El TLC rabón
Alberto Vieyra G. martes 28, Ago 2018De pe a pa
Alberto Vieyra G.
El TLC, al puritito gusto del güero loco, quien, al llegar a la Casa Blanca en el 2016, lo tacharía del “peor acuerdo de la historia”. Después de 13 meses de amenazas y presiones de todo tipo de la bestia trumpiana, México firmó la renegociación del TLC en la que viven 450 millones de personas y que mueve más de un billón de dólares al año.
Sí, el güero loco, ¡está loco de contento! y en su euforia hasta desairó al todavía presidente Enrique Peña Nieto brindar con tequila, para celebrar el fin de las negociaciones, aduciendo que “no bebe”. Al parecer, su inmensa alegría es porque Canadá se quedó fuera de las negociaciones durante los últimos dos meses y a raíz del que el magnate neoyorquino despotricó del número uno canadiense Justin Trudeau, diciendo que era “débil” y “deshonesto”, el burro hablando de orejas.
Como no va a estar eufórico, si tenía mucha prisa porque se llegara al final de las negociaciones para que el Congreso norteamericano con mayoría republicana en el Senado se lo aprueben por la vía fax track en el próximo mes, para poder refrendar esa mayoría en las próximas elecciones legislativas de noviembre. Políticamente, es un hitazo para Donald Trump, sin importar que Canadá esté fuera o que se apruebe un TLC rabón, del que Trump saco clarísimas ventajas en lo relativo a la cuestión automotriz y autopartes, así como en la agricultura, pues los granjeros norteamericanos amenazaban con un voto en favor de los demócratas.
¿Evitará con ello la debacle con el Partido Republicano en las próximas elecciones legislativas?
En México, todavía no se conoce ningún borrador y se cree que el nuevo Congreso, dominado por morenistas, lo aprobarán sin chistar en cuanto inicie las 64 Legislatura el 1 de septiembre próximo. Hasta ahí se conocerá si Enrique Peña Nieto y el nuevo gobierno entregaron la plaza a Donald Trump o será un TLC rabón, es decir, un tratado bilateral y no un tratado trilateral, que valga la pena para México los próximos 16 años que estará vigente. Y como a Donald Trump no le gusta la chinche palabreja de NAFTA, o sea, las siglas en ingles del TLC, por lo que dice que sólo le llamara “ Acuerdo Comercial Estados Unidos-México”. Advirtiendo que: “Canadá tendrá que aceptarlo como está o se va” en otras palabras o copelas o cuello. ¡Vaya palo para Canadá, China y la Unión Europea! con los que Trump mantiene una sorda guerra comercial por los impuestos al acero y aluminio.
Cada vez que puede, Donald Trump no oculta su simpatía por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Me va mejor con AMLO que con ‘el capitalista’: Trump. El inquilino de la Casa Blanca, de Estados Unidos, no de la Casa Blanca de las Lomas de Chapultepec, afirma que le agrada más el nuevo presidente que Peña Nieto, a quien no baja de “capitalista”. Pa ´mí que algo quiere. Sí, ese gallo quiere maíz.
¿Qué es López Obrador entonces? ¿Es un socialista o comunista y acaso Donald Trump lo es también, o no es capitalista?
El caso es que la luna de miel con AMLO apenas comienza y ya veremos si no se torna en luna de hiel.