Crisis en el PAN, PRD y PRI
¬ Augusto Corro martes 10, Jul 2018Punto por punto
Augusto Corro
Los partidos políticos tendrán que renovarse o morir. La aplanadora de Morena que pasó sobre el PAN, PRD y PRI el primero de julio los dejó moribundos. Quizá no tanto al primero, pero sí al segundo y tercero.
Sin embargo, la lucha por sobrevivir empezará en las propias organizaciones políticas con los nuevos nombramientos de sus dirigentes. Tras las estrepitosas derrotas partidistas vendrán los cambios.
En Acción Nacional sus gobernadores ya no quieren saber nada del “chico maravilla”, Ricardo Anaya; en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) buscarán elegir nuevo líder, pues el actual, Manuel Granados, es un político gris-oscuro; y en el PRI, René Juárez Cisneros ya se encuentra con un pie en la calle.
En el escenario blanquiazul ya se empiezan a manejar los nombres de posibles sucesores de Anaya. Uno de los mencionados es el aún gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez para sucederle en el cargo a Damián Zepeda en la presidencia del partido.
Otro de los nombrados es el controvertido Roberto Gil Zuarth, incondicional del ex presidente Felipe Calderón y muy amigo de Ernesto Cordero, quien acusó a Anaya del delito de peculado en la Procuraduría General de la República (PGR).
Del PRD el tema central es su posible desaparición como partido político. Tras la vapuleada que recibió el día de las elecciones, los militantes del sol azteca, los pocos que quedan, tendrán que emplearse a fondo para acomodarse en la sobrevivencia.
Los perredistas se mudaron de partido, ahora se encuentran en el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Dejaron al PRD con el puro cascarón. Jesús Zambrano y Jesús Ortega laboran horas extras para evitar que se desmorone su negocio.
Como señalamos en entregas anteriores, los amarillos sufrieron su peor derrota desde su fundación como partido político. En el presente, Morena les abrió las puertas y los antes perredistas, ya están en los cargos públicos como abanderados de Morena. Hecho que se repitió en un sinnúmero de municipios.
En el Revolucionario Institucional perdieron hasta la camisa. La estrategia de presentar a un ciudadano independiente como candidato presidencial les resultó negativo, por decir lo menos.
No logró el impacto deseado, al contrario, los priistas sufrieron su peor derrota desde que instalaron la empresa, siempre redituable.
Esta vez el PRI fue vencido por millones de electores cansados de la ineptitud de los gobiernos de extracción tricolor incapaces de erradicar la corrupción, brindar seguridad y abatir la pobreza galopante.
Los propios gobernantes se convirtieron en los principales saqueadores de la riqueza pública. En los comicios recientes pocos votaron por ellos. El PRI fue arrasado por Morena.
Los exmandatarios que pretendían un asiento en el Senado o en San Lázaro, pero no lograron, son: Reyes Baeza, de Chihuahua; Fernando Moreno Peña, de Colima; César Camacho Quiroz, del Estado de México; Manuel Andrade, de Tabasco; y Pablo Salazar Mendiguchía, de Chiapas.
En el tricolor será cirugía mayor la que le apliquen si quiere seguir con vida. El que fue un “partidazo” de carro completo, en el presente se revuelca en las cenizas. Nadie movió un dedo para evitar la derrota anunciada.
Uno de los signos que pronosticaba la tragedia priísta fue el alza a los precios de la gasolina. Las repercusiones en la economía fueron demoledoras. A la anterior súmele la corrupción y la inseguridad. Claro, de alguna manera los gobernantes priístas tendrían que recibir el mensaje de repudio.
El terremoto político que sacudió a los partidos exigirá una reconstrucción en sus liderazgos en las que estará presente el divisionismo, veneno puro del que ya conocemos sus efectos dañinos.
Salvajismo contra periodistas
Dos periodistas fueron agredidos en la colonia Doctores en un operativo de la policía capitalina. Los flamantes representantes de la ley se cansaron de golpear al reportero gráfico de Reforma, Alejandro Mendoza, a quien dejaron con la cara ensangrentada. A Isidro Corro, de Tv Azteca lo patearon.
Los hechos se registraron en las calles de Doctor Vertiz cuando los granaderos, celosos de su responsabilidad, no querían saber nada de la presencia de comunicadores. Con amenazas y actitudes prepotentes amenazaron y golpearon a quienes cumplían con la encomienda de obtener información, pues ese es su trabajo.
Con los movimientos políticos todo quedó de cabeza. ¿Alguien sabe del sustituto de Miguel Angel Mancera en el gobierno de la Ciudad de México (CDMX). ¿Del inepto jefe de la policía de la CDMX? ¿Del troglodita que permite que los periodistas sean tratados peor que animales?
Además de golpeado, por favor, devuélvanle su equipo de trabajo a Alejandro Mendoza, es un instrumento con el que se gana la vida, además le ayuda a testimoniar la verdad de los acontecimientos.
Y como la verdad es la principal arma contra los gobernantes y policías déspotas, es lo primero que buscan confiscar o simplemente robar al representante de la opinión pública.
El jefe de la policía capitalina, si es que alguien se encuentra al frente de esa función, debe sentirse satisfecho de la actuación cobarde de sus subordinados, granaderos traídos de la Edad de Piedra, pero que ya uniformados parecen personas, aunque no saben leer ni escribir. Tienen que estar al nivel de sus jefes.
El jefe del gobierno capitalino no tiene que preocuparse de estas agresiones brutales contra los periodistas, nunca entenderá que en una sociedad moderna, la libertad de expresión es fundamental y el respeto a los comunicadores es una obligación moral, más que legal, pues ésta siempre fue pisoteada.
Que conste que no pedimos justicia. En México no la hay. Estas líneas las escribimos como testimonio de una agresión más de la fuerza bruta de la policía armada de pistolas y rifles de asalto contra los periodistas que tienen en su equipo: teléfonos, cámaras, grabadoras y plumas para cumplir con su tarea informativa. Hay, pues, una profunda diferencia en el armamento en el que usan los trogloditas y los comunicadores. ¿O no?