Más escándalos
Ramón Zurita Sahagún viernes 31, May 2013De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Pareciera ser que a los políticos no les han sido suficientes los escándalos públicos de algunos de sus homólogos que se encuentran trepados en un elevador que sube y que desde arriba los deja caer estrepitosamente. Es cierto que en gran parte de la difusión de los escándalos contribuyen las llamadas redes sociales y que ahora cualquier ciudadano puede videograbar los desatinos de los políticos e insertarlo de inmediato en los diversos canales de difusión.
La modernidad parece ser el principal enemigo de la clase política mexicana, la que lejos de cuidarse al máximo y evitar ese tipo de desaguisados, les gusta protagonizarlos. Alcanzar sus cinco minutos de fama parece ser el tope de varios personajes públicos, los que a toda costa se enfrascan en una carrera contra ellos mismos, para conseguir su propósito.
Los políticos mexicanos no están exentos de ello, ya que sabiendo de los avances tecnológicos distan mucho de evitar ser sujetos de los mismos.
Sin embargo, los escándalos en que se inmiscuyen los políticos no son solamente motivados por sus exabruptos, mala educación, soberbia, abuso o prepotencia.
También atraen la atención por motivos distintos, como son el uso indebido de los recursos públicos, allegarse los mismos, desviarlos o algunas razones más. Son varios los ex gobernadores que encajan en este rubro, aunque solamente tres de ellos cuentan con denuncias formales por parte de los gobiernos que los sucedieron. El conocido caso de Andrés R. Granier Melo (Tabasco), el ya denunciado de Marco A. Adame Castillo (Morelos) y ahora se agrega el de Luis Armando Reynoso Femat (Aguascalientes).
Otro caso es el de Tomás Yarrington Ruvalcaba (Tamaulipas), aunque el suyo tiene mucho más tiempo mediatizado, ya que a él se le involucra en asuntos de delincuencia organizada.
Los tres casos particulares de Granier, Adame y Reynoso van muy de la mano con la alternancia sucedida al término de sus administraciones. El priísta Granier Melo entregó (aunque no lo hizo formalmente) el gobierno estatal al perredista Arturo Núñez Jiménez y desde el principio la nueva administración acusó la falta de recursos, el endeudamiento de las finanzas públicas y el latrocinio cometido en detrimento del erario público.
La misteriosa desaparición de mil 900 millones de pesos y pérdida de la documentación que avalaba los movimientos del gobierno tabasqueño dejaron sembradas grandes dudas sobre el uso del presupuesto por parte del anterior gobierno. Morelos fue ganado por Graco Ramírez Garrido Abreu, militante del PRD, que cortó de tajo la cadena de 12 años de gobiernos panistas, con lo que Adame Castillo quedó expuesto al escrutinio de la nueva administración.
El gobierno que encabeza Graco presentó ya cuatro denuncias, la primera en el Instituto de Educación Básica del estado de Morelos por la retención indebida del Impuesto Sobre la Renta (ISR) en Administración Contable, y hoy en el Instituto de Crédito para los Trabajadores del Gobierno, así como en los Servicios de Salud de la entidad.
Durante el gobierno de Adame, la Secretaría de Gobierno estatal firmó un contrato con Nadro, compañía distribuidora de medicamentos, por 745 millones 199 mil 999 pesos, y para pagar el sobreprecio de las medicinas se desviaron recursos de programas sociales federales, entre ellos el Seguro Popular. La segunda denuncia corresponde a la omisión del pago de 173 millones 946 mil 55 pesos al Instituto de Crédito de los Trabajadores del Gobierno del Estado sobre las aportaciones de los trabajadores y de patronales del Poder Ejecutivo.
La denuncia se integró en la carpeta de investigación SC01/4112/2013 por el delito de peculado y lo que resulte, contra ex funcionarios de la Secretaría de Finanzas y Planeación. Estas denuncias se suman a las dos anteriores presentadas por el gobierno actual contra ex funcionarios de la administración 2006-2012.
Debe destacarse que la primera fue la del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) para recuperar el retenido a los trabajadores, luego de la contratación indebida de un despacho contable por 160 millones de pesos.
Por lo que respecta a Luis Armando Reynoso Femat, su partido (PAN) perdió en Aguascalientes, luego de dos administraciones consecutivas del partido blanquiazul y lo hizo ante el candidato priísta Carlos Lozano de la Torre.
Incluso, se señaló que el entonces gobernador fue uno de los grandes impulsores para el triunfo del priísta Carlos Lozano.
Por eso, sorprendió la denuncia presentada contra Reynoso Femat por el extravío de un tomógrafo comprado con recursos del erario público, mismo que no aparece en ningún lado y se duda que hubiese sido adquirido. Y aunque las tres son denuncias penales por el uso indebido de recursos públicos, las diferencias entre uno y los otros son abismales.
El asunto de Granier va, entre otras cosas, de la mano con la desaparición de mil 900 millones de pesos derivados del gobierno federal y que nunca se registró su destino. Adame y su administración deben responder por el presunto desvío de 942 millones de pesos en el estado de Morelos.
Reynoso Femat, ex gobernador de Aguascalientes, enfrenta una demanda por solamente 13 millones de pesos, derivado del tomógrafo que, supuestamente, no se compró. Pero estos son los tres ex gobernadores que enfrentan denuncias judiciales, aunque existen varios más que afrontan denuncias públicas y el escarnio de los ciudadanos que los acusan del saqueo del erario público, aunque carecen de las pruebas para hacerlo legalmente.
¿Y ROSARIO?
Qué pasa con la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, pues nadie puede aclarar la suspensión de la reunión con el jefe de gobierno del DF.
Las versiones corren libremente, sin que nadie de esa dependencia explique la realidad del asunto.