Vancouver, una ciudad seductora
Turismo viernes 30, Jul 2010De cinco estrellas
Victoria González Prado
— Ideal para los amantes del deporte y la naturaleza
— Atracciones únicas y diversas como su paisaje
Desde la ventana del avión empecé a ver numerosos rascacielos, zonas arboladas y agua, mucha agua. El avión estaba a punto de aterrizar en el aeropuerto internacional de Vancouver, Canadá, ciudad que había visitado hacia poco más de 15 años.
Le dicen la «ciudad de cristal» porque sus edificios se reflejan en el océano Pacífico y, en el antiguo centro, hay una atrevida mezcla arquitectónica: ultra-moderna, edificios art-decó y casas burguesas. Es, además, la tercera ciudad con mayor población china en el mundo. Cerca del 45% de sus habitantes son asiáticos, porcentaje que se acentúa hasta llegar al 80% en el barrio de Richmond.
Recordé que la primera vez que visite Vancouver, me pareció que tenía un toque de ciudad europea y lo confirmé ahora. Además, tiene el confort americano y los excelsos rascacielos de Hong Kong que se mezclan con distintas influencias y estilos. Lo mejor de todo, es que Vancouver se distingue por su calidad de vida.
Es una ciudad seductora, ideal para los amantes del deporte y la naturaleza porque pueden dar rienda suelta a su energía… El Stanley Park, es un área verde que se asemeja más a un bosque que a un parque que tiene alrededor de 42 km de paseo para recorrer a pie o en bicicleta.
Vancouver está llena de museos y galerías de arte; deliciosa gastronomía y jardines. Se convierte por su diversidad en rico mosaico de gente y cultura de todo el mundo.
Las atracciones son únicas y diversas como su paisaje. Desde los “Encuentros árticos” en el Acuario y Centro de Ciencias Marinas, a las exhibiciones interactivas en el Mundo de las ciencias en Telus World of Science hay algo para todos los gustos e intereses.
Vancouver, es la tercera ciudad más grande de Canadá, con uno de los más hermosos escenarios en el mundo y punto de partida para explorar el espectacular escenario de la Columbia Británica.
Nos invitó la Oficina de Turismo de Columbia Británica que representa en México Daniela Santibáñez, y, Magdalena Bermea, gerente de relaciones públicas de la Comisión Canadiense de Turismo (CTC). En Vancouver nos recibió Janice Greenwood-Fraser, gerente de relaciones con medios especializados en viajes; Wendy Underwood, gerente internacional de relaciones con medios especializados y trade; Fiona Tso y Amber Sessions, todas ellas de la Oficina de Turismo de la Columbia Británica. Holly Lenk, gerente de relaciones con medios especializados en viajes y Lisa Pilling, coordinadora, ambas de la Oficina de Turismo de Victoria.
Luego de hospedarnos en el Hotel Four Seasons, en West Georgia St., con una ubicación privilegiada nos fuimos a comer al restaurante Carderos, en Harbour Quay que ofrece una selección de pescado fresco, asado o a la parrilla, jugoso salmón cocido o al horno; filetes de costilla, calamares y otros platillos además de distintos vinos y cervezas.
En Vancouver podemos movernos en Seabus, originales autobuses sobre el agua; en SkyTrain, trenes subterráneos; por supuesto en automóvil; bicicleta y, caminando llegamos a Gastown, que es el centro antiguo de la ciudad, con muchos negocios y restaurantes de todo tipo. Es un lugar histórico, de los barrios más antiguos, notable por su arquitectura antigua.
Aquí, destaca el famoso Steam Clock, reloj de vapor, que funciona con el vapor generado por el sistema que solía calentar a los bloques de oficinas de Downtown. Aunque su diseño data del siglo XIX, el primer reloj de vapor del mundo se construyó en 1975.
Se llama Gastown por Gassy Jack, el dueño de un saloon que ofreció a los molineros del lugar todo el whisky que pudieran beber si le ayudaban a construir su saloon y claro, el lugar se pudo abrir al día siguiente. Gastown es el mejor lugar para encontrar souvenirs, artesanía y las obras de los aborígenes del noroeste del Pacífico.
Muy cerca está el pintoresco barrio de Chinatown, el más grande de Canadá, se centra en Pender Street y Main Street, el lugar es un paraíso de colores y aromas, lleno de restaurantes que sirven platillos chinos tradicionales.
Cenamos en Un, en Granville St., con espectaculares vistas de Granville Island y False Creek… Al otro día recorrimos Granville Island, una zona llena de bares, restaurantes, tiendas y un enorme mercado público donde tomamos café y compramos miel, dulces y mantequilla de Maple. Nos recibió Scott Fraser, coordinador de marketing y comunicación.
El mercado está rodeado por pequeños locales donde alfareros, tejedores y sopladores de cristal trabajan y dan muestra de su ingenio y también están los museos de pesca, de maquetas de barcos y de trenes (www.granvilleislandmuseums.com/). En verano, hay conciertos al aire libre y para los más pequeños, Kid’s Market, el mercado para niños con una zona de juegos.
Vancouver ofrece muchas opciones entre ellas disfrutar de distintos deportes acuáticos sobre la costa pacífica durante la mañana, esquiar por la tarde en las North Shore Mountains, y más tarde relajarse con un paseo sobre Seawall Promenade, en el Stanley Park entre tótems originales.
De lo mucho que ofrece Vancouver les hablaré en otro reportaje para dar sólo una pequeña “probadita” de lo mucho que ofrece a los visitantes.