Ricos y pobres
Augusto Corro viernes 6, Ene 2017Punto por punto
Augusto Corro
Los inconformes abandonaron la comodidad de las redes y salieron a la calle a protestar contra el mega-gasolinazo. El poder de convocatoria funcionó y se terminó la tolerancia social a los dictados de un gobierno irreflexivo e insensible que pide comprensión sin ofrecer nada a cambio.
Los descontentos se cansaron de presenciar las actitudes de la alta burocracia que no sabe de miserias ni hambre, pues vive en otro mundo, en el que obtiene beneficios económicos con sólo estirar la mano. Los favorecidos son aquellos representantes populares en las Cámaras de Diputados y Senadores.
Con el cinismo que les caracteriza a esos legisladores, divorciados de sus representados, se otorgan aguinaldos, bonos, sobresueldos, boletos de avión regalados, vales de gasolina y comida.
También les proporcionan dinero para sus asesores. Y en esa línea se encuentran los altos funcionarios acostumbrados a saquear el erario, impunemente.
La ola de inconformes se mueve ahora sin ninguna dirección, pues la población nada quiere saber de los partidos políticos que coludidos con las autoridades pactaron reformas que no funcionaron. Por eso el descontento contra las organizaciones políticas que primero se aliaron con el gobierno y ahora pretenden sumarse a las protestas.
¿Habrá algún partido político con la autoridad moral suficiente para abanderar a los descontentos? ¿Para evitar las mega-gasolinazos que solo traen más pobreza a los mexicanos? La respuesta es no. Por ejemplo, PAN, PRD y PRI tienen un molde para gobernar que no los distingue. Cuando se encuentran en el poder practican el enriquecimiento ilícito y otros delitos. Los partidos de derecha e izquierda son lo mismo; únicamente velan por sus intereses personales.
De ahí que la respuesta al mega-gasolinazo sea violenta, protagonizada por los inconformes y por aquellos infiltrados que pretenden llevar agua a su molino, sin calcular los daños que ocasionan al promover actos de vandalismo, como es el saqueo a los centros comerciales.
Sin duda hay otras maneras de protestar contra el incremento a los precios de las gasolinas, pero la sociedad mexicana se encuentra harta de tantos engaños de las autoridades y no se encuentra dispuesta a aceptar más de lo mismo. El descontento esta vez estalló como una llamada de atención a las autoridades sordas y abusivas
México vive, pues, momentos difíciles porque la población despertó con el mega-gasolinazo y elevación en los precios del gas y la luz. ¿Qué sigue? La incertidumbre. Continúan las convocatorias a marchas y protestas contra el mega-gasolinazo. Nuevas crisis amenazan la economía mexicana ya dañada por los malos gobiernos y por la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
En fin, llegamos al fin de semana con más expresiones de repudio al alza en los precios de la gasolina sin una respuesta de las autoridades para disminuir la indignación social que amenaza crecer con diferentes maneras de protestar que van desde el saqueo a tiendas, cierre de gasolinerías, bloqueos de carreteras, etc.
LA AMENAZA QUE VIENE
Como señalamos arriba, México vive momentos difíciles, uno de ellos es el problema interno por el alza indiscriminada en los precios de las gasolinas, y dos por la llegada de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos.
El nuevo presidente estadounidense no se anda por las ramas para cumplir sus promesas de campaña. Así lo vemos en su interés de evitar que las empresas estadounidenses se instalen en otros países. Ya la empresa Ford informó que canceló la inversión de mil 600 millones de dólares en una ensambladora de autos, en San Luis Potosí.
El programa de Trump también contempla la deportación de tres millones de indocumentados con antecedentes penales. Seguramente esa decisión empezará a funcionar en cuanto asuma el poder en dos semanas.
Esa promesa del próximo mandatario tiene a los ilegales sumidos en el temor, porque ya comprobaron que el millonario de la construcción sí cumple lo que promete. Esta situación los llevó a aumentar el número de sus remesas.
De las promesas de Trump quedarían pendientes la revisión del Tratado de Libre Comercio y la ampliación del muro fronterizo. En el primer caso, las discusiones serán difíciles por el sinnúmero de intereses que se manejan.
Y sobre el muro fronterizo tendrá que calcular muy bien los pros y contras de continuarlo, porque nada detendrá el flujo de indocumentados, de todo el mundo, que están empeñados en buscar mejores condiciones de vida en EU.
Feliz fin de semana.