Anticristo: un reto al sentido del gusto
Cine viernes 19, Nov 2010Vértebras del cine
Luis Diego Hernández Romero
Año tras año, la Muestra Internacional de la Cineteca ofrece una espléndida selección de material cinematográfico, de múltiples géneros y diversos realizadores. Para todos los gustos, y disgustos también. Anticristo es uno de los títulos que destaca por la polémica que gira a su alrededor.
Como última producción de Lars Von Trier, conocido por Dogville y Bailando en la Oscuridad (esta última destaca por la participación de la artista Björk), Anticristo fue concebida por el realizador como una terapia para sobrellevar la depresión en la que estaba sumergido.
En la película se desarrolla extrañísima forma de tensión y angustia a través del retorno a lo plenamente humano, una característica que con el tiempo se ha convertido en insignia del realizador danés, desarrollada a través del movimiento cinematográfico Dogma 95, del que fue creador; y cuyo propósito inicial pretendía formas de narración minimalistas, lejos del empleo de rebuscados efectos especiales.
Todo comienza con un matrimonio que sufre un severo trauma por la muerte accidental de su hijo mientras ellos tenían relaciones sexuales. Para sobrellevar la tragedia y superar el sentimiento de culpa, han optado por mantener un aislamiento en una cabaña en medio del bosque. La pareja es interpretada por Willem Defoe, maestro para el manejo de las emociones densas, y Charlotte Gainsbourg (La Ciencia del Sueño), quien hace una interpretación extraordinaria, tan intensa y bellamente fotografiada, que se puede sentir el hormigueo de la tensión en su ser.
El trastorno se lleva al extremo mediante atroces conductas que incluyen un violento nivel de sadismo. Aunque en un principio la película no es de corte de horror, sin lugar a dudas, el estado psicológico que maneja, termina por espantar, casi al nivel de rechazo, al espectador.
Lo interesante en el filme, es el reto que se establece entre el espectador y la propia película, más que con el director. La violencia y sadismo llevados a un éxtasis estético provocan en el espectador una ruleta de reacciones con las que debe lidiarse para mantenerse en la butaca. Yendo más allá del morbo, en realidad se accede a una confrontación con el reflejo, o quizá, la sombra, de los impulsos humanos, calificados como retorcidos y trazados en la parte oscura de la psique humana.
En el narcisismo y pretensiones de Lars Von Trier, quien se asume como el mejor director de La Tierra, y al que las críticas tienen sin cuidado, se asoma una película que provoca a las vísceras. Independientemente de si se ha hecho como un total ejercicio de libertad del inconsciente o bien, con la deliberada finalidad de causar arrugamientos de nariz y muecas de desdén, lo cierto es que ha tenido una su fuerte presencia en las pláticas y críticas del ámbito cinematográfico y, al fin y al cabo, eso es lo que promueve a una película.
Cuadro por cuadro
Se ajustan los últimos detalles para Sucker Punch, de Zack Snyder, director de Watchmen y 300, y que a juzgar por las primeras imágenes, reafirma la calidad visual con la que suele trabajar, además de retomar un tema fantástico: una chica que tras sufrir daños por su malvado padrastro construye un mundo imaginario del que tiene que escapar. *** Michelle Rodriguez y Paz Vega participarán en un largometraje dirigido por Paul Schrader, anterior guionista de cabecera de Martin Scorsese (Toro Salvaje, Taxi Driver…). The Jesuist, será una cinta de venganza, en la que un criminal, tras cumplir condena, se enfrenta ante el asesinato de su esposa y el secuestro de su hijo, por lo que tomará violentas cartas en el asunto.