Impuesto de repatriación
Freddy Sánchez miércoles 1, Mar 2017Precios y desprecios
Freddy Sánchez
A ver, a ver: si alguien toca a nuestra puerta pretendiendo que nos hagamos cargo del hijo de un vecino, porque el chico fue pillado en casa ajena sin tener permiso para estar ahí, ¿tendríamos la obligación de recibirlo?
En un acto de humanidad, a fin de investigar en dónde vive para llevarlo a su propio domicilio, bien podría contestarse afirmativamente.
Aunque, nadie está obligado legalmente a hacer algo así.
Y nosotros mucho menos que nadie, en relación con los indocumentados no mexicanos que el gobierno de los Estados Unidos tras su deportación pretenda entregarlos a México para evitarse la molestia de llevarlos a sus países de origen.
Que bueno entonces que el secretario de Gobernación haya dicho que nuestro gobierno no recibirá a repatriados que tengan una nacionalidad distinta a la mexicana.
Y es que mostrarnos consecuentes en ese aspecto, implicaría que “los perros de caza” de mister Trump usaran el territorio nacional como casa de huéspedes de toda laya e ilegales migratorios sin ser de origen mexicano.Así que lo menos que debe hacer el gobierno norteamericano antes de proceder a la deportación de cualquier indocumentado, es cerciorarse de su nacionalidad.
Y después que lo manden al país de donde haya llegado a los Estados Unidos, asumiendo la carga que eso representa en distintos aspectos y de lo cual México no tiene por qué hacerse cargo.
Enhorabuena, pues que las autoridades mexicanas hayan expresado con toda claridad que no se aceptará el ingreso al país de deportados por parte de los Estados Unidos cuando se trate de personas de otras nacionalidades.
Claro que para que tal cosa suceda realmente no bastarán declaraciones ni exhortos diplomáticos.
Más bien se antoja pertinente legislar con carácter de urgente una norma que disuada al gobierno norteamericano de sus propósitos de inundar a México de indocumentados capturados por sus policías migratorias, sin importar si son o no de origen azteca.
Así que en manos del Congreso está la posibilidad de crear un gravamen especial para que Estados Unidos pague a nuestro gobierno por cada ilegal que sin estar plenamente demostrada su nacionalidad mexicana se intente internar al país por cuestiones migratorias.
Baste decir al respecto que dicho pago simplemente compensaría los gastos a realizar por concepto de hospedaje, alimentación, transporte, vigilancia, seguridad y servicios médicos entre otros, que representa la atención de indocumentados.
Lo que sin duda es obligación de México asumir en el caso de los connacionales que deban ser repatriados, pero no así de cientos de miles de migrantes ilegales que llegaron a Estados Unidos, provenientes de centro y Sudamérica e incluso de otros continentes.
De modo que si el señor Trump pretende que México reciba a toda clase de ilegales migratorios, (sin que se demuestre que son connacionales), lo justo y correcto es obligarlo a que pague el costo de lo que implique esta carga y para ello bien podría aprobarse un impuesto de repatriación.