Rezago panista
Ramón Zurita Sahagún lunes 18, Jul 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Después de mucho pensar las cosas y no aceptar su realidad, el alto mando de Acción Nacional entendió que la situación electoral les es sumamente desfavorable, por lo que decidieron entrar en serio al tema de la sucesión.
Por eso, en el cónclave del pasado sábado se analizó el tema de los candidatos y su grado de penetración dentro de la ciudadanía, una situación, hoy por hoy, distante de ello.
Ninguno de los siete aspirantes presidenciales del partido blanquiazul logra entrar en el conocimiento de los electores potenciales y mucho menos convencerlos como opción mayoritaria.
Eso sí, algunos de ellos han conseguido impactar dentro de los cerrados círculos de la élite partidista, aunque saben que eso no es suficiente para ganar una elección sumamente competida y en desventaja inicial como será la del próximo año.
De los siete aspirantes actuales, las mediciones muestran que muchos de ellos no levantarían las preferencias que actualmente tienen, mientras que otros han logrado el convencimiento de militantes, pero se mantienen sumamente distantes de los posibles candidatos de los otros partidos.
Por eso, los panistas decidieron recurrir a estratagemas del pasado como aquella del destape realizado por el entonces secretario de Recursos Hidráulicos, Leandro Rovirosa Wade, de presentar una lista selectiva de siete precandidatos o la de los mismos priístas que el entonces dirigente del PRI capitalino, Jesús Salazar Toledano hizo de seis aspirantes.
Igual que entonces en la actualidad, los verdaderos aspirantes no rebasan el número de tres, aunque se les da juego a los siete para mantener al partido y a sus aspirantes dentro de una línea mediática que les permita un hipotético crecimiento en popularidad.
Con todo y ello, los aspirantes panistas poco es lo que han conseguido, aunque para el supuesto “delfín” sí le ha funcionado.
De los siete “magníficos” como son conocidos, Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Hacienda, es el beneficiado con un mayor conocimiento de su persona dentro y fuera del partido, lo que no significa que le reditúe simpatías o aumente sus posibilidades dentro del ánimo ciudadano y las preferencias electorales.
Los que se han quedado totalmente rezagados son los secretarios de Educación Pública, Alonso Lujambio ; Trabajo, Javier Lozano y Desarrollo Social, Heriberto Félix, mientras el gobernador de Jalisco, Emilio González, no consigue despegar fuera de la entidad que gobierna.
Por el contrario, los otros tres han ratificado su situación ante los electores internos y externos.
Josefina y Santiago continúan sacando amplia ventaja a sus compañeros de partido, aunque Cordero Arroyo muestra que el ser tratado como “delfín” le acarrea beneficios y logra descontar algunos puntos de desventaja a los que encabezan las preferencias dentro de su partido.
Por eso, uno de los propósitos de la alta jerarquía panista será el de convencer a los cuatro rezagados para que desistan de sus intenciones y cierren filas alrededor del que pretenden sea el candidato que compita contra las figuras priista y perredista que parecen más definidas en cuanto a nombres.
Esa es una de las tareas a las que se abocarán en las semanas siguientes, labor que no consideran fácil, ya que algunos deseos personajes se encuentran encaprichados con la idea de entrar a la contienda, sin importar si tienen o no posibilidades de contender en contra de sus compañeros de partido que se encuentran mejor posicionados.
La realidad es que ni Josefina, ni mucho menos Santiago se bajarán de la disputa presidencial y que a Cordero hay que reforzarlo con una gran estrategia que lo lleve al conocimiento de los ciudadanos y a establecer acuerdos que lo muestren con capacidad de liderazgo, si es que en realidad buscan impulsarlo a la eventualidad de candidato presidencial.
Por lo pronto, los panistas decidieron ya entrar de lleno a la carrera presidencial y dejarse de medianías y dubitaciones, ante el grave riesgo de perder la Presidencia de la república, después de solamente dos administraciones sexenales y de esperar 60 años para conquistarla. En la actualidad los priístas y perredistas se encuentran situados por encima del partido gobernante en las preferencias ciudadanas.
Tanto Enrique Peña Nieto como Manlio Fabio Beltrones, por el lado de los priístas, al igual que Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubónd, por el de los perredistas, son, cuando menos, más conocidos en todo el país que los potenciales candidatos presidenciales que podría presentar Acción Nacional en el proceso electoral del año próximo.
SON 110 MIL FIRMAS
El secretario de Educación del DF, Mario Delgado, demostró que va en serio en su afán de elevar y mejorar las condiciones en que se encuentran las escuelas públicas en esta ciudad. El funcionario dio a conocer que en tan sólo tres semanas logró que 110 mil personas firmaran el compromiso llamado “Un Paso al Frente por la Educación”, meta que se tenía previsto lograr en tres meses. El anuncio lo hizo durante la toma de protesta a otras mil 500 promotoras del movimiento en Iztapalapa, delegación fundamental para el DF por su población y peso específico. Y ahí dijo que van por 500 mil firmas.