El día después
Roberto Vizcaíno martes 7, Feb 2012Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Esa noche de domingo, en la sede del PAN se preparó el escenario del engaño
- “Si eso le hace a los suyos… que no nos irá a hacer a nosotros”, dicen los priístas
- Desde la tribuna de San Lázaro, Flores Rico le recetó las cuentas de su desastre
Ayer, luego de la dura batalla, la panista Josefina Vázquez Mota por fin pudo disfrutar del triunfo y recorrer los medios electrónicos como candidata presidencial de Acción Nacional.
Al parejo, los diarios mostraron en sus portadas las fotos finales de la contienda en las que, conocido el resultado, se observa a los actores de la descarnada guerra interna ya en paz, y hermanados por el hecho dado, irreversible, de una victoria contundente de la panista.
Ahí están las imágenes con el presidente Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala, flanqueando a la ya candidata presidencial mientras desde otros sillones los observan sonrientes, hasta con cierto disfrute, Gustavo Madero, Santiago Creel y Ernesto Cordero. Nadie más aparece en esa foto central.
Si no supiéramos por ellos mismos todo lo que ocurrió entre esos personajes durante las semanas y días anteriores, podríamos pensar que la escena era de un encuentro amigable, gustoso en el que estaban celebrando el volver a verse, estar juntos y conocer de sus logros.
Pero no, la escena de ese domingo por la noche, quizá las 8, fue tomada para engañar, para simular que todo estaba bien entre ellos, que todo lo ocurrido fue algo intrascendente.
Esas escenas, como las del teatro o cine, no reflejaron la realidad del momento. En verdad los meses anteriores, las últimas dos semanas, los días últimos anteriores a esas escenas, entre ellos se dio una guerra que difícilmente podrá subsanarse con sonrisas, levantamientos de mano y felicitaciones.
En ese entretiempo los tres candidatos se acusaron de todo y al menos dos y sus equipos advirtieron que el presidente Calderón intentaba el despojo a favor de Cordero.
Esas semanas y días estuvieron repletos de denuncias de intervenciones telefónicas, filtraciones, golpeteo mediático a granel, agresiones y acusaciones verbales, descalificaciones, coacción de electores, reparto de despensas, promesas de beneficios, de ascensos y una abierta campaña desde Los Pinos a favor del ex secretario de Hacienda.
¿Realmente estos actores, sus equipos, sus seguidores en todo el país podrán olvidar todo lo dicho y ocurrido entre ellos y trabajar juntos para obtener la victoria el domingo 1 de julio próximo?, ¿Y los resentimientos, las desconfianzas, las amenazas de una nueva traición, de una puñalada por la espalda?
¿Después de todo eso Josefina Vázquez Mota, su equipo, sus seguidores le creerán, confiarán en Calderón?
Ayer fue el día después y pareció que, al menos, Josefina Vázquez Mota le había dado la vuelta a esa página.
No tenía de otra. Había llegado el momento de jugar a la unidad interna restaurada, a darle espacio a los perdedores, de incluirlos en su paraguas, ese donde ella ahora es el eje y los otros periferia.
En los próximos 4 meses –marzo, abril, mayo y junio-, veremos hasta dónde fueron capaces de superar sus propios rencores, animadversiones, odios, cuentas pendientes.
En el improbable caso de que llagara ella a Los Pinos, ¿no actuará contra Calderón, contra alguno de sus cercanos, esos a quienes usó ahora para golpear, para intentar el asalto y robo de la candidatura?, ¿en serio?
Por lo pronto esas fotos, imágenes de la fantasía política, del engaño sin pudor, quedarán como una muestra de los límites a los que están dispuestos a llegar esos políticos que se dicen honestos y cabales.
¡Ufff!
LA OTRA GUERRA:
Como chile de todos los moles, el presidente Felipe Calderón también es el factor central de otra guerra, la que vive con los priístas y su precandidato Enrique Peña Nieto.
Entre los tricolores la experiencia pública del proceso interno de Acción Nacional, les deja innumerables lecciones y advertencias.
Por lo pronto, entre las filas priístas es común escuchar el comentario siguiente: “¡Vaya, a lo que nos enfrentamos!… si Calderón fue capaz de hacerle eso a los suyos… que no estará dispuesto a hacernos a nosotros”.
Hablan evidentemente de las intervenciones telefónicas, las filtraciones, el golpeteo a que sometió a Vázquez Mota y de la campaña que echó a andar para construir el despojo de la candidatura a la panista y lograr la imposición de su delfín.
