Panamá pone en duda su libertad de expresión
* Especiales, _ • Letras Iberoamericanas • viernes 3, Dic 2010El lenguaje es una de las grandes diferencias que ha marcado al hombre con el resto del reino animal. Su capacidad para articular sentimientos, ideas y conocimientos en diversos sistemas lingüísticos ha hecho que nuestra especie capitalice sus experiencias en el paso de las generaciones.
Expresarnos a través del lenguaje nos permite liberar el espíritu, ya que nuestros conceptos abstractos pueden ser compartidos con otras personas. Es así que la libertad, la justicia, el amor, la amistad, entre otros aspectos de nuestra vida, pueden ser transmitidos de un lugar a otro, de una generación a otra.
Limitar la libertad de expresión ha sido una herramienta común de los gobiernos totalitarios de Iberoamérica (en la Cuba socialista de Fidel Castro, en el franquismo español, en los 70 años de la dictadura perfecta en México, etc.). Cuidar esta libertad no es cosa menor, es una prioridad de las sociedades de este siglo. Sólo así podremos generar una autocrítica y una sociedad más informada que tome decisiones que le permitan tomar un rumbo correcto hacia la prosperidad.
En este sentido, el día de hoy Myrja Ceballos nos recuerda, desde Panamá, la importancia y el valor de la libertad de expresión. Nunca está de más tomarse un tiempo para proteger valores básicos de nuestra sociedad.
Edgar Gómez
coordinador Letras Ibero@mericanas
edgargomez_cide@yahoo.com.mx
Myrja Suhail Ceballos Molinar / Panamá •
En esta segunda entrega de Letras de Iberoamérica deseo ser parte de la libre expresión que ha sido amenazada en nuestro país. Para esto sugiero empecemos con una descripción legal:
Artículo 37 de la Constitución de la República de Panamá:
”Toda persona puede emitir libremente su pensamiento de palabra, por escrito o por cualquier otro medio, sin sujeción a censura previa; pero existen las responsabilidades legales cuando por alguno de estos medios se atente contra la reputación o la honra de las personas o contra la seguridad social o el orden público”.
En este sentido, el artículo 37 de la Constitución panameña consagra la libertad de expresión, pero también existe la responsabilidad civil y penal en caso que las declaraciones realizadas atenten contra la reputación y honra de las personas. En este caso la persona que se sienta perjudicada puede solicitar ante los tribunales una indemnización por daños y perjuicios. Le corresponderá al juez competente determinar si la causa procede y de ser así establecer el monto de la indemnización. Cabe advertir que ambas decisiones son sumamente difíciles y complicadas para un juez.
Sobre esto, Carlos Iván Zúñiga Guardia, ex rector de la Universidad de Panamá, comentó en un medio escrito lo siguiente: “La libertad de expresión y de prensa siempre ha gozado de protección constitucional. Todas las constituciones del siglo XIX garantizaban la libertad de imprenta y la libre expresión del pensamiento sin limitación alguna”. La Constitución de l904, en su artículo 37 advierte, que “existirán las responsabilidades legales cuando por algunos de estos medios se atenta contra la honra de las personas. A partir de esa fecha y de ese texto, la libertad de opinión ha estado sometida a interpretaciones judiciales y a reglamentaciones legales que, en ocasiones, han desvirtuado un derecho tan propio de la naturaleza humana.
Hace más de 20 años que cayó la dictadura en nuestro país por parte del general Manuel Antonio Noriega, y una de las primeras acciones a realizar fue acabar con la libertad de expresión. Es una medida brutal que toman los dictadores para actuar a su libre albedrio. Que no haya voces, ni opiniones sobre diversas situaciones que suceden en nuestro país. Lo contrario ocurre en los gobiernos democráticos, en que hay amplias avenidas para que transite la libertad de opinión.
En las últimas semanas en nuestro país se han publicado muy buenos artículos sobre la libertad de expresión. Pero creo que después de tanto tiempo está LIBRE EXPRESIÓN que tanto se habla está siendo afectada tanto a nivel nacional e internacional, tanto que Transparencia Internacional (TI) consideró que en Panamá está en riesgo la libertad de expresión y el derecho a la información. La presidenta de TI, Huguette Labelle, precisó que la libertad de expresión y el derecho a la información “son ámbitos en los cuales su país ha logrado avances legales invaluables en años recientes y que, por lo tanto, deben ser protegidos de los intentos por apaciguar la voz crítica de la sociedad civil”.
“Al mismo tiempo, resultan fundamentales en la tarea de fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas de los representantes y funcionarios públicos, interés que TI comparte con la misión de su despacho”, destacó Labelle en su nota fechada en Berlín. Todo esto surge ya que dos periodistas fueron sancionados por el sistema judicial e inhabilitados en el ejercicio de sus funciones profesionales y que habían denunciado una red de tráfico de personas, Inmediatamente, al repudio se sumó la Asociación de Corresponsales de Prensa Extranjera en Panamá, que expresó su apoyo a ambos periodistas que realizaron trabajos informativos contra la corrupción.
Realmente, esta situación pone en riesgo nuestra integridad como país, sabemos que nuestra nación puede cometer errores, no somos perfectos, ni mucho menos, pero de algo debemos estar seguros; la profesión de periodista en estos tiempos de transparencia y de fácil acceso a la información, no sólo se debe enfocar en investigar, recibir e informar, también el periodismo debe ayudar a educar a los lectores a tomar decisiones en diversos escenarios. Sin embargo, en algunos casos, la tentación por ganarse la exclusiva de una noticia, evento o suceso es primero. Pero en este caso, acaecido en Panamá, no creo que la solución fuera ocultar la información; al contrario, debía privilegiarse la divulgación de la misma. Lo que me atrevo a pensar es que es un derecho que tenemos todas las personas y muchas veces no tomamos en cuenta las consecuencias que un hecho como este puede causar.
Creo que tenemos un desafío, no sólo los periodistas, sino la sociedad civil. En Panamá se está dando de manera muy clara, pero en el resto del continente también está la tendencia a limitar a la ciudadanía a conocer todos los puntos de vista de los temas que requiere estar informado
Si bien es cierto nuestra historia del constitucionalismo panameño enseña que, teóricamente siempre se garantizó la libertad de expresión y de prensa, también es cierto que las duras experiencias del pasado, como las sufridas durante la dictadura, deben servir para las víctimas de ayer y a los críticos de hoy, para encontrar un equilibrio juicioso que permita las comparaciones entre los excesos de la dictadura y la tolerancia de la democracia, y así se puedan lograr de manera continua una armonía tanto para eliminar las mordazas del ayer como para garantizar una democrática y civilizada ley de prensa. Sólo así, se tendrá una valoración correcta de la libertad de expresión en el Panamá de ayer y de hoy, y de sus nuevos rumbos legales.
• Lic. Banca y Finanzas, MBA en Administración de Empresas con énfasis en Finanzas, Propietaria y Consultora de la empresa Impulso Empresarial empresa dedicada al desarrollo y fortalecimiento de las PYMES en Panamá. Propietaria y Directora del Programa Radial Impulso Empresarial Radio.
Pretty nice post. I just stumbled upon your blog and wanted to say that I have really enjoyed browsing your blog posts. In any case I’ll be subscribing to your feed and I hope you write again soon!