Confusión ideológica
Ramón Zurita Sahagún lunes 25, Ene 2010De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
¿Así o más confuso?
Las candidaturas que proponen los diversos partidos políticos en los 12 estados que elegirán a sus respectivos gobernadores genera una gran confusión entre la ciudadanía que sorprendida advierte extrañas alianzas.
Perredistas con panistas, priístas con petistas, perredistas contra convergentes y petistas, petistas contra convergentes y perredistas, convergentes con panistas y contra perredistas son algunas de las expresiones que pueden presentarse en julio próximo en el masivo proceso electoral.
Y es que si algo queda claro es la desproporcionada ambición de los partidos y de sus militantes de la obtención del poder a costa de lo que sea, sin importar que traicione su ideología, a sus militantes y la confianza que la ciudadanía deposita en ellos.
Los resultados electorales de julio pasado motivaron a los partidos derrotados buscar otras opciones por las que pudieran alcanzar sus metas electorales y posicionarse para un futuro mediato, sin importar los métodos para ello.
Acción Nacional y el de la Revolución Democrática son los principales partidos que proponen y buscan aliarse para intentar derrotar al Revolucionario Institucional en entidades en las que se aprecia no tendrían opción de ganar yendo solos con candidatos propios para la contienda electoral de julio.
No importa que los candidatos propuestos para esta gran alianza no sean militantes de ninguno de esos partidos, ya que los candidatos propios no garantizan posibilidad alguna.
Para Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo es un buen candidato, bien identificado con la gente, pero que no milita ni en Acción Nacional ni en el PRD, aunque ha sido impulsado por ambos partidos en anteriores contiendas. Gabino, militante de Convergencia y senador por ese partido fue candidato a gobernador avalado por esos partidos en una pasada elección y también recibió el respaldo del PRD en alianza con Convergencia en los comicios federales del 2006, donde ganó con amplitud el escaño senatorial.
En Hidalgo, Xóchitl Gálvez Ruiz, está lejos de ser militante del PAN o del PRD, pero cuenta con el respaldo de ambos partidos para competir en coalición por el gobierno estatal. Su postulación se encuentra todavía en duda, ya que los intereses de los dirigentes de los partidos no logran conciliarse para aterrizar su nominación. Gálvez Ruiz se encuentra lejana de contar con un perfil político y su único contacto con la administración pública fue el sexenio foxista donde fue la encargada de asuntos indígenas.
En Durango estalló una sorpresiva fiebre por la candidatura de José Rosas Aispuro, militante del Partido Revolucionario Institucional, quien es avalado no por su partido, sino propuesto por el dirigente estatal de Acción Nacional y respaldado por los dirigentes de Convergencia, PT y PRD en aquella entidad. Rosas fue dos veces alcalde de la capital del estado, dos veces diputado federal y presidente de la Federación Nacional de Alcaldes Priístas.
Zacatecas registra una situación insólita, ya que el estado es gobernado por Amalia García Medina, militante perredista y este partido postula a Antonio Mejía Haro como su candidato, respaldado por Convergencia, pero sin el aval del PT, que busca una alianza con el PRI y otros partidos de la llamada chiquillería, para que apoyen a su candidato David Monreal Ávila. Esa misma alianza entre PT-PRI se intentó a la inversa, con un candidato priísta en Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz y fue satanizada por el guía moral del partido -no por el formal- que ahora sí puede aprobarla por tratarse de uno de sus seguidores.
Veracruz cuenta con un buen candidato de la izquierda en la persona de Dante Delgado Rannauro, senador con licencia, ex gobernador interino de esa entidad y líder moral de Convergencia, al que el PRD le está regateando el respaldo, con todo y que ya fue su candidato en el pasado reciente en dos ocasiones, en una perdió y en la otra ganó. Sin embargo, el dirigente perredista Juan Carlos Mezhua Campos le regatea el apoyo y aventura que Gerardo Buganza Salmerón pudiese ser su candidato al gobierno estatal.
En otros estados se estudia el establecimiento de alianzas entre PRI-Verde y PRI-Panal. Alguno otro la consabida PAN-Panal y en Quintana Roo se aprecia la natural coalición de la izquierda conformada por PRD-PT-Convergencia alrededor de la candidatura de Gregorio (Greg) Sánchez, alcalde de Benito Juárez (Cancún).
*La reunión de diputados priístas en Boca del Río, Veracruz, mostró distintas facetas, las que fueron desde el anuncio del endurecimiento de los priístas en el Congreso como respuesta a las alianzas que analizan establecer el PAN y el PRD en varios estados del país.
También significó el regreso de Beatriz Paredes Rangel a los primeros planos políticos con un discurso contundente y se confirmó la gran relación existente entre el gobernador de esa entidad Fidel Herrera Beltrán y la dirigente nacional del partido tricolor.
Significó el reencuentro de los legisladores y la despedida de algunos de ellos que se apuntan para competir por distintas candidaturas que estarán en juego en julio próximo.
En los rostros de los legisladores asistentes se apreciaba las posibilidades de ser candidato a gobernador de cada uno de ellos.
Javier Duarte de Ochoa, potencial candidato al gobierno de Veracruz era un magnífico anfitrión, atento, sencillo, conversador y hasta sirvió de chofer de Francisco Rojas Gutiérrez, coordinador de su bancada.
Eviel Pérez Magaña, aspirante por Oaxaca, respira tranquilidad y muestra gran seguridad de tener la candidatura al gobierno estatal en la bolsa y no le inquieta el frente opositor construido alrededor de Gabino Cué.
Jorge Herrera Calderas, sembrado como el favorito en Durango sabe que tiene la candidatura, pero que la coalición que se construye alrededor de otro priísta, José Rosas Aispuro, puede ser un duro escollo.
Roberto Borge Angulo confiado de que, en su momento, se hará oficial su candidatura al gobierno de Quintana Roo.
Jorge Rojo García de Alba, preocupado por la situación en Hidalgo, donde la candidatura opositora de Xóchitl Gálvez puede ser la llave que le abra el candado de la candidatura, ya que la no construcción de esa alianza deja manos libres al gobernador para imponer a quien quiera.