Uso faccioso, cínico, descarado de instituciones del Estado y de recursos públicos contra una panista que había sido su coordinadora de campaña como candidato presidencial hace 6 años.
De ahí que Peña Nieto, Pedro Joaquín Coldwell y todos los dirigentes del tricolor adviertan que vienen y esperan más golpes arteros del gobierno.
Y como no están mancos, pues lanzan su artillería.
“LO BUENO ES QUE YA SE VA”
Es así que hace unos días, desde la tribuna de la Cámara de Diputados, el dirigente del Movimiento Territorial, Carlos Flores Rico, al hacer un recuento del estado del país bajo esta última etapa del gobierno panista, le dijo a Calderón:
“Vamos primero a lo sustantivo:
-El país está en una de las peores crisis que registra la historia contemporánea… como nunca se combinan el estancamiento económico, la desigualdad, la pobreza, el quebranto al Estado de derecho, la corrupción, el deterioro democrático, y por si fuera poco, la ingobernabilidad.
-La pobreza es enorme: a 2010 había un total 57.7 millones de personas en situación de pobreza patrimonial, 12.2 millones, escúchenme bien, 12.2 millones más que al inicio del sexenio.
“¡No se vale Presidente!.
“Sin embargo, las cosas son peores si lo analizamos desde el punto de vista multidimensional, pues hay 58.5 millones de personas, con ingresos por abajo de la línea de bienestar, casi cinco millones más que hace dos años.
“¡Señor presidente Calderón, no se vale!.
“Fíjense bien, la clase media, señor presidente Calderón, que me está usted siguiendo seguramente, ya se la acabó, ya desapareció. De 40 millones de mexicanos en clase media, hoy sólo quedan 10… los otros 30 millones se sumieron a la pobreza general del país.
“Y qué decir de la desigualdad, el 10 por ciento más pobres del país sólo recibe el uno por ciento del ingreso nacional. ¡Sí señor, el 10 por ciento más pobre del país sólo recibe el uno por ciento del ingreso nacional. Pero el 10 por ciento más rico recibe el 40 por ciento!.
“¡Este es país, no pedazos, señor Presidente!.
“Algo más todavía, señor Presidente, 28 millones de mexicanos con carencia alimentaria, 23 millones en rezago educativo; 36 millones sin acceso a servicios de salud; 68 millones con carencias de seguridad social; 17 millones sin la calidad básica en su vivienda; 18.5 millones sin servicios básicos de vivienda.
“Somos el penúltimo lugar en OCDE en calidad de vida. Y del desempleo, ni hablar: 2.8 millones abiertos, registrados por el INEGI; 6.2 millones en disponibles, o sea, nueve millones de desempleados; cuatro millones de sub ocupados, y 13.4 millones en la informalidad.
“Ya de lo demás, como dice el dicho, mejor ni hablamos.
“Tomó dos minutos, señor presidente, para el asunto de la coyuntura. Muy bien, tienen razón los diputados que reclaman el esclarecimiento del traslado en efectivo de 25 millones de pesos, tienen razón, por supuesto que tienen razón.
No importa que el Código Financiero de Veracruz se lo permita al estado, en su Artículo 207; no importa que el presupuesto de egresos se lo permita en el Artículo 24; no importa que en el 92, los lineamientos de austeridad, se los permitan también; no importa que sea un estado libre y soberano. Que aclaren, sí, que aclaren, por supuesto que aclaren, sobre todo, tomando en cuenta lo que dijo Mario di Constanzo, eso que dijo de Veracruz.
“Pero también que se aclaren los mil 180 millones de la Estela de Luz; también los 6 mil millones de traslados a los Juegos Panamericanos de Jalisco; también los 2 mil 700 millones de Pemex en REPSOL; también los mil 200 a los Centros de Convenciones de Los Cabos, que no lo van a terminar, y de pasada, los quesos de Larrazábal. Es cuanto, señor presidente. Lo bueno de esto, es que el sexenio ya se va a acabar”, concluyó.
Flores Rico no alcanzó a conocer que días después la propia Secretaría de Hacienda informaría que el endeudamiento público entre 2007 y 2011 creció de 1.2 billones de pesos a 4.8 billones. Es decir, Calderón con Cordero como titular de Hacienda aumentaron la deuda pública en 3.6 billones, es decir millones de millones de pesos en 4 años.
Y todavía Calderón y sus panistas piden, exigen a gritos que Moreira aclare el endeudamiento de Coahuila por 32 mil millones de pesos. ¡Vaya descaro!, diría con seguridad el diputado Flores Rico.












