¿Ruptura Calderón – Fox?
¬ Gustavo Mora viernes 29, Oct 2010Nostálgicos y acelerados
Gustavo Mora
Desde que le renunció como secretario de Energía por el regaño público que el presidente Fox hizo de la comida de predestape al michoacano en Guadalajara, se advirtió que las relaciones entre el actual Presidente de la República y su antecesor no eran nada buenas.
Calderón rechazó con energía el regaño y se fue a su casa a prepararse para ganarle a Fox la elección interna panista para la candidatura presidencial, lo que a fin de cuentas logró.
Tal vez por eso, Fox bautizó al equipo calderonista como “los yupies” que se reunían a tomar café para diseñar la campaña que tanto disgustó a Martha y a Fox.
Pero el rompimiento público acaba de darse en el Estado de Morelos, desde donde el presidente Calderón hizo declaraciones acusando al guanajuatense de:… “cometer muchos errores, entre ellos, el del combate al narcotráfico que si se hubiera hecho hace 10 años, otro gallo nos cantara en los graves problemas de la inseguridad pública que ahora presenta el país”.
¿Habrá respuesta?
Los conflictos entre el presidente en funciones y los ex presidentes no son nuevos. Se dieron con Lázaro Cárdenas y Plutarco Elías Calles; José López Portillo y Luis Echeverría Álvarez llevándose entre las patas a Gustavo Díaz Ordaz que tuvo que viajar a España contra su voluntad; Miguel de la Madrid Hurtado y José López Portillo; Carlos Salinas de Gortari y Miguel de la Madrid Hurtado; Ernesto Zedillo Ponce de León y Carlos Salinas de Gortari.
Ahora les toca a los panistas.
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Cuando el Presidente Felipe Calderón Hinojosa declaró que “Morelos no pactó con los enemigos de México”, quedó una duda. Si se refería al cura de Carácuaro que fue fusilado en Ecatepec de Morelos (Estado de México) o al gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame.
Don José María Morelos y Pavón es más que defendible y pasa a la Historia, para algunos, con más gloria que el mismo Miguel Hidalgo y Costilla. Y efectivamente, fue inflexible para hacer el menor pacto con los conquistadores (se conocían como “realistas” por defender a la Corona española)
Pero Marco Antonio Adame es más frágil que una copa de cristal. Y su gobierno no se ha caracterizado por lo que elogió Calderón, sino que más bien duerme con el enemigo.
El cura michoacano fue un duro defensor de las libertades y siempre estuvo contra la amenaza de los virreyes, hasta que cayó en sus manos y lo sacrificaron sin piedad. A él se refería por fortuna el presidente Calderón en la sesión solemne del Congreso del Estado de Michoacán con motivo del aniversario de la Constitución de Apatzingán.
(Entre paréntesis, esto nos hace recordar que el presidente Gustavo Díaz Ordaz se llevó los poderes federales a Apatzingán para una ceremonia similar, pero al líder de la Cámara de Diputados, Alfonso Martínez Domínguez, se le olvidó pasarles la consigna a los legisladores del PRI para que no asistieran a la sesión convocada en el viejo recinto de Donceles y Allende para el mismo día. Así que hubo quórum legal y la sesión fue presidida por el Vicepresidente de la Mesa Directiva, el panista Miguel Estrada Iturbide al que apodaban “El Príncipe” por su delicada oratoria en la tribuna. Y Estrada Iturbide produjo un discurso que opacó a lo que se había dicho esa misma fecha en Apatzingán, así que las ocho columnas de los periódicos, al día siguiente, se las llevó el panista de lujo y fuera de serie.
Este año, a lo más que se llegó fue a que Raúl Morón planteara un Estado de excepción por la inseguridad que el crimen organizado ha hecho prevalecer en varias entidades del país donde los gobernadores son como decía Fidel Velázquez: “cero más cero, da cero”.
Y Marco Antonio Adame, el de Morelos, es uno de ellos. La entidad tiene una calma chicha, que presagia grandes tempestades ¿Pacto con el enemigo?
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De repente y en Otoño, el PRI guarda silencio sobre el avance que lleva el proceso de expulsión de José Murat Casab de las filas partidistas ¿También pactan con el enemigo?… Líneas arriba se nos olvidó consignar que el Jefe del Ejecutivo habló de los gobernadores que se agachan y se van de lado, como dice la vieja canción. Y por eso nos tranquilizó al comprobar que hacía la defensa de Morelos y no la del mandatario morelense.