¿Será Ebrard el candidato del PAN y el PRD?
Roberto Vizcaíno jueves 9, Dic 2010Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
- Si como hasta ahora lo han hecho, Los Chuchos le ganan de nuevo a López Obrador y los suyos el control del PRD, el de Macuspana pasará a ser dentro de unos cuantos años, no más de 3 o 4, una de las anécdotas más interesantes y tristes de vida política en la historia reciente de México
Con el encuentro y larga conversación de Manuel Camacho y el presidente Felipe Calderón ocurridos el martes 30 de noviembre, los indicios de que Marcelo Ebrard podría ser el candidato común a la presidencia en el 2012 del PRD y el PAN se convirtieron en hechos.
El paso dado hacia ese objetivo por Camacho y Calderón fue registrado y respondido de inmediato por Andrés Manuel López Obrador, quien desde Querétaro reiteró que si una coalición de esa naturaleza se concretaba, él dejaría de inmediato al PRD y convocaría al país a formar un gran frente para evitar el triunfo del candidato que surgiera de esa alianza.
Hasta ese momento el diálogo entre unos y otros era hacia dentro.
Ayer Camacho, Ebrard y Los Chuchos avanzaron un paso más al enviar a su aliada, la secretaria general del PRD, Hortensia Aragón, a hacer pública a través de una entrevista publicada por el diario Excélsior su intención de aliarse con el PAN de Calderón para lanzar en 2012 un candidato común.
Este aspirante presidencial común, relató Aragón, surgiría al amparo de un Frente Amplio “de partidos y ciudadanos” -que hace recordar al que en 1988 lanzó a Cuauhtémoc Cárdenas-, y bajo la figura de “candidato ciudadano”.
Ahí hay dos elementos concretos con los cuales el PRD de Los Chuchos aliado con la añeja dupla política formada por Manuel Camacho y Marcelo Ebrard, intentarían eludir los embates y las descalificaciones de AMLO y sus seguidores.
La vieja fórmula del Frente Amplio electoral, que aglutinaría a toda una serie de partidos, corrientes y grupos políticos, diluiría la alianza directa de PRD-PAN.
Los dos partidos simplemente serían “dos” entre otros muchos. Es más, el Frente comenzaría a ser integrado por otros y luego PRD y PAN se sumarían.
Bajo este recurso, Ebrard no sería el candidato del PAN y el PRD, sino un aspirante ciudadano representante de muchos grupos, corrientes y partidos.
El asunto está planteado. El camino ya se ha comenzado a caminar y la secretaria general perredista, Hortensia Aragón lo abona y fortalece al señalar que como “no hay que descartar escenarios”, su partido el PRD, al menos la parte predominante y reconocida por los organismos electorales constitucionales, y dirigida por Jesús Ortega, y controlada por Los Chuchos o Nueva Izquierda, no descarta la alianza presidencial con el PAN de Calderón.
Los argumentos centrales del Frente y su candidato fueron adelantados, puestos ante los ojos de quienes los quieran ver, por la misma Hortensia Aragón quien dijo que esa alianza PAN-PRD sería para garantizar, “ahora sí”, el cambio democrático y progresista en el régimen mexicano.
“En política, cerrar puertas es una concepción autoritaria y poco inteligente… No descarto un candidato ciudadano que permita presentar un proyecto distinto al de los partidos políticos en sí, pero que pueda generar la suma de muchas fuerzas políticas en el camino; ha sucedido en otros países, e hizo posible gobiernos progresistas y democráticos”, subrayó.
Y, para no dejar ninguna duda de por dónde va la idea e intención, la misma secretaria general perredista fue más allá al admitir que, entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, Ebrard “está más cercano” a una alianza de esa naturaleza.
“A mi me encantaría que pudiera ser uno de los aspirantes del PRD… pero conociendo la realidad de este país y la opinión que se tiene de ellos, también puedo decir que el que está más cercano a una alianza de esa naturaleza es Marcelo…”
Sin embargo no descartó que el candidato de ese Frente pudiera ser el exrector de la UNAM , el psiquiatra Juan Ramón de la Fuente.
Pero aclaró que las actuales condiciones políticas y sociales de México, no permiten partir de una negociación de una alianza de esta naturaleza, colocando a candidatos específicos como el condicionante de un posible frente amplio… por ello, agregó, “tendremos que ser muy abiertos”.
Hasta aquí los hechos y dichos indican que la negociación de Calderón y los perredistas denominados “institucionales” podría estar avanzada y en condiciones de comenzar a “preparar el anuncio público”.
