#SinVotoNoHayDinero
Guillermina Gómora Ordóñez martes 13, Ago 2019Caleidoscopio
Guillermina Gómora Ordóñez
Una vez más, el financiamiento a los partidos políticos acapara el debate público; los más de 5 mil 239 millones que se repartirán en 2020 a los siete organismos registrados ante el Instituto Nacional Electoral (INE) despertaron la ira ciudadana por los escasos beneficios que el actual sistema representa para la democracia mexicana.
La polémica se focaliza en tres razones fundamentales: 1º. El alto monto del financiamiento que reciben los partidos con registro nacional; 2º. La inestabilidad y recesión económica que afectan a la economía mexicana; 3º. Los escándalos financieros que se han generado en los partidos y la poca transparencia en el manejo de estos recursos públicos.
Muestra de la partidocracia inútil, es el Verde Ecologista de México, que de 1991 a la fecha ha hecho de las alianzas su botín de canje y supervivencia. En el año 2000 apoyó al PAN con Vicente Fox y en 2012 respaldó la alianza Compromisos por México que impulsó a Enrique Peña Nieto. Hoy es aliado incondicional de Morena en el Congreso. Siempre dispuesto al mejor postor para conseguir escaños y financiamiento, sin ningún pudor ideológico de por medio.
Nada nuevo en México, donde el surgimiento de partidos no es un signo de pluralidad política, sino de cotos de poder al servicio de grupos determinados que, entre otros beneficios, disfrutan de los cuantiosos presupuestos provenientes del erario. Ejemplos de estos vividores son el Partido del Trabajo; Nueva Alianza y Encuentro Social, entre otros.
Tal vez por eso los niveles de aceptación de los partidos son mínimos y se reflejan en la percepción social del sistema democrático. Según el Latinobarómetro 2018, realizado en 18 países de la región, México destaca como uno de las naciones con mayor insatisfacción con la democracia y con menos apoyo a esa forma de gobierno.
De acuerdo con la encuesta, sólo el 16 por ciento de los mexicanos está muy o algo satisfecho con la forma en cómo funciona la democracia en el país, mientras que el 84 por ciento dijo estar poco o nada satisfecho; un porcentaje ligeramente mayor al que se registró el año pasado (82 por ciento).
Una insatisfacción que se refleja en las urnas, como sucedió el pasado 2 de junio, donde la abstención ganó las elecciones al registrar los siguientes porcentajes: Quintana Roo 78%; Baja California 70%; Puebla y Tamaulipas 67%; Aguascalientes 61%; y Durango 55%. A estas cantidades agregue las personas que votaron en blanco o anularon su voto, que en promedio sería un 3 por ciento más.
Así o más claro el mensaje de hartazgo ciudadano al sistema de partidos. Una crisis con diversos orígenes como la violencia política; descontento; ausencia de propuestas de los candidatos; falta de motivación por incumplimiento de promesas políticas, o apatía, pero que, de 1988 a la elección de 2018, ha reducido la participación ciudadana a un 40 o 50% en los comicios presidenciales.
Bien harían en revisar de nuevo la propuesta del ex diputado independiente Pedro Kumamoto, #SinVotoNoHayDinero y que se aprobó en Jalisco en 2017.
El principio de la ley es que el financiamiento que se les otorgue a los partidos en los años electorales dependa del número de personas que convenzan para votar; y en los no electorales se aplique una disminución de 20 por ciento de la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
La iniciativa #SinVotoNoHayDinero puede implicar un ahorro de más de 50 por ciento para alcanzar una democracia austera y efectiva, afirma Kumamoto.
En efecto, si realmente deseamos elevar el nivel de nuestra democracia, debemos revisar el tema del financiamiento a los partidos políticos y el rol que juegan en el actual contexto histórico, cultural y social como parte de un proceso global de cambio democrático, que se adecue a las realidades económicas del país.
La gobernabilidad de México no debe estar sujeta a la permanencia o ascenso de la franquicia política con el mayor número de militantes registrados en el padrón electoral. Los recursos públicos no deben estar sujetos a las mezquindades políticas de quienes dicen representar al pueblo.
VERICUENTOS
Monreal – partidos fuertes
Con la experiencia de haber militado en tres partidos diferentes, Ricardo Monreal, líder de los senadores de Morena, afirma que “México necesita un régimen de partidos sólido y consolidado”. El zacatecano manifestó su respaldo a la propuesta de austeridad en la asignación de las prerrogativas, pero subrayó que ésta no debe afectar el funcionamiento de las fuerzas políticas. ¡Órale!
En la mira – Seguro Popular
Juan Carlos Romero Hicks, coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, advierte que la iniciativa de Morena para desaparecer el Seguro Popular es una “necedad ideológica”, incongruente, con afán destructivo, que dejaría a miles de familias sin los tratamientos y la atención de alta especialidad de alto costo. ¿Escucharán en Morena? ¡Sopas!