Traidores al país regalaron la sal de Guerrero Negro a los japoneses
Francisco Rodríguez viernes 20, Abr 2018Índice político
Francisco Rodríguez
Los observadores del sistema lo tienen bien escaneado: saben que en tiempos electorales aque él Ogro filantrópico al que se refería el Nobel Octavio Paz se transforma en un seudópodo voraz, una amiba resistente que chupa a su grupito de autócratas para enconcharse, tratar de reproducirse y seguir alimentándose de nuestro cuerpo.
El alimento se llama dinero. Es el único que la amiba puede deglutir. Pero en tiempos electorales se convierte en una alimaña insaciable, una que ingiere grandes cantidades no sólo del presupuesto público, destinado para efectos electorales, sino de todo aquello que suene a metálico y pueda convertirse en el combustible necesario para aferrarse al hueso.
En esa clasificación entra todo lo que se mueve, o sea susceptible de apropiación, de prevaricato, de crimen, peculado, derecho de piso, soborno, chantaje o pérdida de vergüenza. Es el caso de las mal llamadas empresas productivas del Estado que tienen que entrarle con su chivo a esta aventura de antemano fallida.
Si durante la temporada del Ogro filantrópico, el Estado hace que ayuda para que los funcionarios se queden con todo lo que existe o lo que vean, bajo el conocido nombre de cochinito, en la temporada de la amiba, con las elecciones en el menú, el cochinito pasa a ser el objetivo de todo el sistema que busca permanecer, a cualquier costo.
El capitalismo de Estado, de unos cuantos autócratas favoritos, se transforma en un aparato corporativo empresarial, en el cual todos hacen el fondo financiero de cualquier origen, para rematar los bienes nacionales que administra la amiba y los ponen al servicio del ex partidazo, causando una pena infamante y colectiva.
Dentro de la lista de las empresas victimadas se encuentran todas aquellas que administren o produzcan activos exportables, como energéticos, afores de trabajadores —utilizadas para financiar el aeropuerto galáctico—, productos del campo o de la minería que se coticen en el exterior, materias primas útiles para el consumo internacional y todo aquello de lo que puedan alargar la mano y embolsárselo.
El cochinito se convierte en un gran fondo que, paradójicamente, no tiene fondo posible. En una importación permanente de recursos materiales o virtuales que puedan aportarse a la campaña del elegido, fuera de la supervisión de los gastos electorales del fracasado INE, generador de candidotes independientes, alcahuete de insensatos, que nunca tendrá los instrumentos jurídicos ni de coerción para detener o siquiera percibir estas derramas e ingresos de campaña fallida.
Los recursos canalizados a las secretarías del despacho presidencial —a las que los ignaros llaman “secretarías de Estado”— y agencias del aparato para subsidiar a fondo perdido a los líderes habilitados del PRI para llenar los monederos de los votantes cautivos, son una expresión mínima de lo anterior. El derroche que se ha hecho por esta vía, puede ser denunciable por los adversarios que lo comprueban, y dan al traste con este camino muy trillado.
Monex ya no alcanza. Las Afores se las acabaron en búsqueda de presunciones electorales que reportan grandes ganancias a los funcionarios y protegidos. Los recursos de la exportación energética y los moches de las importaciones de gasolinas que ejecutan el puñado de traidores a la patria y al consumo popular, se evidencian en la quiebra absoluta de Pemex, CFE y el encarecimiento bestial de los bienes de consumo popular.
Todo es poco para lograr que remonte el pringado Meade. Es casi ya una misión imposible y demasiado onerosa. Hay quienes ya están tirando el arpa buscando otras franquicias de inversión, pues ésta va al fracaso y al ridículo de todas las expectativas. De algún otro lado tienen que sacar el dinero. No importa el daño que se cause.
En esta aventura del saqueo, la amiba estatal se chupa los recursos de la exportación de sal de Guerrero Negro. Una empresa “paraestatal” pensada para el abastecimiento de reservas y generar recursos para el desarrollo regional, convertida por Ildefonso Guajardo, Herminio Blanco, Jaime Serra Puche…… el gringo Mario Alfonso Cantú Suárez y salinistas de hueso colorado, en la filial japonesa de la dominación colonial, opuesta a todos los principios constitucionales y a todos los tratados que usted quiera imaginarse, en función de los bolsillos de unos cuantos malagradecidos y torcidos funcionarios del aparato electoral de Luis Videgaray.
Lo que la amiba estatal ha hecho con la Exportadora de Sal, una empresa aparentemente nuestra, es digno de haber sido relatado por Jorge Luis Borges en la Historia universal de la infamia, lástima que el genial ciego falleció antes de los sucesos.
Al consejo de administración de la Exportadora rara vez acuden los representantes del gobierno federal. Todas las decisiones se las pasan a firma a toro pasado. Los reales propietarios, representantes de la trasnacional Mitsubishi, los procónsules Fujitake y Yoshida, pliegan al Estado a sus decisiones, sean cuales fueran.
