El nuevo “Cassius Clay”
¬ Javier Cadena Cárdenas miércoles 23, Mar 2011Termómetro
Javier Cadena Cárdenas
Por el nombre de la columna se podría pensar que se refiere a un novel pugilista que tiene las características de quien fuera uno de los grandes pesos completos de la historia del boxeo, y que por ello se hace acreedor a ese mote.
Pero no, simplemente se hace parangón entre las características que ha mostrado un político mexicano, con las que mostró siempre arriba del ring el gran Mohamed Ali.
Y es que hay y que ver si ello no es así.
Cassius Clay fue buen bailarín, bocón (o sea: hablador), pegaba como piedra y casi siempre triunfaba.
Y aquí bien podría aparecer una apuesta o adivinanza: ¿A qué político se refiere la columna?
Y la respuesta para quien sigue la noticia, es relativamente fácil.
Humberto Moreira es buen bailarín, así lo mostró cuando como gobernador de Coahuila le dio la bienvenida a los reos preliberados a mero “chúntaro style”, aprendido seguramente en las calles de su barrio y luego perfeccionado en su actividad profesional de bailarín.
Humberto Moreira es bocón (o sea: hablador), que no es lo mismo que mentiroso, y es que ya ha metido a más de uno en aprietos con sus decires, y uno de estos últimos es eso que expresó el pasado lunes 21 durante el aniversario del natalicio de Benito Juárez, de que por el mal gobierno del presidente Felipe Calderón se corre el riesgo de que se repitan situaciones como el asesinato de Luis Donaldo Colosio, hace 17 años.
Humberto Moreira pega como piedra, y si no que lo digan Beatriz Paredes y Emilio Gamboa, a quienes con apenas una imitación de gancho al hígado los desinfló y los dejó sin aire para aspirar, la primera, a continuar al frente del PRI, y al segundo para llegar a dirigir al mismo PRI, y es que el recién hace 20 días ungido presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, tiene una promotora y second de primera, de mucha altura, con un cúmulo de mañas y de buenas artes y oficios: la lideresa vitalicia del Sindicato Nacional de Maestros: Elba Esther Gordillo, y con ese apoyo y esa asesoría recibida, pues Moreira mal haría de no aprovechas su punch, el cual, por cierto, ejercitó en las lides magisteriales.
Humberto Moreira es un triunfador, bueno hasta ahorita, y está tan seguro de continuar siéndolo que ha dicho que su próxima hija se llamará “Victoria”, y, claro está, habrá que ver si cumple su compromiso de llevar a su partido por la senda del triunfo (o de gloria, si en vez de bailarín fuera actor de telenovelas marca Ernesto Alonso).
Así, con esta descripción, aunque breve, se puede decir que Humberto Moreira se merece el mote que poco a poco irá consolidando: “El Cassius Clay de la política mexicana”.
Humberto Moreira es un pugilista que tal como están las cosas en el medio político nacional, no tendrá rival ya que, para desgracia de los panistas, el PAN está descolorido y es anodino, y al único panista bronco, Gonzalo Altamirano Dimas, sus propios correligionarios lo tienen en los segundos planos, apenas como cercano colaborador del secretario de Educación Pública del gobierno federal y aspirante a la candidatura presidencial.
Y de los rijosos perredistas, ¿qué decir?, simplemente que sus fuerzas y sus fintas y sus llaves las están agotando en luchas internas más que con el contrincante externo o de otro color, y cuando tengan enfrente a Humberto Moreira, estarán tan débiles, con tan poco músculo, que dejarán pasar la oportunidad que tuvieron de salir al menos con un empate o con una derrota mediante decisión dividida, y es que todo parece indicar que se concrete o no la alianza, el PRD será noqueado.
En fin: ha nacido el Mohamed Ali de la política nacional.
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