Militarización del país
Alberto Vieyra G. viernes 5, Jul 2019De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“Mal comienza la semana para el que ahorcan en lunes”. Eso reza la máxima de nuestros abuelos y le queda como anillo al dedo a la naciente Guardia Nacional, que comienza a operar en México, sin brújula, sin una estrategia con rumbo, con deserciones y motines de la Policía Federal, que detesta estar bajo las órdenes de los generalotes de la Guardia Nacional, todos ellos de origen militar.
Sí, México se militariza y por ley. Y el Presidente de la República está furioso, porque la sublevación de los efectivos de la Policía Federal le echó a perder su esquema de hacer ver a la Guardia Nacional de tuti-fruti, y hoy, los elementos de esa corporación solamente tienen un origen: el Ejército y la Armada de México. Ante el estallido de insubordinación para no formar parte de la Guardia Nacional, pues los polifederales aseguran que las condiciones laborales son deplorables y en franca violación a sus derechos, el Presidente de México, en vez de convocar al diálogo, se daría a la tarea de denostar a más no poder a esa corporación, creada durante la llamada docena trágica panista. AMLO no quiere saber nada que huela a PRI o PAN “fifí”. Les llamaría precisamente “fifís”, podridos y corruptos, y denunciaría que detrás de su movimiento subversivo hay “mano negra”.
La lógica nos dice que, si estamos ante una Policía Federal podrida, pues no tiene caso que a la canasta de la Guardia Nacional se lleven las manzanas podridas, que harán un pudridero. Así que lo sensato es que, si los federales no quieren formar parte de la Guardia Nacional, pues que los liquiden laboralmente de acuerdo a la ley.
A fuerza, ni los zapatos entran. Y vaya que los militares y federales quieren uniformes y botas nuevas, dos veces por año, seguro de vida, seguro médico, un sueldo de 30 mil pesos al mes, más un bono de 9 mil y demás prestaciones de las que actualmente gozan.
El pliego petitorio se antoja prácticamente imposible de cumplir ante un Presidente avaro que les recorta el gasto a los principales rubros, como la salud, y ahora, a la educación, pues ya se adelanta que posiblemente este año no haya libros de texto gratuitos por los recortes presupuestales y porque en la licitación no pudo entrar uno de sus compadres.
Si López Obrador y su flamante secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, no hilan filo en este asunto, no hay la menor duda de que la Guardia Nacional comienza mal y que pronto estallarán las inconformidades por las condiciones deplorables en las que comienzan a trabajar. ¿No estamos acaso ante una militarización legalizada?.. ¿Así las cosas, la Guardia Nacional, de origen militar garantiza la consecución de la paz para poner fin a un México macabro y morboso?
De una cosa estamos ciertos: al Ejército se le está manipulando peligrosamente y no hay que olvidar que la historia de México está llena de golpes de Estado, asonadas y pronunciamientos militares.
Desde el 2006, cuando el borrachín Felipe Calderón comenzó a usar al Ejército y Armada de México en labores de policía, se inició el desprestigio para esa institución castrense como violadora de derechos humanos y hasta de ser parte de la delincuencia organizada.
Fue más de una década que las fuerzas armadas funcionaron ilegalmente en territorio nacional. Ni eran policías, ni eran soldados, hasta que Andrés Manuel López Obrador les otorgó constitucionalmente un marco legal para que actúen como policías. ¿No estará México en vías de una asonada militar?