Cochinero veracruzano
Ramón Zurita Sahagún lunes 15, Feb 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
En Veracruz se están fraguando las condiciones para hacer de la elección de gobernador un cochinero electoral. Veracruz no es solamente el estado estelar de la contienda electoral del cuatro de julio, sino además donde se anticipa la contienda más sucia de las 12 en las que se elegirán nuevos gobernadores.
Siendo la joya de la corona electoral y contando con la participación de tres fuerzas políticas con gran representación en el estado, el estado gobernador por Fidel Herrera Beltrán, mantendrá la atención antes, durante y después del proceso electoral.
Desde antes de conocerse el nombre de los candidatos que entrarán a la contienda y cuando hay varios nombres encauzados a la nominación, la guerra sucia se encuentra en plenitud y rebasa los límites, alcanzando hasta al propio gobernador.
En Veracruz estamos bien, pero viene lo mejor reza la propaganda del gobierno estatal, en la que se respalda Javier Duarte de Ochoa, “delfín” del gobernador y sobre la que el “delfín” panista, Miguel Ángel Yunes Linares se montó para sacarle jugo, estableciendo que viene lo mejor, porque ya viene Miguel Ángel Yunes, a lo que el priismo respondió con un: ya viene Yunes, escondan a sus niños, en referencia a los señalamientos que de supuesto pederasta se le hacen en el libro escrito por Lydia Cacho.
El convergente Dante Delgado Rannauro -presunto candidato de la izquierda- no se queda al margen de la guerra sucia, ya que circulan gruesos expedientes en los que consignan una serie de señalamientos hacia el ex priista en su etapa de gobernador sustituto (1988-1994) en el estado, así como en su etapa de procurador agrario y dueño de la franquicia conocida como Partido Convergencia.
Las alusiones anteriores son simplemente el inicio de lo que se avecina en aquella entidad en la que el propio gobernador, Fidel Herrera Beltrán, es señalado como protector del narco.
Un documentado reportaje publicado en la revista Proceso establece que la presencia y protección del crimen organizado en esa entidad no se entiende, sin la protección del gobierno estatal que encabeza Herrera Beltrán.
Incluso se asienta que el propio gobernador participó en reuniones con los principales jefes de la delincuencia organizada con base en Veracruz.
Y aunque las acusaciones son graves en tal sentido, no pueden aislarse de la guerra electoral que habrá de culminar con la elección de nuevo gobernador en julio próximo y con lo que algunos ya anticipan que habrá de ser la batalla poselectoral.
Sin embargo, mientras llegan esos tiempos, las descalificaciones y acusaciones entre unos y otros, dentro y fuera de los partidos se convierten en una delicia para propios y ajenos.
La batalla por Veracruz rebasa los límites de cada uno de los escenarios naturales, para trasladarse a enfrentamientos y traiciones que hacen prever una difícil y reñida contienda.
Una elección disputada en las urnas es lo menos que se puede decir del proceso electoral de Veracruz, donde los hilos conductores de cada uno de los partidos no son atendidos por los militantes o seguidores de las distintas siglas en competencia.
Dentro de la izquierda las indicaciones de Andrés Manuel López Obrador sobre el respaldo a la candidatura de Dante Delgado Rannauro como candidato de los partidos de esa tendencia no son atendidas y Convergencia y el Partido del Trabajo aceptaron las indicaciones del tabasqueño, aunque el PRD se resiste a darle el apoyo y mantienen una posición distante del ex gobernador sustituto.
En el PRI se mantiene la rebeldía del ex coordinador de los diputados locales, Héctor Yunes Landa, quien disputa la candidatura de ese partido a Javier Duarte de Ochoa investido como “delfín” del gobernador Fidel Herrera Beltrán. Primo del panista Miguel Ángel Yunes Linares, Yunes Landa es acusado de hacer parte del trabajo sucio de su primo e intentar socavar las estructuras del PRI para allanarle el camino al gobierno estatal.
Dentro del PAN las cosas no son menores, ya que la cerrada disputa por la candidatura al gobierno estatal que vienen sosteniendo Yunes Linares y Gerardo Buganza Salmerón se endurece. Las acusaciones son que el director del ISSSTE es el “delfín” del gobierno federal, empujado por el Presidente de la República, mientras que Buganza Salmerón es tachado como simple “comparsa” del gobernador Herrera Beltrán.
En Veracruz se especula que el proceso electoral podría quedar conformado con tres candidatos del gobernador del estado: Dante Delgado Rannauro, por la alianza de la izquierda compuesta por PRD, Convergencia y partido del Trabajo. Javier Duarte de Ochoa, candidato principal del gobernador del estado, ya que lo considera como su discípulo preferido y Gerardo Buganza Salmerón quien haría el trabajo sucio para impedir la nominación panista del principal enemigo político del gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares.
Y es que Buganza Salmerón y Delgado Rannauro ya compitieron por el gobierno del estado hace seis años quedando a escasos votos del actual gobernador, por lo que aseguran algunos fueron cooptados por el gobierno estatal para presentarse a una nueva competencia, impidiendo la participación de otros candidatos que pusieran en riesgo el triunfo del “delfín” Duarte de Ochoa.
*¿Simples remembranzas, evaluación de la renuncia de Gómez Mont al PAN, o algo más negociaban Emilio Gamboa Patrón y Héctor Larios Córdova el pasado viernes?
Los coordinadores de las fracciones del PRI y PAN en la LX legislatura dialogaron por más de cinco horas en un restaurante de Chapultepec y aunque el primero se encuentra semidesmpleado, el segundo funge como secretario de Gobierno en Sonora y desplazarse a México en horas de oficina para una simple comida de amigos no es lo usual.
*En Oaxaca quedó registrada la alianza PRI-Partido Verde, con la que los tricolores intentarán disminuir entre el electorado la fuerza del impacto que produjo la coalición conformada alrededor de la candidatura de Gabino Cué Monteagudo por los partidos Acción Nacional, Convergencia, de la Revolución Democrática y del Trabajo.