México aclama a Diana Krall
Espectáculos jueves 8, Abr 2010La artista canadiense ofreció un concierto con un repertorio noventa por ciento brasileño
Fernando Garcilita Herrera
La pianista canadiense Diana Krall demostró que México tiene una gran cultura del jazz y que la calidad no está peleada con la taquilla, pues fueron 10 mil personas las que la aclamaron en el Auditorio Nacional, luego de su concierto.
Fue un concierto único, como parte de su gira mundial, al que se le hizo poco ruido, pues se quiso demostrar que entre los capitalinos existe mucha gente que gusta del jazz y la pianista nacida en Vancouver trajo un repertorio en un noventa por ciento brasileño, pues rinde homenaje a Sergio Méndez y Joao Gilberto.
El personaje fue parco con el público y más bien su lenguaje fue musical, simplemente se presentó, hizo una caravana y se puso a tocar el piano, bossa nova y más bossa nova y en todas sus interpretaciones penetró a la improvisación.
El público que llenó el Auditorio se le entregó, era demasiado talento en una sola persona y sus cuatro músicos se acicatearon y comenzaron también a improvisar, cual corresponde al jazz.
Se interpretaron temas emblemáticos, como “So night”, “Corcovado” y “Fly me to moon”.
Luego vino la presentación de su nuevo disco, titulado “Quiet nights”, que la gente aplaudió, pues se trata de música energética y el público estuvo contento y aplaudió lo mismo el jazz que el pop, que por momentos interpretaba y pasaba de un género a otro con demasiada facilidad.
Diana Krall es ganadora de un Grammy por “Mejor Interpretación Vocal de jazz” y demostró el por qué fue galardonada, ya que al final, cuando la gente comenzó a pedir otra, ella interpretó un tema de tributo a Bob Dylan, a quien admira y cerró con “La chica de Ipanema”.
Y se despidió con palabras en español: “Muchas gracias, que Dios los bendiga, buenas noches”; su concierto duró hora y media, suficiente para que el público saliera satisfecho de la calidad interpretativa de esta pianista, que es la esposa del trompetista Elvis Costello.