Violencia calienta a Quintana Roo
¬ Mario San Martí viernes 20, Ene 2017Consensos y disensos
Mario San Martí
- Carlos Joaquín, frente a un reto mayor que ganar en las urnas
- Narcotráfico y prostitución hacen presa de la vida nocturna de Cancún
No pasaron ni dos días, cuando el estado de Quintana Roo volvió a ser noticia y no precisamente por lo que representa turísticamente hablando, van dos días que la nota roja pone en alerta a habitantes y paseantes del lugar.
El lunes por la madrugada una balacera en el bar Blue Parrot de Playa del Carmen y el martes un ataque armado contra las instalaciones de la Fiscalía Estatal y del C4 en Cancún.
Los principales diarios nacionales registraron el acontecimiento en sus primeras planas: Pánico en Cancún; Balacera deja cuatro muertos; Día Violento y de pánico en Cancún; Crece Violencia en Quintana Roo; Cárteles se disputan joya del caribe de 6.2 millones de turistas al año; Siete bandas criminales se disputan el control de la Rivera Maya; Viven Tarde de Terror en Cancún, son algunos de los encabezados con los que la prensa resumió el segundo día de violencia, y sin embargo las autoridades locales hablan de que la entidad se encuentra “en calma” y la vida de los habitantes y turistas es “normal”.
La balacera que se suscitó en la madrugada del lunes en un Bar de Quintana Roo, el Blue Parrot, en Playa del Carmen, dejó un saldo de cinco personas muertas y quince más hospitalizadas.
El incidente violento se dio en el marco de la clausura de un festival el BPM de música electrónica. Las primeras indagatorias judiciales señalan que un hombre entró al lugar por la puerta principal y realizó un ataque dirigido contra una persona. Reportan que, entre las víctimas mortales, hay dos canadienses, un italiano y un estadounidense, la otra víctima mortal es una mujer que presuntamente se golpeó en la cabeza durante el tumulto.
El martes la Riviera Maya volvió a ser escenario de una acción criminal, por la tarde un grupo armado atacó a balazos las instalaciones de la Fiscalía Estatal y del C4 en Cancún; el saldo negativo fue de cuatro muertos, entre ellos, un policía ministerial y tres presuntos delincuentes; este ataque movilizó a fuerzas federales, estatales y municipales
Las hipótesis judiciales o líneas de investigación que hasta ahora tienen las autoridades en la materia apuntan a rencillas entre grupos de la delincuencia organizada que pelean el territorio para la distribución de droga y otras actividades ilícitas como la trata de personas, que se ha apoderado de la vida nocturna de Cancún.
Sobre los tiroteos registrados en el Bar Blue Parrot y el ataque a la Fiscalía de Quintana Roo, la mañana del miércoles, en entrevista para el noticiario de televisión Despierta, que conduce el periodista Carlos Loret de Mola, el secretario de Gobierno de Quintana Roo, Francisco López Mena, dijo que había claridad en el sentido de que la violencia fue generada por el crimen organizado, “se trata de querer dominar la plaza o rencillas” y agregó que en la segunda acción existía la probabilidad de que fuera una respuesta a las decisiones de este gobierno de echar para atrás el paquete de impunidad, de hacer denuncias contra ex funcionarios.
Ante una alerta que la embajada de EU hizo a través de un tuit, en el sentido de que los turistas estadounidenses que se encontraban en la entidad tenían que consultar a las autoridades de sus hoteles para poder salir, el funcionario respondió que había hablado personalmente con el Cónsul y que la alerta no era más que una advertencia para que el turismo tuviera una comunicación con las autoridades. Y agregó que “La vida de los turistas es normal en Cancún”
Lo extraño es que, después de dos días de violencia, las autoridades dicen que la vida del turismo en Cancún es normal y otras señalan que hay completa calma en la entidad quintanarroense, cuando lo cierto es que estos condenables hechos han quitado la tranquilidad de los habitantes del lugar y el turismo ha puesto una alerta a la hora de elegir sus destinos, porque las balaceras del bar Blue Parrot, en Playa del Carmen, y las de la Fiscalía Estatal y del C4, en Cancún, no son acontecimientos que hablen de “una primera vez”, al contrario detrás de ellas hay historias y leyendas de impunidad, crimen y complicidad.
Los habitantes del lugar dicen que la violencia no es de ahora ni tampoco los rumores de enfrentamientos entre bandas criminales, por tanto no se puede hablar de “calma”, aunque tal vez si de “normalidad”. No hay duda, el clima de Quintana Roo hoy es más caliente que nunca, y no precisamente por el caluroso sol, eso dicen y sienten por allá.
En fin, no ha concluido ni siquiera el primer semestre de su mandato al frente de Quintana Roo y Carlos Joaquín González ya tiene frente a sí un reto mucho mayor que haber enfrentado a su partido el PRI y ganarle la apuesta en las urnas, toca ahora demostrar para qué quería llegar a la silla del gobierno estatal, para dejar que las cosas sigan igual o para poner orden en la ola de violencia que crece y tiende a convertirse en una epidemia en la entidad. Ojalá que no tengamos que esperar seis años para conocer la respuesta, porque los habitantes de Quintana Roo, y su turismo, ya no aguantan.