que es puro subir y bajar loma tras loma, un ascenso lento y esforzado, terreno que requiere de fuerza y voluntad en los muslos y músculos gemelos.
Los labios floreados, cocidos de la quemazón del sol y nieve, propios tormentos del tiempo. Siguiendo el diálogo con Lorenzo sobre su proeza, nos dice: “Casi llegando a la cima estuve a punto de caer dentro de una grieta de hielo sin fondo, cuando tuve que saltar un metro sobre el vacío, quedé corto y colgando de cuerpo entero entre ambos lados; solo me sostuvo la fuerza de mis manos asiendo el cable hasta que mi guía por detrás corrió con todo y crampones para jalarme en vilo de la chamarra mientras yo me empujaba con mis propios crampones nieve adentro. La segunda vez volví a saltar y quede semicorto pero me agarré del cable otra vez y azoté mi piolet sobre la pared de hielo para clavarlo y jalarme, jalarme con todas mis fuerzas para evitar la caída crevasse adentro… Seguí por estrechos voladeros y espinazos de nieve con caídas por ambos lados de kilómetros sin fondo visible, sobre las nubes todo para estar en la cumbre ¡10, 15 minutos! Llenos de ventiscas heladas. Luego volver a bajar todo y saltar la grieta de un metro otra vez, lanzando todo mi cuerpo para caer a propósito de bruces, sobre la nieve para evitar el hueco a toda costa”.
Lorenzo da Firenze cumplió su propia meta, alcanzar la máxima cima de Europa, la cumbre del Mont Blanc, un mismo día, hace 22 años a Lorenzo le cayó un rayo y una granizada en el cerro de Chichinautzin. El latente riesgo de la muerte como en aquel entonces con el alma en vilo, Lorenzo, acérrimo a sus metas e ideales.