Beatriz Zavala
Ramón Zurita Sahagún martes 9, Feb 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La selección de Beatriz Zavala Peniche como candidata del PAN al ayuntamiento de Mérida, muestra el derrumbe de una carrera política, apuntalada con base en las relaciones con el primer círculo.
Zavala Peniche es parte del pequeño grupo conformado alrededor de la figura de Margarita Zavala, el que en el pasado no muy lejano fue conocido como las Z, denominación que desapareció ante la popularidad de la letra que usa uno de los principales grupos de la delincuencia organizada.
La cercanía de Beatriz Zavala con la esposa del ahora Presidente de la República y su estrecha relación con el propio Felipe Calderón, la convirtieron en la operadora de la candidatura presidencial de este último en el estado de Yucatán.
Ese buen trabajo partidista que desdibujó por completo la candidatura de Santiago Creel Miranda en una entidad desde la que se fraguó su caída en picada, permitió a Zavala Peniche ser postulada como candidata al Senado de la República y ganar el escaño que ocupó por unas cuantas semanas.
Su cercanía con el presidente electo y, especialmente, con su esposa fueron cualidades suficientes para ser designada como secretaria de una de las dependencias en las que descansaría las acciones principales de la política social del nuevo Presidente de la República.
Zavala Peniche se convirtió en secretaria de Desarrollo Social, por lo que solicitó licencia al Senado de la República para ocupar el rimbombante cargo para el que fue designada.
El cargo le quedó demasiado holgado, una serie de yerros, una mala conducción de las políticas del gobierno federal y continuos errores ocurridos en las contingencias, provocaron su despido y pronta reinserción en el Congreso federal, al que regresó sumamente marchita.
La antropóloga decidió bajar su perfil y ocupar nuevamente el escaño, a la espera de nuevas oportunidades políticas.
Pocos son los personajes, sin distingo de partidos, que logran tantas opciones en un mismo sexenio y menos los que lo consiguen luego de fracasar en las distintas opciones.
Beatriz Zavala Peniche es uno de esos casos raros dentro de la actividad política que inicia un sexenio en los primeros planos y conforme avanza la administración va descendiendo peldaño a peldaño.
Su inicio como secretaria de Desarrollo Social y su completo fracaso en el cargo la hicieron regresar a la Cámara de Senadores, donde tampoco pudo destacar, por lo que buscó otras opciones y encontró acomodo como la candidata con la que apuesta el PAN para mantener en su poder el ayuntamiento de Mérida, mismo que resulta de gran simbolismo para ellos.
Se trata de la primera capital de un estado que gobernó Acción Nacional con el mítico Víctor Manuel Correa Rachó y por la que pasaron Ana Rosa Payán, Luis Correa Mena, Patricio Patrón Laviada, entre otros militantes de este partido.
Y aunque Beatriz Zavala Peniche se impuso en la contienda interna de su partido a Salvador Vitelli Macías, los momios no parecen favorecerle para ganar la elección constitucional.
Enfrente tiene a otra exponente del género femenino, Angélica Araujo Lara, que con las siglas del PRI pretende gobernar la capital del estado, ya que de hacerlo sabe que se convertiría en una de las principales aspirantes al gobierno estatal.
Arquitecta de profesión, la priísta mostró tamaños durante su breve paso por la Cámara de Diputados federal, donde destacó por sus propuestas en materia de equidad y género.
La disputa por el ayuntamiento de Mérida tiene gran relieve por ser en esta población donde se concentra más del 40 por ciento del electorado del estado y quien gane esa plaza tiene un gran avance para la siguiente elección estatal que habrá de celebrarse en tres años más.
Pero también jala la atención por tratarse de dos figuras femeninas que son respaldadas por, en el caso de la panista, el Presidente de la República y la gobernadora del estado, en lo que respecta a la priísta.
Si Beatriz Zavala fue jalada por el Presidente de la República para integrarse en la primera fase de su gabinete, Araujo Lara fue una activista a favor de Ivonne Ortega Pacheco, lo que le permitió desempeñarse como directora estatal de Vivienda durante los dos primeros años del gobierno y después ser promovida a la candidatura a diputada federal, obteniendo una curul de mayoría en el II distrito electoral federal.
La elección de alcaldes y diputados locales en Yucatán servirá también como referéndum de la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco y constatar que tan buen gobierno está realizando, sobre todo por los crecientes rumores que afirman que perdió el piso desde hace mucho tiempo y que su principal preocupación es reafirmarse como una opción presidencial.
*Habrá sido redituable para el alcalde priísta de Culiacán, Sinaloa, Jesús Vizcarra Calderón, la inversión realizada para la celebración de la reunión de alcaldes en Mazatlán, la semana pasada.
Las cuentas no parecen cuadrarle, ya que la asistencia fue menor a la esperada y la difusión del evento no respondió a los ofrecimientos que le fueron hechos, aunque eso sí el costo por los servicios prestados fue bastante elevado.
Por lo pronto, “Chuy” Vizcarra no logra convencer a la mayoría de los priístas del estado de que es la mejor opción para competir por la gubernatura en los comicios del cinco de julio, lo que hace mantener vivas las esperanzas del senador Mario López Valdez (MALOVA).
*El miércoles será una fecha importante para el futuro de la coalición que pretende integrar los partidos opositores al PRI en Oaxaca, en la definición de los partidos que habrán de sumarse a ella y del nombre del candidato que los abanderará en la tan cacareada ofensiva contra los cacicazgos del PRI y, especialmente, contra el gobernador Ulises Ruiz Ortiz.