Mercenarios
Augusto Corro miércoles 23, Mar 2011Punto por Punto
Augusto Corro
- Izquierda, muy dividida
- Lucha sorda por la sucesión
La izquierda mexicana se encuentra dividida profundamente y su papel en la sucesión presidencial del 2012 podría ser gris. Las dos corrientes izquierdistas enfrentan graves problemas: una carece de proyecto y la otra no cuenta con una organización fuerte.
“Los Chuchos”, que forman parte del perredismo colaboracionista se mueven sin ideología, alejados de los intereses sociales. Hicieron del partido un negocio que les reditúa ganancias y les permite mantenerse en la dirección de lo que queda de esa organización. Convertidos en mercenarios de la política, se encuentran en condiciones de traicionar sus propios principios. No les importa aliarse hasta con los panistas (adversarios naturales) para satisfacer sus intereses mezquinos.
Un análisis sobre las corrientes citadas, revela lo siguiente: el lopezobradorismo sí tiene propuesta social, pero no cuenta con una organización política poderosa que lo lleve al triunfo. Al no definir su posición política, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cooperó para el debilitamiento del PRD. El tabasqueño salía y entraba al partido. Apoyaba a candidatos perredistas y también a aspirantes del Partido del Trabajo a puestos de elección popular.
Ahora le corresponde a AMLO definir en qué partido político apoyará su candidatura para presidente de la República en el 2012. Se supone que Marcelo Ebrard, quien comulga con los “Chuchos” aliancistas, tendrá en el PRD su plataforma de lanzamiento como abanderado amarillo o amarillo-blanquiazul para la máxima contienda electoral.
Precisamente, el domingo pasado se mostraron las aspiraciones de las dos corrientes. Los “Chuchos” efectuaron elecciones para renovar su dirigencia nacional y asegurar sus negocios en la próxima contienda electoral presidencial.
Los seguidores de AMLO se reunieron para dar a conocer su nuevo proyecto alternativo de nación que le proporciona decoro a la izquierda, que vive días de divisionismo total, debido a las ambiciones de sus dirigentes convertidos en comerciantes sin escrúpulos de la política.
LUCHA POR EL PODER
En la asamblea perredista, Jesús Zambrano, “El Chucho Dos”, ganó, tras el escándalo consabido, la presidencia del PRD. Dolores Padierna, esposa del profesor René Bejarano, consiguió la secretaría general. El diputado Armando Ríos Piter, candidato de Marcelo Ebrard, resultó un fracaso, porque obtuvo unos cuantos votos.
Sin embargo, el jefe del gobierno capitalino seguirá con el mismo poder e influencia, porque él y los perredistas “Chuchos” trabajan en equipo. Entre ellos se entienden muy bien. Así lo demostraron en las alianzas políticas que efectuaron con el Partido Acción Nacional (PAN) y otros partidos. Manuel Camacho Solís, mentor de Ebrard, es el principal promotor de las coaliciones. Además, una de sus obsesiones políticas es derrotar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en todos los escenarios donde exista una contienda electoral.
En la dirección del PRD continuarán los enfrentamientos, porque Jesús Zambrano presionará para que persista la política aliancista, mientras Dolores Padierna se opondrá a cualquier coalición, como es posible que ocurra en el Estado de México. En esa entidad, el PAN se encuentra empeñado en apoyar a un candidato en coalición con el PRD en la lucha por la gubernatura.
Ambos, Padierna y Zambrano, protagonizarán pleitos de antología en el PRD que le darán la puntilla al partido, principalmente, porque la dirigencia estará en manos de grupos antagónicos con puntos de vista irreconciliables.
PUGNA AMLO-EBRARD
En la denominada izquierda mexicana se libra una lucha sorda, en la que los principales personajes son AMLO y Marcelo Ebrard con sus respectivas tribus. Son un sinnúmero de preguntas que se hacen propios y extraños sobre el futuro perredista y sus principales personajes. Por ejemplo: ¿AMLO tiene alguna esperanza de recuperar el partido perredista? Se ve difícil, porque es la única plataforma con la que cuenta Marcelo Ebrard para competir en la sucesión presidencial y no la va a soltar. Se entiende que el jefe del gobierno capitalino cuidará al PRD y a los “Chuchos” como su única tabla de salvación para el 2012.
AMLO será el candidato de la izquierda y su apoyo surgirá del Partido del Trabajo (PT). De todas maneras, ni Ebrard, ni AMLO tendrán los suficientes votos para ganar si llegan a la recta final con una izquierda dividida. En el mundo de los números ninguno alcanzará el triunfo.
La izquierda mexicana desde hace varios años empezó a deslizarse hacia la crisis. El gobierno federal panista logró trabajar muy bien el divisionismo y apoyó a los “Chuchos” para que dejaran con el puro cascarón al partido. En este asunto jugó un papel importante, el colaboracionista Jesús Ortega “El Chucho mayor”.
Salvo algunos triunfos en elecciones estatales y su presencia en el Distrito Federal, el partido del sol azteca se encuentra en la lona. AMLO, desde su última campaña como candidato presidencial, recorrió el país para posicionar su figura política. Por eso, fue necesario que el domingo pasado se refiriera concretamente a su programa de trabajo.
PROYECTO ALTERNATIVO
El proyecto alternativo de nación que presentó AMLO en el Auditorio Nacional, ante sus seguidores, incluye:
La democratización de los medios de comunicación, con acceso universal a internet.
La ampliación de la participación de la iniciativa privada en la televisión; “habrá 10 o 20 televisoras”, las que sean técnicamente posibles.
Los empresarios de la televisión podrán incursionar en el ramo de la telefonía.
Se considerará como “delito grave” la corrupción.
Se abolirán los privilegios de las 400 grandes corporaciones del país, que tienen ingresos al año por 6 billones de pesos y no pagan impuestos.
Se construirán cinco nuevas refinerías para generar empleos y dejar de importar gasolina.
Se rescatarán la educación y la salud públicas.
Para los militantes de izquierda, el proyecto citado viene a reconfirmar la visión que tiene AMLO sobre los problemas de México y sus posibles soluciones. El tabasqueño lanzó su discurso como dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).