Anaya y Zepeda, ¿los fuertes?
Augusto Corro martes 18, Jul 2017Punto por punto
Augusto Corro
En las últimas encuestas, Ricardo Anaya (PAN) y Juan Zepeda Hernández (PRD), aparecen con el índice más alto de las preferencias electorales para las presidenciales del 2018.
Así se publicó en “El Financiero” ayer lunes. ¿Sorpresa? En parte sí. En el caso de Anaya, no tanto. Con Zepeda sí. Este de la noche a la mañana se hizo, o la hicieron, la principal figura perredista.
El líder blanquiazul trae un pleito con los otros aspirantes de su partido, que aún no está nada escrito sobre quién podría ser el candidato a la Presidencia de la República.
Compite con Margarita Zavala de Calderón, esposa del ex presidente Felipe Calderón, y Rafael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla.
La lucha por la candidatura es cerrada. En el sondeo mencionado, Anaya obtuvo el 31 por ciento de las preferencias electorales, mientras que Margarita, quien lideraba esa posición, cayó al segundo lugar con 21 por ciento. El poblano Moreno Valle alcanzó el tercer lugar.
Son varios registrados en la lista de aspirantes, pero ninguno tiene posibilidades. No vale la pena ni mencionarlos. Lo interesante de esta encuesta es saber cómo van a reaccionar los adversarios políticos de Anaya.
Desde hace meses, Margarita y Rafael exigían piso parejo al líder Anaya, porque vieron que era dispareja la pelea. Ambos pugnaban porque el joven “maravilla” no fuera el protagonista de miles de espots de la propaganda panista.
Además de que definiera su posición: o líder del PAN o aspirante a la candidatura presidencial. Anaya superó el problema y fortaleció su imagen, por lo que se ve. A partir de ahora, vamos a estar pendientes de la reacción de Margarita y Rafael, que no se quedarán con los brazos cruzados.
El otro tema, el relacionado con Juan Zepeda, el perredista, tras las elecciones en el Estado de México, su nombre es manejado entre las tribus como “la gran esperanza amarilla”, porque según ellos hizo un “buen” papel en los comicios mencionados, logró el tercer lugar, después del PRI y Morena.
Pero como el PRD se encuentra en vías de extinción, cualquier hecho o acto que lo mantenga con vida se festeja como si se tratará de a victoria. De nada le servirá a Zepeda encabezar la lista de preferencias, en el PRD faltan muchas cosas que decidir:
Primero, dejar concluida la idea de su dirigente Alejandra Barrales, relacionada con la creación del Frente Amplio Democrático (FAD) que incluiría a otros partidos para la justa electoral del 2018. Es un asunto enredado que sólo creará mayores conflictos internos en el PRD.
Segundo: no todos los perredistas se inclinan por el proyecto de las alianzas. Saltarán chispas en cada ocasión que sea tratado el tema en las reuniones partidistas.
¿Qué papel jugará Zepeda en estas maquinaciones? El de aspirante a la candidatura presidencial. No la dirigencia del partido, como lo empezaron a promover sus seguidores.
La ventaja del amarillo es que proyecta su imagen política como de verdadera extracción perredista, ni advenedizo, ni oportunista. Pero en el PRD como en el PAN no hay nada determinado. La guerra apenas empieza.
TEMPORADA DE LLUVIAS
Son las personas de escasos recursos las más afectadas en la temporada de lluvias. Se juntan diferentes factores para provocar tragedias.
Miles de familias viven en zonas de alto riesgo, donde los efectos de los huracanes son mortales, pues se encuentran expuestas a derrumbes, inundaciones, etc. Sus hogares están en las orillas de barrancas y ríos. Cada año, en estos meses, la amenaza de destrucción llega con las lluvias.
En vano fue evitar la construcción de viviendas en terrenos peligrosos. La misma pobreza de las personas las obligó a levantar sus casas, en cualquier sitio.
Si los huracanes son un verdadero problema en algunos estados, en otros es fatal. El fenómeno meteorológico, por lo general, causa más daño en entidades como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Puebla, Michoacán, etc.
Estamos, pues, en plena temporada de lluvias. Ojalá y las autoridades se pongan las pilas para evitar las tragedias que se repiten con el paso de los huracanes, pues si bien es cierto, que es imposible controlarlos, sí se pueden tomar medidas preventivas que disminuyan su fuerza destructiva. ¿No cree usted?