Instantes de la vida
José Antonio López Sosa viernes 28, Oct 2016Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Murió mi amigo Guillermo Flores Buendía, así en un instante, en un campo de golf que pareciera no tener riesgo alguno, así en ese pedacito de momento la vida se le fue.
Es complicado entender esos instantes de la vida, no se si llamarlos malos o malditos, donde el aliento puede irse en un segundo.
Quizá es que siempre recordamos los instantes que nos causan alegría y dejamos de percibir que esos otros existen y nos persiguen y desafortunadamente en cualquier momento pueden llegar.
Jugaba en el campo de golf Vallescondido en Atizapán con un grupo de inmigrantes argentinos, aún no hay una explicación clara de qué ocurrió en ese carrito de golf, quién o quiénes estaban y cómo fueron los sucesos con precisión.
Queda claro que este campo, carece de la infraestructura de servicios médicos y de seguridad en muchos sentidos, ahí está la obligación del municipio de Atizapán y del gobierno del Estado de México, de supervisar exhaustivamente al club de golf Vallescondido.
Aún no queda claro qué y cómo ocurrió luego de las versiones contradictorias del grupo de inmigrantes argentinos, eso le corresponderá determinarlo a Alejandro Jaime Gómez y a la Procuraduría General de Justicia del Estado de México cuando realicen las investigaciones correspondientes.
Lo único cierto es que, con todo y las contradicciones, mentiras y verdades a medias, el jugador de nombre Joaquín, quien iba en el mismo carrito del accidente, difícilmente podrá concebir el sueño con tranquilidad el resto de su vida.
Con todo y la investigación, con todo y el resultado, la vida no regresa mediante un Ministerio Público. Cuesta trabajo entender cómo un ser humano de bien con tantas cosas por delante, pueda en un instante dejar de existir, bajo las circunstancias más extrañas y menos riesgosas en apariencia.
Pasamos la vida planeando, previendo, trabajando y ahorrando para el futuro, para ese momento incierto que no sabemos si alcanzaremos o, mejor dicho, que no sabemos siquiera si llegará para los nuestros.
Nos olvidamos del aquí y el ahora, dejamos el hoy para el ayer, como si no existiera, como si lo importante fuera lo que no llega. Vivimos sin concebir que un instante puede ser el último.
La consciencia dice que cada persona tiene una misión en esta vida, cuando alguien muere a esta edad uno se cuestiona, ¿qué tan cierto es ello?, supongo que cada una de las personas que estuvimos cerca de Memo, deberemos preguntarnos qué nos deja en su paso por la vida, así y solo así cada quien descubrirá esa misión que tuvo a lo largo de estas cuatro décadas.
Lamento que en un instante, la vida se convierta en muerte. Anoche pude despedirme de él, espero en otro instante, en otra vida u otro momento volvérmelo a encontrar, darle un abrazo, bebernos un buen mezcal y jugar un partido de frontenis.
Abrazo fraternalmente a Tencha, Rosa, Manuel, esperando que la resignación llegue pronto.
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Estoy con Sandra, una de Sus mejores amigas.Me esta platicando de ese gran ser humano que lo estoy conocieno a través de ella..!
Coincido contigo en como de va la vida en un segundo..!
Estoy convencido que Dios nos tiene bien definido lo que quiere de cada uno de nosotros ! Que padre haber compartido tiempo con él..!
Un abrazo ..!
Mi hermano Luis conmovido me contó del lamentable suceso y aún cuando no tuve el honor de convivir , no deja de ser triste y lamentable . Pronta resignación para sus familiares