Vacuna contra Josefina
Ramón Zurita Sahagún jueves 16, Mar 2017De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La contundencia de la frase la convirtió en viral en las redes sociales del 2012: la “pinche Sota”, se escuchaba decir a la entonces candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, quejándose de la intromisión de la vocera del entonces presidente Felipe Calderón.
Josefina sentía que desde Los Pinos se entorpecía su campaña y que Alejandra Sota Mirafuentes era un obstáculo en su carrera por el triunfo electoral.
La candidata panista señalaba que desde la Presidencia de la República, la mencionada Sota Mirafuentes mantenía una red de espionaje en contra suya.
La vocera presidencial fungía como ave de tempestades con sus dos operadores insertados en posiciones estratégicas desde las que se operaba todo tipo de intrigas y se filtraba información.
Al término del gobierno de Calderón Hinojosa, Sota enfrentó diversos problemas, cuando se ventiló que no había terminado una licenciatura y a pesar de ello ocupó cargos de alto nivel burocrático y se le señaló por la supuesta asignación de convenios de publicidad ventajosos.
No se pudo confirmar nada sobre las acusaciones que sobre ella pesaron, entre los que se encontraban gastos extraordinarios autorizados desde su oficina, así como tampoco se encontró nada sobre su cambio de estatus económico en poco tiempo.
Lo que si se confirmó de Alejandra Sota fue su capacidad camaleónica después de ser una furibunda funcionaria panista, convertirse en un activo más del PRI, aunque sin cargo público.
Sota se convirtió en la principal asesora en materia de estrategia y medios del gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas y consiguió sembrar como vocero del mismo a uno de sus alfiles, Luis Alejandro Echegaray, quien desde la Secretaría de Gobernación manejaba los convenios de publicidad para los medios en los tiempos del calderonismo.
Convertida en la estratega estrella del gobernador mexiquense, Alejandra es el antídoto del PRI para frenar la alcista carrera de Josefina Vázquez Mota, quien como abanderada de Acción Nacional se encamina hacia un eventual triunfo en los comicios del mes de junio.
La competencia se encuentra sumamente cerrada entre los tres principales aspirantes, la panista Vázquez Mota, la morena, Delfina Gómez Álvarez y el priísta Alfredo del Mazo Maza, por lo que se anticipa una batalla sumamente encarnizada.
De ahí la importancia de los priístas por encontrar los puntos débiles de Josefina, los mismos que la llevaron a ubicarse como tercera en la contienda presidencial, con todo y que representaba al partido (PAN) entonces en el poder.
Por lo pronto, Delfina señaló apenas ayer una verdad de a kilo, Josefina no sabe ganar elecciones, ya que sus dos cargos de elección popular, han sido por la vía de la representación proporcional.
Y es que mientras Josefina fue dos veces diputada federal plurinominal, Delfina ha ganado dos contiendas en las urnas: la primera la alcaldía de Texcoco y la segunda una diputación federal, por esa misma zona. Alfredo del Mazo pasó dos veces por la prueba de las urnas y triunfó en la alcaldía de Huixquilucan y una diputación federal por la misma zona.
Ambos, Delfina y Alfredo traen trayectorias similares en cuanto a cargos de elección se refieren, aunque la carrera de Josefina es mucho más representativa por ser dos veces secretaria de gabinetes presidenciales y con dos presidentes de la República distintos.
Primero lo fue con Vicente Fox Quesada quien la sacó de la Cámara de Diputados para convertirla en secretaria de Desarrollo Social, cargo que dejó para convertirse en la coordinadora de la campaña presidencial de Felipe Calderón Hinojosa.
Al triunfo del segundo Presidente de la República panista, Josefina se convirtió en secretaria de Educación Pública, cargo que permutó por una nueva diputación federal y la coordinación de los legisladores de su partido en la LXI Legislatura, el que dejó para convertirse en la candidata presidencial del partido blanquiazul.
La segunda candidatura de Josefina a un cargo de elección popular de mayoría sucedió como la primera, ya que no fue lo tersa que se requería.
Si en 2012, Ernesto Cordero y sus seguidores no quedaron conformes, en esta ocasión tampoco lo hicieron Ulises Ramírez y José Luis Durán los dos principales competidores por la nominación.
Es cierto que se alinearon y, supuestamente, todos trabajan alrededor de la candidata, en el propósito de frenar al PRI en su principal bastión, la realidad muestra otra cosa y Josefina enfrenta problemas desde antes de iniciar la campaña formal.
Para los priístas, lo mejor que pudo pasar fue la no alianza entre panistas y perredistas, que consideraba llevar como abanderada a la propia Josefina, en una primera intención.
Saben además que cuentan con la vacuna contra Josefina en la persona de Alejandra Sota y sus asociados, distribuidos dentro del gobierno mexiquense de Ávila Villegas.
También en Coahuila
Alejandra Sota no es solamente la estratega en el Estado de México, ya que en Coahuila también requirieron los priístas de sus servicios para contrarrestar al candidato panista Guillermo Anaya, curiosamente compadre del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, el jefe de Sota quien la hizo crecer en forma sorprendente y le descubrió las dotes de estratega.
Alianza PRI-Morena
Los diputados del PRI y de Morena en el Congreso de Veracruz unieron fuerzas para frenar la iniciativa del gobernador Yunes para la reestructuración de la deuda pública.
Legisladores panistas y perredistas que la impulsaban, demandan una suspensión de pagos ante el monto tan alto de dicha deuda, heredada de los gobiernos priístas de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa.