La pasarela política a diez años
José Antonio López Sosa jueves 2, Dic 2010Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
El Presidente de la República en un acto distinto a lo usual, conglomeró a un importante número de personas en el centro Banamex el día de ayer por la mañana y abordó temas relativos a su gobierno, evidentemente defendiendo sus hechos y dichos.
Me enteré de los temas que trató por lo que distintos medios de comunicación electrónicos e impresos publicaron al respecto, en síntesis vuelve a ser la constante de los gobiernos panistas, que todo va bien, va a estar mejor y estaría peor de no estar ellos al frente de esta nación.
Según Felipe Calderón estamos rondando el millón de empleos este año (más de 900 mil) , nuestra economía está mejor que nunca y al parecer, debemos agradecerle el “no haber caído en la tentación” de negociar con los criminales, no obstante siguen en el aire los famosos “daños colaterales” donde miles de civiles inocentes han muerto incluso a manos del Ejército, la Marina y la Policía Federal.
Las cifras al parecer fueron claras, lo mismo que lo que vivimos los ciudadanos de a pie, ¿por qué el presidente si va tan bien el país no puede salir a la calle sin la parafernalia del Estado Mayor Presidencial?, ¿por qué no puede dejar de llevar las jaulas a donde quiera que va?, ¿por qué no se apersona bajo ninguna circunstancia en el Congreso?, ¿por qué no sale a las calles a vivir de cerca lo que padecemos sus millones de gobernados?
De nueva cuenta me parece que vivimos un mundo paralelo, el México de verdad de más de cien millones de habitantes y el México versión 2.0 del presidente Calderón y su gabinete, donde entre helicópteros, aviones y guaruras no alcanzan a percibir lo que realmente padece la sociedad.
El informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sitúa a México junto a Costa Rica y Ecuador, como los únicos países de la región cuyo nivel de pobreza creció, contrario al resto de América Latina donde la pobreza disminuyó.
A diez años de la alternancia tenemos mucho que lamentarnos, no por la transición en sí que me parece positiva, era justo dejar fuera en el año 2000 al partido que gobernó por 70 años de forma autoritaria; sin embargo, después de haberlo logrado los panistas no supieron qué hacer con la responsabilidad, ¿de qué sirve vivir en la alternancia cuando el Presidente en turno vive en una realidad distinta?, ¿cuándo Fox y Calderón poco hicieron por cumplir esas promesas de cambio que inundaron nuestras conciencias?
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