Matriarcado en México
Alberto Vieyra G. miércoles 27, Jul 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En 1 de noviembre de 1979, la priista Griselda Álvarez Ponce de León, con 72 mil 791 votos contra 15 mil 751 votos que obtuvo Gabriel Salgado Aguilar del PAN, se convirtió en gobernadora de Colima y con ello, en la primera gobernadora en la historia de México.
Eran los tiempos en que todavía en México, los perros se amarraban con longaniza. Sí, eran los tiempos de cero delincuencia organizada o si la había, estaba perfectamente controlada por los aparatos de seguridad del Estado mexicano, comandados por el general Arturo Durazo Moreno, El negro Durazo y el llamado policía político de México, Fernando Gutiérrez Barrios. ¡Huy, qué tiempos aquellos! Este tema sobre ambos personajes merece capítulo aparte.
Uno de los primeros casos de mafias criminales de la narco-política se conocería en 1985, cuando el agente de la DEA norteamericana, Enrique Camarena Kiki Salazar fue asesinado por el naciente Cártel de Guadalajara, que lideraba el capo de capos de aquella época, Rafael Caro Quintero, hoy reaprehendido por órdenes de los Halcones de Washington que jamás perdonarán el ultraje al orgullo nacional, como cuando Pancho Villa invadió Columbus en 1916, caso que derivó en la invasión militar norteamericana en Chihuahua. Por el caso Camarena, tiemblan en éste momento más de 3 allá en Estados Unidos y acá en México, uno de ellos Manuel Bartlett, que cobra como director de la CFE, y en 1985, el señor Bartlett era un temido dictadorzuelo que cobraba como secretario de Gobernación y de quien según The New York Times, es investigado por EU.
Para 1987, Beatriz Paredes Rangel, actual senadora del PRI se convirtió en la segunda gobernadora de México de su natal Tlaxcala.
En 1991, Dulce María Sauri Riancho se convertiría en la tercer gobernadora en México de su natal Yucatán.
En los 3 casos, ninguna de esas tres mujeres sería cuestionada por asuntos de corrupción. Tuvieron gestiones políticas intachables, ni tampoco por cuestiones electorales fueron cuestionadas.
En la actualidad, en México, suman 10 mujeres que cobran como gobernadoras y 7 de ellas han sido postuladas por el partido oficial en el gobierno, Morena.
¿Por qué hago historia? Mire usted.
Para 2023, habrá elección de gobernador en Coahuila y el Estado de México, éste último “la joya de la corona” para el PRI. De acuerdo con el INE en alguna de las 2 entidades tendrá que ser una mujer la que encabece el matriarcado político. Todo indica que en el Edomex la alianza PRI, PAN, PRD postulará a Alejandra Del Moral quien se mediría con la ilustre perdedora de esa gubernatura, Delfina Gómez de Morena.
En Coahuila, Morena no tiene mujeres con arrastre y los hombres que tiene, gozan de impopularidad por sus grises desempeños en el gobierno federal como el subsecretario de seguridad, Ricardo García Berdejas.
En el Estado de México, estamos ante una auténtica elección de Estado. El grupo Atlacomulco buscará retenerla de manera rabiosa. Delfina Gómez con todo y que dicen que es popular en las encuestas de Morena, léase la cabeza del Presidente, arrastra dos sambenitos que la llevarían otra vez a sufrir la vergüenza de la derrota: En la SEP deja un tiradero y lo peor es que no ha dicho ni pío, ah… eso de pío es otro asunto que le quita el sueño al Presidente de la República; como es el caso de Delfina Gómez, pues el Partido Morena fue multado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación porque la señora se embolsó más de 13 millones de pesos que mes con mes les descontaba a los trabajadores del municipio de Texcoco cuando mal gobernó ese municipio. En rigor, estamos hablando de una delincuente electoral y mientras no demuestre lo contrario, estaremos hablando de que doña Delfina Gómez tiene estampa de deshonesta.
En fin, en el Edomex y en Coahuila el matriarcado y el patriarcado no tendrá un día de campo en las elecciones de gobernador de 2023.