El hecho de que Manuel Camacho sea el interlocutor directo y personal con Calderón, no deja dudas de que la negociación es para favorecer a Marcelo Ebrard, su aliado de toda su vida política.
El encuentro de Camacho con Calderón rompe el vínculo que el ex salinista tenía con Andrés Manuel López Obrador, quien lo había designado nada más y nada menos que coordinador de su Frente Amplio Progresista, el movimiento bajo el cual el de Macuspana se erigió como presidente legítimo de México.
De hecho la separación de Camacho de López Obrador la preparó el ex regente y ex sectretario de Relaciones Exteriores del salinismo, desde fines del año pasado cuando dejó de ser el coordinador del FAP y brincó a ser coordinador del “Diálogo para la Reconstrucción de México”, conocido por el DIA.
Bajo estas siglas fue que Camacho comenzó a negociar en 2009 las alianzas entre el PRD y el PAN, y que en un principio incluían a Convergencia, el PT y hasta al Panal de Elba Esther –con quien tanto Camacho como Ebrard tienen una fuerte amistad-, y que luego fructificaron en las elecciones de Oaxaca, Puebla, Aguascalientes, Sinaloa e Hidalgo.
Desde entonces López Obrador fue el principal opositor a estas alianzas.
El triunfo de estas alianzas en Oaxaca, Puebla y Sinaloa catapultó y fortaleció la propuesta de Camacho y le abrió la puerta a su amigo y ex subalterno Marcelo Ebrard para competir en el 2012 por la Presidencia de la República
Pero el encuentro Camacho-Calderón que ahora se refleja en la entrevista y los pronunciamientos de la secretaria perredista Hortensia Aragón no sólo tendrá como consecuencia el rompimiento del ex regente salinista con López Obrador, sino que anuncia lo que seguramente será –ahora sí-, la “Madre de todas las Batallas entre López Obrador y los suyos contra Los Chuchos, Manuel Camacho y Marcelo Ebrad” por el control del PRD.
El escenario y los tiempos están puestos para ese encuentro que amenaza con ser sumamente violento.
Como seguramente usted sabe, Jesús Ortega cumplirá su período formal como presidente del PRD en marzo próximo.
Ortega le ganó hace 3 años ese cargo al delfin de AMLO, Alejandro Encinas en una batalla que decidió finalmente el Trife a favor del llamado “Chucho mayor”.
En aquella contienda también se disputaron todos los cargos de elección dentro del PRD, es decir: las dirigencias en los estados , en los municipios , en los seccioinales y las posiciones dentro de la estructura de mando de ese partido.
Los Chuchos se llevaron las dos terceras partes de todo ese paquete. Por ello a AMLO y sus fedayines no les ha sido posible quitar a Los Chuchos como han intentado al menos en 3 ocasiones.
El hecho de que tanto Ortega como ahora Hortensia Arangón salgan a decir que van a ir no sólo a firmar alianzas con el PAN para las elecciones estatales de 2011, sino a trabajar el lanzamiento de un candidato común para la presidencia en 2012, significa que están seguros que le volverán a ganar el control del PRD a López Obrador y su aguerrida tropa en los comicios internos de marzo próximo.
Ellos y todos saben que si AMLO les arrebata el control del PRD en marzo de 2011, es decir, dentro de 3 meses, sería imposible lanzar a Ebrad ni unilateralmente ni con alianza con el PAN.
Si López Obrador logra hacer que gane uno de los suyos la presidencia del PRD, eso sigificaría que él volvería a competir bajo esas siglas en los comicios presidenciales de julio de 2012.
Es obvio que el de Macuspana y los suyos están ya preparados para dar esa batalla. Al frente de las tropas lopezobradoristas está de nueva cuenta René Bejarano seguido fielmente por su esposa Dolores Padierna y su Estado Mayor electoral formado por doña Elena Poniatowska, González Pedrero, Ortiz Pinchetti hasta Alejandro Encinas, Martí Batres, Alejandra Barrales y todos los abajofirmantes de los últimos desplegados y acciones del gobierno legítimo.
Habrá que tomar lugar de primera fila para seguir esa contienda de marzo próximo, porque ahí se van a definir muchos futuros.
Si como hasta ahora lo han hecho, Los Chuchos le ganan de nuevo a López Obrador y los suyos el control del PRD, el de Macuspana pasará a ser dentro de unos cuantos años, no más de 3 o 4, una de las anécdotas más interesantes y tristes de vida política en la historia reciente de México.Pensar que pudiera competir de nuevo en 2018 sería impensable. De risa.