Diagnósticos claros, soluciones intangibles
¬ José Antonio López Sosa lunes 2, Abr 2018Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Así se resume el arranque de la campaña electoral para la Presidencia de la República en los cuatro candidatos que aparecerán en la boleta.
El problema es que, esos diagnósticos los hacen quienes han formado parte del problema, principalmente José Antonio Meade, que fue parte del gabinete de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, la problemática que indica, principalmente la relativa al fuero y a la corrupción, fue en mayor o menor medida con su mano, ya sea operando o volteando a otro lado mientras esos hechos ocurrieron y crecieron al punto de tener a su partido hoy, en el tercer lugar de las preferencias electorales.
En síntesis, Meade es quien diagnostica y al mismo tiempo, parte de la enfermedad.
Ahora bien, los demás candidatos no se salvan de la demagogia, los otros tres, Zavala, Anaya y López Obrador, tienen también el diagnóstico claro, pero en algún momento, los tres han sido parte del problema desde alguna de sus trincheras, no al grado de Meade pero como parte de la clase política.
Sus diagnósticos son claros, sus soluciones son intangibles.
No hay acciones concretas fuera de lo que escuchamos cada campaña electoral, gerundios plagados de buenos deseos, de promesas que no entendemos cómo las cumplirán y de mentiras a todas luces que nos han dicho en el pasado tanto en la izquierda como en la derecha, lo mismo que en el camaleónico PRI que dice ser progresista, al mismo tiempo que toma decisiones de derecha y pertenece a la internacional socialista, por ejemplo.
No conformes con esta falta de claridad en sus proyectos, los propios equipos de los candidatos fomentan la circulación de “fake news” en las redes y plataformas sociales para confundir aún más a una ciudadanía hastiada de la clase política.
Yo descalificaría a Meade como opción, simplemente por representar la continuidad del modelo de corrupción, impunidad e ineficiencia replicado desde Calderón y Peña Nieto.
De los otros tres, habrá que escuchar el cómo a sus propuestas, en eso radicará la confianza o desconfianza que puedan dar a la ciudadanía camino al próximo 1 de julio.
Si siguen como arrancaron, estaremos frente a una demagogia colectiva y un puñado de buenos deseos imposibles de cumplir.