La impotencia venezolana
¬ José Antonio López Sosa miércoles 21, Feb 2018Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Sí, los venezolanos exiliados en México a partir del resquebrajamiento de la sociedad venezolana están —con todo derecho— indignados con lo que ocurrió en aquel país.
Es increíble lo que ocurrió en Venezuela a partir de 1999 que Hugo Chávez llegó al poder.
Miles han huido al exilio, la revolución bolivariana se ha apropiado de todos los poderes del estado, nacionalizaron la paupérrima planta productiva que existía en Venezuela, derogaron los derechos humanos y suprimieron a la oposición mediante la tramposa asamblea constituyente.
Venezuela es una tiranía disfrazada de régimen democrático, es un capitalismo de estado disfrazado de socialismo del siglo XXI, es una tragedia internacional que ha obligado —insisto— a miles y miles a migrar a otros países —México incluido—, para buscar una mejor vida.
No tiene justificación la atrocidad del régimen de Chavez y ahora Maduro. Han llevado a un país rico en todos sentidos, a la pobreza no solo económica, sino democrática, política, moral y social.
Venezuela es un país en el colapso, con un régimen que insiste en pender de un hilo para sostener sus privilegios.
Ahora bien, con este ejemplo, ¿quién en su sano juicio quisiera replicar el modelo?
Los venezolanos creen que cualquier expresión de izquierda en el mundo va rumbo a su catástrofe.
El mundo no gira en torno a Venezuela, se entiende su impotencia desde el exilio, el coraje al tener que haber migrado, pero eso no implica que sea una expresión que se multiplique por doquier.
Venezuela no es un modelo de exportación, ni Evo Morales, el más radical de los presidentes de izquierda en América Latina, ha replicado el modelo.
México no es Venezuela, su catástrofe no es la nuestra. No alimenten una campaña de odio de la que el partido oficial en México hace uso indiscriminado.