Tamaulipas: ¿mito o realidad?
Ramón Zurita Sahagún miércoles 3, Mar 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Interrogado sobre las dificultades que existían con los gobernadores en la lucha contra el crimen organizado, el entonces titular de la PGR, Eduardo Medina Mora reconoció que le era difícil interactuar con el mandatario de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores.
Desde entonces nació una leyenda negra sobre la figura del gobernador tamaulipeco, aunque, hasta ahora, nadie ha podido fincar acusación alguna que muestre su falta de cooperación en la lucha contra la delincuencia organizada.
El norteño estado está considerado como cuna de uno de los principales grupos del crimen organizado, el que se estableció en la entidad ante la mirada impávida de las autoridades, las que tardaron en actuar para combatirlo.
Las noticias procedentes de esa entidad en torno a la violencia sufren constantes altibajos, situándola, en ocasiones, hasta el top entre las que mayores índices de inseguridad registran.
Dentro de ese esquema se ha debatido Tamaulipas durante las décadas recientes, aunque en ese lapso se logró la aprehensión de varias de las principales cabezas de los grupos delincuenciales.
En la presenta administración, durante mucho tiempo, la atención sobre hechos violentos se centró en otras entidades como Chihuahua, Sinaloa, Durango, Michoacán, Baja California, Sonora y hasta Nuevo León, donde la inseguridad campea al por mayor.
Ocasionalmente, la mirada se dirigía al estado en donde se ubica la principal frontera comercial del país por la que ingresan productos de todo tipo y en que también se ubican otros puntos fronterizos importantes.
Sin embargo, en las semanas recientes se desataron una serie de especulaciones sobre lo que acontece en el estado de Tamaulipas en torno a la violencia y la psicosis que vive la población aterrorizada por supuestos rumores y otros hechos, presuntamente, tangible.
El envío de videos a los correos electrónicos personales y la subida de los mismos a You Tube se convirtió en una práctica común y en ellos es posible apreciar hechos de horror, muertos regados por todos lados, masacrados en forma inmisericorde, vehículos cosidos a balazos y abandonados a su suerte, rondines de soldados y policías por calles y carreteras de los pueblos y ciudades de esa entidad, narraciones sobre supuestos hechos violentos y muestras del caos que impera en la zona.
Algunos de ellos, editados, muestran al gobernador en una entrevista real, pero adecuada a la violencia presentada y en los que reconoce los supuestos hechos violentos que serían una constante en la entidad que gobierna.
La guerra de terror desatada en la entidad y fuera de ella, penetra y hace estragos en una población susceptible de ello y donde se asoma la intención de que esta psicosis haga crisis durante el proceso electoral que habrá de desembocar en la elección de gobernador, alcaldes y diputados locales, el próximo cuatro de julio.
Es Tamaulipas una de las entidades donde el PRI se manifiesta más fuerte, siendo una de las cinco en las que no se busco y por ende tampoco se integró una alianza opositora para combatir los cacicazgos o la perniciosa presencia del partido tricolor, como si sucede en otras siete en que derecha e izquierda presentan un frente común para derrotar al partido en el poder.
Las posibilidades de triunfo de los candidatos del PAN, PRD y de otros partidos menores es escasa y se advierte el inminente triunfo del abanderado del PRI, para reivindicar la entidad como bastión de ese partido.
El gobernador Eugenio Hernández Flores no está considerado dentro de los aspirantes al candidatura presidencial de su partido, ni mucho menos tiene un carisma que lo hace irresistible, tampoco es de los más que gasta en promover su imagen, ni mucho menos procedió a la formación de grupo político transexenal, aunque como su antecesor (Tomás Yarrington) si influyó en su propia sucesión, empujando a la candidatura de su partido a uno de sus incondicionales, Rodolfo Torre Cantú.
Su atención se centró en el desarrollo de la obra pública, promoviendo la construcción de carreteras, detonando los atractivos turísticos, edificando escuelas, entre otros rubros.
Uno de los frentes que abrió durante su administración fue el rompimiento con su antecesor, del que no solamente se deslindó, sino que también le cerró el camino para que regresara al Poder Legislativo.
Según se especula, el gobernador de Tamaulipas no registra mayores aspiraciones políticas que llegar al final de su sexenio y entregar buenas cuentas a la ciudadanía, aunque esta guerra psicológica, de la que se desconoce si es real o simplemente un mito puede ocasionarle fuertes dolores de cabeza.
Con todo y ello, es sorprendente la inacción que mantiene ante los rumores, especulaciones y dudas que surgen sobre la veracidad de tantas versiones que circulan y que convierten a su entidad en una zona sumamente vulnerable para todo.
*Belicoso como es, el diputado federal priista Héctor Pablo Ramírez advirtió que se mantendrán atentos para responder a las agresiones que puedan presentarse por parte de la coalición PAN-PRD-Convergencia en Oaxaca.
Considerado como uno de los principales operadores del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, el diputado priista amenazó hace tiempo con dar a conocer una serie de videos que, según dijo, muestran a militantes de la oposición en situaciones comprometidas.
Con Eviel Pérez Magaña convertido en precandidato único del tricolor al gobierno estatal se inicia la verdadera batalla por el triunfo electoral, toda vez que el abanderado de la alianza opositora, Gabino Cué Monteagudo, se encuentra sumamente adelantado en la carrera por el voto ciudadano.
* César Nava Vázquez luchó bastante para ser diputado federal, ya que anhelaba ser coordinador de su bancada en la LXI legislatura.
Por eso, no le importó que su candidatura fuese de mayoría, ya que esa fue la condicionante puesta por el anterior dirigente nacional del PAN, Germán Martínez Cázares para los aspirantes a ese cargo.
No logró la coordinación, pero si la presidencia de su partido, desde donde estableció una guerra personal contra el PRI, por lo ayer recibió la respuesta de sus adversarios al negarle la solicitud de licencia para ausentarse del Congreso.