Peña, la oposición y el viejo PRI
Roberto Vizcaíno miércoles 30, Nov 2011Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Hoy ningún partido se salva del uso de los viejos métodos del acarreo, la torta y el refresco
- Las viejas caras no anulan a las nuevas, de gobernadores, alcaldes y diputados jóvenes
- Egidio Torre Cantú rindió su primer informe de gobierno y anunció reestructuraciones
El domingo pasado el registro de Enrique Peña Nieto como precandidato único presidencial del PRI, convocó a unas 12 mil personas que abarrotaron la explanada central de la sede nacional del tricolor en Buenavista.
Al evento acudieron las muy viejas conocidas caras de líderes como Joaquín Gamboa Pascoe, y de los ex presidentes de este instituto como Pedro Ojeda Paullada, Gustavo Carvajal Moreno y Jorge de la Vega Domínguez y entre ellos estuvo el ex gobernador del Estado de México, Arturo Montiel, entre otros muchos antiguos priístas.
Abajo, entre el gentío, había gritos, pancartas, reparto de tortas y refrescos. Muchos seguramente fueron acarreados por sus líderes vecinales, gremiales, de organización, de sectores.
Pero en ese evento hubo otros muchos dirigentes nuevos, gobernadores de la nueva camada tricolor, como el joven mandatario de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, quien apenas rebasa los 35 años de edad; o los del Estado de México, Eruviel Ávila; el de Veracruz, Javier Duarte; el de Quintana Roo, Roberto Borge; el de Hidalgo, Francisco Olvera; el de Querétaro, José Calzada y el de Durango, Jorge Herrera, así como muchos diputados y alcaldes que andan entre los 30 y 45 años.
Caras poco conocidas para los avezados y muy correteados cronistas de estos eventos que se van por la fácil de relatar, describir el artículo mil veces hecho que hoy es casi un lugar común: el del regreso del viejo PRI.
¿En verdad estos cronistas creen que el viejo PRI podría regresar porque en un acto como el del domingo se aparecen los viejos de un partido, viejos que hoy no ocupan ni pueden ya ocupar cargo alguno ni dentro del PRI ni del gobierno entrante -claro, en caso de que Peña gane-?
El viejo PRI simplemente no puede regresar porque el México de hoy es totalmente distinto de aquel donde ese partido operó autoritariamente.
No puede regresar el viejo PRI, como no puede regresar el viejo PAN ni el viejo PRD.
¿Que hubo viejos usos en ese evento, como el refresco, la torta, el pase de lista? Sin duda. ¿Pero qué partido o evento político actual del partido que sea aquí y en China se salva hoy de eso?
Esos usos no son de patente y propiedad del PRI. Basta revisar las crónicas de la reciente elección interna de consejeros del PRD para ver que ahí hubo no sólo todo eso, sino relleno y embarazo, robo y manipulación de urnas, coacción y compra del voto.
O en la elección de Michoacán, donde delegados federales repartieron láminas, cemento, varilla y dinero, muchísimo dinero entre posibles electores enlistados en los programas de Sedesol.
¿Cómo debía organizar el PRI, el equipo de Peña Nieto ese evento del domingo para que hubiese sido aprobado y aplaudido por los del PAN y PRD?
Es obvio que cómo se hubiese organizado esos partidos no podían aplaudirlo. Son los opositores al PRI.
En el muy probable caso de que Peña Nieto gane la Presidencia en julio del próximo año, lo que se le debe exigir es que escoja a un equipo experimentado, honesto y capaz que sepa gobernar en su conjunto.
Si gana Peña Nieto, él es quien será Presidente y la experiencia aquí y en China dice que quien llega al poder no lo comparte. Ahí está la historia de Lázaro Cárdenas y el Jefe Máximo Plutarco Elías Calles quien terminó en el exilio por andar queriendo dar órdenes en gobierno ajeno.
El asunto del regreso del viejo PRI huele y sabe más a una estrategia de medios organizada por Antonio Solá para beneficiar a panistas y al gobierno de Calderón.
Es desprestigiar, echar lodo al contrario, para restarle preferencias electorales y buena imagen entre los ciudadanos.
Por ahí va esta cosa.
