Decepción
Alberto Vieyra G. lunes 21, Sep 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
AMLO “gobierna” a México con el hígado. Resultó toda una decepción, superando en ineptitud a sus antecesores ¿Ya miró usted fijamente a la cara y a los ojos de Andrés Manuel López Obrador? ¿Verdad que destila odio y veneno contra todo lo que se mueva y que no piensen igual que él?
Más de 3 estudiosos del carácter que han pedido a este espacio el anonimato, revelan que AMLO es un hombre profundamente rencoroso, vengativo al grado de la esquizofrenia, narcisista, arrogante y altanero.
Quizá ello explique el por qué a toda costa busca linchar mediáticamente a los ex presidentes de México, sin precisar por qué delitos serían juzgados, ya que los motivos de su carta al Senado revelan una vez más su desconocimiento de las leyes y nuevamente se revela que rinde culto a lo absurdo, la miseria política y ética, pues lo que busca es enfrentar a los mexicanos en una clarísima lucha de buenos contra malos, que es uno de los pilares del populismo político de AMLO o de Donald Trump en Estados Unidos para perpetuarse en el poder.
AMLO jura y perjura que si la Suprema Corte le da luz verde a la consulta para enjuiciar a los ex mandatarios, él votaría en contra. ¡Qué absurdo y ridículo! Pues con ellos busca exhibirse como un humanista perdonavidas. No pocas veces, AMLO se ha comparado con Jesucristo y otros humanistas emblemáticos. Sin embargo, hay que decirlo que AMLO no es ningún humanista. Es un mercenario simulador del poder. Ni él ni nadie puede llamarse humanista, si no conoce lo ancho y profundo de la verdad divina.
En su ridícula carta al Senado, AMLO pregunta: “¿Está de acuerdo o no con que las autoridades competentes, con apego a las leyes y procedimientos aplicables investiguen y, en su caso, sancionen la presunta comisión de delitos por parte de los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, antes, durante y después de sus respectivas gestiones?”.
Sí, antes, durante y después de sus respectivas gestiones. ¿Qué quiere decir esa mariguanada? Pues que los está enjuiciando para toda la vida y de paso, se estaría echando él la soga al cuello enjuiciándose en este momento como Presidente en funciones. Y trataré de explicarlo. A Carlos Salinas lo quiere enjuiciar por el supuesto saqueo cometido en la era neoliberal, ¿en qué código o en qué ley figura eso como delito?; A Zedillo lo quiere en el banquillo de los acusados por haber legalizado el Fobaproa (Fondo Bancario de Protección al Ahorro) un asunto económico, político y social que amenazaba con estallidos del México bronco, pues miles de compatriotas habían caído en la insolvencia de pagar sus créditos a sus bancos, ¿dónde está el delito, señor Presidente?; Ahora bien, acusa a Vicente Fox de haberle robado la elección presidencial de 2006, pero no ofrece ninguna prueba por ese supuesto delito electoral y a Enrique Peña Nieto lo acusa de haber recibido sobornos para su campaña electoral y AMLO parece escupir pa´arriba porque los vídeos que muestran a su hermano Pío López Obrador recibiendo dineros del gobierno chiapaneco para sus campañas electorales del peje, eso sí que es una prueba grave.
Y no faltará quién o quiénes quieran someter a AMLO a juicio como Presidente en funciones por la destrucción de las instituciones nacionales, por hacer trizas al Estado de Derecho, sí, por violar la constitución y las leyes que juro cumplir y hacer cumplir, por su negligencia criminal en el manejo de la pandemia del coronavirus o por no atender los asuntos nacionales que tiene hoy al país patas pa´arriba como es el caso de los ejidatarios de Delicias y Camargo, en Chihuahua, que han puesto al descubierto que el huachicol con el agua de la presa La Boquilla y otras más de Chihuahua lo lleva a cargo AMLO a través de la Conagua.
Por ello y por haber resultado una monumental decepción contra México, Andrés Manuel López Obrador bien podría dejar el cargo si es juzgado por asuntos de trascendencia nacional para que ya deje de estar fregando y jugando con su avión presidencial.