Para Mitsubishi, junto con Sony, las empresas más grandes de Japón, la Exportadora de Sal es el negocio más grande que tiene en Latinoamérica. Produce más del 30% de la sal que se comercializa en el océano Pacífico (incluidos China, Rusia, USA, Canadá y los Tigres Asiáticos —Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwán) que son el motor industrial del mundo).
Se ha dicho con razón que la Exportadora de Sal es nuestro Pearl Harbor permanente. Un ataque sistemático, constante, al patrimonio nacional, pues se supone que nuestra sal, la más pura del mundo, es de los mexicanos, igual que le petróleo y que todo lo rematable, subastable, vendible y aprovechable se usa para los fines electorales del tricolor.
La verdad es que, ni teniendo todas las canicas pueden ganar. Aunque Ildefonso Guajardo, por instrucciones de Videgaray haya capitulado en las negociaciones del TLCAN para lograr la quiebra de la industria azucarera y de la salinera, para favorecer a las armadoras de carros gabachos, europeos y asiáticos ensamblados aquí a salarios ridículos por hábiles trabajadores mexicanos.
Y ello, a cambio de seguir cobrando un salario de varios millones de dólares a la trasnacional Mitsubishi, por la prestación de servicios contra la patria. Ildefonso Guajardo, Herminio Blanco y Jaime Serra Puche están para aprobar todas las decisiones japonesas del Consejo de Exportadora de Sal, hasta la última consecuencia. Son unos traidores natos.
El gobierno federal acaba de autorizar que el precio de la sal mexicana se cotice en la zona del Pacífico a un promedio de 9 dólares por tonelada, mientras los empresarios de aquí estarían dispuestos a pagar hasta 60 dólares y los precios internacionales están muy por encima…
… logrando que los japoneses de Mitsubishi tengan una empresa de sal propia, costeable y competitiva de talla mundial. Ése es el precio de la traición de los salinistas. Aún más, según el Acuerdo del Consejo de Administración de esa empresa dizque estatal, 41 ESSA 12/2016, y sus anexos, contiene una puñalada nacional inaceptable, que se concretó en diciembre pasado.
En las oficinas de la salinera, en el piso 18 de la Torre Mayor de Paseo de la Reforma, se aceptó un crédito japonés por cien millones de dólares como en cualquier tienda de raya porfirista, a cambio de ser pagado a perpetuidad por el sudor de los trabajadores mexicanos, forzados a producir más sal que de costumbre. Si no lo hacen, ahí está cerca el penal de las Islas Marías para los trabajadores que incumplan sus compromisos, usted sabe. Es el nuevo Valle Nacional o el San Juan de Ulúa.
Todas las excedencias de este Acuerdo de ESSA, reportable como todo lo demás de las paraestatales mexicanas de todos los rubros, a las oficinas de campaña de esa amiba estatal en la que está convertido el aparato del gobiernito en éstas épocas de campaña…
… donde con todos nuestros recursos el pringado Meade jamás podrá alcanzar los veinte puntos, o a lo mejor ni alcance los necesarios para refrendar el registro del PRI como partido político, el peor enclave de la dominación colonial extranjera en México.
¿Está usted dispuesto a seguir aguantando estas puñaladas?
Índice Flamígero: Aceptable el esfuerzo desplegado por el Instituto Electoral de la Ciudad de México por presentar un debate entre candidatos a la jefatura de gobierno menos acartonado que aquellos a los que malamente nos tenían acostumbrados —y aburridos— las autoridades comiciales de todo el país… pero aún no le dan al clavo. Imposibilitados de interrumpirse, los participantes en el de hace dos noches aburrieron. De antemano sabíamos quién iba a convencer —que no a “ganar el debate”— y quiénes no. Refrescante, eso sí, la presencia, por el Partido Humanista, de Marco Rascón. + + + Y ya aprobada la iniciativa de Meade en la Cámara de Diputados para eliminar el fuero, ¿cuándo se podrán iniciar los juicios? ++ + Circula en redes una información que requeriría verificación por parte de algunos de los mencionados, pero… “El martes 17 de abril a las 10 de la noche, hubo una reunión en la casa de Pedro Aspe Armella en las Lomas de Chapultepec, para definir la ‘estrategia’ de cómo será atacado AMLO, tanto en los spots de las campañas de todos los demás candidatos, como en los debates que celebrará el INE, y a la que asistieron, CARLOS SALINAS DE GORTARI, PEDRO ASPE ARMELLA, DIEGO FERNÁNDEZ DE CEVALLOS, JUAN PABLO CASTAÑÓN CASTAÑÓN (presidente del Consejo Coordinador Empresarial), CARLOS SLIM HELÚ, AURELIO NUÑO MAYER, ENRIQUE OCHOA REZA (presidente del PRI), FELIPE CALDERÓN HINOJOSA, MARGARITA ZAVALA GÓMEZ DEL CAMPO, JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN (El Bronco) y JESÚS ZAMBRANO (del PRD), lo que demuestra a todas luces, que LA MAFIA DEL PODER SÍ EXISTE Y ES REAL…” He transcrito parte del mensaje, respetando las mayúsculas del original. ¿Será cierto? ¿Serían capaces? ¿Usted qué cree?
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