Coche-bomba estaba dirigido para los policías: Sarukhán
Nacional miércoles 21, Jul 2010Señala el embajador de México en EU que es importante no crear la percepción de que fue un acto indiscriminado contra civiles
La reciente e inédita detonación de un coche-bomba en Ciudad Juárez no significa una nueva etapa en la espiral de violencia que vive México debido a la lucha contra el narcotráfico, consideró ayer el embajador mexicano en Estados Unidos.
‘’Es importante no crear la percepción de que fue un acto indiscriminado contra civiles. No fue colocado en el mercado. Claramente estaba dirigido a la Policía’’, dijo el embajador Arturo Sarukhán durante un simposio celebrado en el Congreso estadounidense sobre la violencia en México.
‘’Fue dirigido a la Policía porque un par de días antes, la Policía había arrestado a un cabecilla clave de este grupo de sicarios, que ahora ha decidido no sólo asesinar gente sino también traficar drogas’’, agregó el diplomático hablando en inglés, sin detallar a qué grupo de sicarios se refería.
Sarukhán agregó que no era la primera vez que la delincuencia organizada apela a ‘’otros medios’’ para enfrentar a los cuerpos de seguridad, y relató un incidente en el que fueron arrojadas dos granadas en la ciudad de Morelia durante la celebración de la Independencia mexicana.
El estallido del cochebomba en Ciudad Juárez ocurrió la noche del jueves, causando tres muertes. Un funcionario estadounidense dijo que los atacantes aparentemente usaron un explosivo industrial gelatinoso llamado Tovex, utilizado comúnmente como sustituto de la dinamita, y que había sido robado a compañías privadas.
El funcionario, familiarizado con la pesquisa y que habló a condición de guardar el anonimato porque no está autorizado a hacer declaraciones, no tenía detalles de cómo se armó la bomba.
La guerra contra el narcotráfico en México, que ha causado 24 mil 800 muertes desde que el presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas tras asumir el cargo en diciembre de 2006, tuvo otro capítulo sangriento el domingo, con 17 asesinatos durante una fiesta en la ciudad de Torreón.