El nuevo libro de Manuel Espino
Ramón Zurita Sahagún martes 23, Feb 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Grandes espectaculares en las principales avenidas del Distrito Federal promueven la figura de Manuel Espino Barrientos, el controversial ex presidente del PAN.
La figura de Espino se convirtió en parte del paisaje urbano de la capital del país y su nombre volverá a los sitios de debate ante la cercana publicación de su nuevo libro: La guerra injusta de Juárez, en el que reflexiona y propone sobre el asunto de la inseguridad en aquella -para nosotros- lejana frontera del norte del país.
Avecindado en Ciudad Juárez desde hace 30 años, donde hasta la fecha radica su familia y conocedor del tema de la seguridad, basado en su primera experiencia en un cargo público como director de Seguridad Pública en el municipio, Espino diserta sobre el tema y considera como esencial la unidad para que esa población recupere la paz.
El libro en cuestión no generará escándalos ni divulgará secretos sobre la guerra contra el narco que se desarrolla en la fronteriza población, aunque sí motiva al análisis de lo que allá -y en otras poblaciones- acontece.
Se trata de una serie de artículos, opiniones y reflexiones, las más de ellas publicadas en diversos medios de comunicación, en lo que, incluso, se destaca la vulneración que de su domicilio particular hizo el Ejército mexicano, en una acción que algunos calificaron como método de intimidación para un crítico del gobierno panista.
El solo anuncio de su publicación mueve a la especulación, ya que el ex dirigente nacional del PAN disiente del manejo que del tema de la seguridad se hace desde las altas esferas del gobierno federal.
Para nadie es un secreto la personal disputa que sostiene Espino Barrientos en temas varios con el propio presidente Calderón y la carta que le envío al Ejecutivo federal el pasado 13 de diciembre, con la que intentó hacerlo partícipe de lo que ocurre en esa ciudad en la que sentó su domicilio particular el ex dirigente panista.
Porque si alguien conoce del asunto es quien habita en esa población y vive cotidianamente el deterioro de la vida y observa, analiza y denuncia los sucesos que mantienen hundida a esa población en un clima de violencia que no solamente sacude a la ciudad, sino que traspone las fronteras del estado y del país y ubica a Ciudad Juárez como la ciudad más violenta del mundo.
De aquella carta que envió al Ejecutivo federal, Espino no obtuvo respuesta directa, aunque esta llegó de manera indirecta, cuando el presidente Calderón atizó a quienes piden que el gobierno deje de combatir el crimen organizado.
Manuel Espino Barrientos es, todos lo sabemos, una piedra en el zapato de la actual administración panista, a la que cuestiona constantemente y ante la que no se amilana en cuanto se sume en el debate.
Ex dirigente nacional del PAN, y presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), dos veces diputados federal y delegado del PAN -encargado de la dirigencia estatal- en Sonora, Espino Barrientos sabe poner el dedo en la llaga y publicar un libro sobre el tema Juárez en estos momentos es prender la mecha de un polvorín que no requiere más que de una chispa para explotar.
Los tiempos actuales son difíciles en todos los sentidos y más para los panistas que buscan, a toda costa, recuperar presencia ante el electorado, sin importar los métodos a los que tengan que recurrir.
El manejo del partido y el accionar del gobierno, son dos temas polémicos que mantiene en su agenda Manuel Espino Barrientos, por lo que la publicación de este libro, sin importar que se trate, en su mayor parte, de una recopilación de textos y posiciones conocidas vendrá a agitar el avispero político y de seguridad.
Los acontecimientos frecuentes que se vienen sucediendo desde hace años en aquella fronteriza población mantienen los ojos atentos sobre ella, aunque la crudeza de los más recientes -el frío y cruel asesinato de 15 jóvenes-, la impunidad imperante y los escasos resultados obtenidos por los diversos cuerpos de seguridad pública municipal, estatal, federal y de las fuerzas armadas, mantienen vilo a los habitantes de Ciudad Juárez.
*Como si las cosas se presentaran tersas para los candidatos del PAN en los diversos estados del país y las recientes candidaturas fuesen el resultado de la unificación de criterios, uno de los flamantes abanderados recibió un auto, pero de formal prisión.
Se trata de Martín Orozco Sandoval, postulado al gobierno de Aguascalientes, quien cuenta con una denuncia penal presentada desde noviembre pasado, acusado de una compra-venta de terrenos en los tiempos en los que fungió como alcalde de la capital del estado.
Aguascalientes es una de las entidades que busca recuperar el PRI en los comicios que tendrán lugar en 12 estados del país el cuatro de julio próximo.
La candidatura de Orozco Sandoval como abanderado blanquiazul surgió de un cónclave de notables que buscaron a toda costa impedir la postulación del diputado federal Raúl Cuadra considerado como el “delfín” del gobernador Luis Armando Reynoso Femat.
Cuadra García ya estaba encarrilado a la candidatura al gobierno del estado y hasta había solicitado licencia a su cargo de diputado federal, cuando desde la dirigencia nacional del partido cambiaron la ruta del candidato y frenaron la intentona del mandatario estatal de dejar heredero.
Ahora habrá que esperar para saber si Orozco Sandoval puede competir en la elección del cuatro de julio o si el PAN es obligado a cambiar de candidato y la candidatura recae, ahora sí, en el diputado federal.
*Curiosidades que se presentan en el acontecer diario del país. Días después de que se cuestionó el combate al narco por parte de uno de los personajes simbólicos del panismo, como lo es el diputado federal Manuel Clouthier Carrillo, las autoridades presentaron a un supuesto operador del cártel de Joaquín Guzmán Loera.