COMO LOS PERRITOS: Los tres aspirantes presidenciales de Acción Nacional -Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel y Ernesto Cordero-, acordaron el fin de la semana con sus dirigentes que uno de ellos salga para que la disputa por la candidatura presidencial del PAN sea entre dos. El registro de Enrique Peña Nieto como precandidato único presidencial del PRI y el acto masivo que lo cobijó, provocó -aceptaron-, el encendido de alarmas.
Hoy, la urgencia entre los precandidatos y dirigentes blanquiazules es llegar a una candidatura lo más rápido posible y sin rupturas o conflictos y por ello lo más probable es que una encuesta diga cuál de los 3 debe abandonar la carrera. Como ocurrió con Ebrard en el PRD.
Los negociadores de Josefina Vázquez Mota propusieron que la encuesta se realice entre la población abierta, pero los de Creel y Cordero dijeron que no, que debe ser sólo entre panistas.
Como sea, todo apunta que el descartado será Cordero… o Creel.
En la negociación del método no estuvo Felipe Calderón, pero no hizo falta, porque ahí participaron su secretario particular Roberto Gil Zuarth y el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, además de los gobernadores de Sonora, Jalisco y de Guanajuato. Y Luego dicen que el viejo PRI regresa con Peña Nieto cuando ellos lo tienen vigente en cada una de sus acciones.
PRIMER INFORME: El domingo, en Tamaulipas, Egidio Torre rindió su primer informe de Gobierno. El político, quien llegó al poder luego de que sicarios ejecutaron a su hermano, anunció la transformación a fondo de las instituciones de seguridad y justicia para fortalecer en su estado “la cultura de la legalidad, el combate a la impunidad y el respeto a los derechos humanos”.
Y agregó: “El obierno de Tamaulipas quiere la paz, por eso actúa con firmeza; busca el orden, por eso asume su responsabilidad; quiere la seguridad, camino por el que se transita actualmente y no se va a detener”.
Por la mañana, Torre Cantú acudió al Congreso del estado para entregar al presidente de la mesa directiva, José Antonio Martínez Torres, su informe por escrito.
Luego se trasladó al Polyforum local donde detalló lo realizado y esbozó los retos para el próximo año, particularmente lo que tiene que ver con seguridad, desarrollo humano, competitividad y desarrollo sustentable.
“Nada nos alienta más que ver a nuestros conciudadanos regresar a su tierra, volver a su pueblo, sentirse dueños otra vez de su casa y de su calle, dueños otra vez de su presente y su futuro. Nada nos alienta más que ver recuperada la confianza en nosotros mismos”.
Con la representación presidencial asistió Dionisio Pérez-Jácome, secretario de Comunicaciones y Transportes. El único gobernador presente fue Rafael Moreno Valle, de Puebla y tambien el único ex gobernador tamaulipeco que asistió fue Tomás Yarrington.
Egidio Torre Cantú saludó a decenas de invitados especiales, entre ellos alcaldes, dirigentes magisteriales y de partidos políticos, diputados locales y federales, senadores, representantes de los medios de comunicación, empresarios, funcionarios y ex funcionarios públicos, excepto Enrique Peña Nieto, precandidato del PRI a la Presidencia de la Republica.
EN CAMPAÑA: El hecho de ser el aspirante a la Presidencia de la República con las mayores preferencias electorales, convierte automáticamente las ideas, propuestas y pronunciamientos de Enrique Peña Nieto en compromisos y programas ya no de campaña, sino de gobierno.
Tan es así así que sus señalamientos de aplicar una nueva política industrial, actuar contra los monopolios, abrir Pemex a la IP, y su idea de aumentar el número de agentes de la PFP a fin de retirar paulatinamente al Ejército de las calles, provocaron de inmediato las sonrisas y el apoyo de industriales, empresarios e inversionistas.
Peña Nieto les dijo todo eso y más a los integrantes de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, la Concanaco al indicarles que el crecimiento económico debe ser “una obsesión” para el Estado, así convertirlo en el motor que permita atender el combate a la inseguridad y la pobreza.
¿NO QUÉ NO?: Empleados bancarios relataron ante las autoridades cómo funcionarios de Coahuila, en complicidad con directivos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), obtenían en sólo horas el aval de esa dependencia federal para contar con préstamos de instituciones de crédito privadas.
Los funcionarios eran recibidos en Palacio Nacional y en menos de tres horas -mientras empleados bancarios los esperaban en una cantina cercana al histórico inmueble- recibían la autorización de Hacienda, según narran trabajadores de bancos en sus declaraciones ante las autoridades.