Hambruna, desigualdad, contaminación, escasez de agua, conflictos… agobian al planeta
Luis Muñoz jueves 12, Mar 2020Segunda vuelta
Luis Muñoz
¿Cuáles son los problemas que agobian al planeta?
Se habla de cinco, pero pueden ser más: Hambruna, desigualdad, contaminación, escases de agua y conflictos de todo tipo. Pero también se pueden considerar otros como el de la salud, la educación y la vivienda.
Es cierto que la realidad que se vive en diferentes partes del mundo es distinta. Por lo mismo es importante, dicen los expertos, que “aprendamos a abrir los ojos” y sensibilizarnos sobre los problemas del mundo actual de forma global, no solo para conocerlos, sino para saber cuáles son sus causas, aprender a prevenirlos y buscar soluciones. Conocer lo que ocurre a nuestro alrededor, señala la Agencia de la ONU para los Refugiados, nos ayuda a saber la trascendencia real de cada problema y poner “manos a la obra”. En el caso del hambre en el mundo, se sabe que dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030 podemos destacar que es la erradicación del hambre y de la malnutrición en todas sus formas.
Estos objetivos y los avances que se producen para lograrlos se analizan en el informe de la FAO, según el cual el hambre disminuyó durante algunos años, para volver a aumentar y afectar a 815 millones de personas en 2016 (es decir, el 11% de la población del mundo). Las dos principales causas del hambre son los conflictos violentos y las perturbaciones del clima. Se sabe que unos 489 millones de personas que padecen hambre viven en países en conflicto. El hambre tiene gravísimos efectos en los niños: según el citado informe, poco más de 155 millones de niños menores de 5 años padecen un retraso en el crecimiento (estatura baja para su edad) y 52 millones de niños tienen un peso demasiado bajo para su estatura.
El hambre afectó gravemente durante 2017 a Sudán del Sur y se corre el riesgo de que se extienda a otros países como Nigeria, Somalia o Yemen que viven conflictos.
Si analizamos las cifras por continentes, vemos que el hambre afecta sobre todo a Asia (520 millones de personas), África (243 millones) y Latinoamérica y Caribe (43 millones).
En cuanto a la desigualdad, el informe de 2018 elaborado por World Inequality Lab, afirma que la desigualdad ha aumentado en casi todo el mundo, aunque con una velocidad diferente en cada zona. Uno de los datos más importantes que destaca es que el 1% de la población con mayores ingresos recibió el doble de ingresos que el 50% más pobre, mientras que la clase media se contrajo.
Sin embargo, la desigualdad no solo tiene que ver con los ingresos; también tiene que ver con el género. La desigualdad entre hombres y mujeres lo subrayan organismos como la ONU Women, que pone de manifiesto cómo las mujeres ocupan menos de un tercio de los puestos directivos de nivel medio o alto. De la contaminación, podemos decir que todos hemos oído hablar del calentamiento global: se trata de la elevación de la temperatura media de la Tierra y de los océanos, debida a la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono a la atmósfera. Por lo tanto, la contaminación del aire guarda una relación directa con el fenómeno del calentamiento global. La contaminación no solo afecta a nuestra salud, sino que también tiene consecuencias negativas en el medio ambiente. De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación del aire puede afectar a los pulmones y causar asma, entre otras patologías. Por otro lado, la OMS destaca que en 2014 el 92% de la población vivía en lugares donde no se respetan sus directrices sobre la calidad del aire.
Para que tener una idea de la magnitud del problema, según datos de Greenpeace, una botella de plástico puede tardar unos 600 años en descomponerse y una bolsa de plástico, 55. México, afortunadamente, ya ha tomado conciencia de esta situación. El acceso al agua potable es otro gran problema. Vemos que la contaminación del agua y los conflictos que existen en el mundo y que suponen, en ocasiones, la destrucción de las infraestructura s del agua son la causa de que muchas personas no tengan acceso al vital líquido. La OMS ha proporcionado datos que muestran como 844 millones de personas no tienen un servicio básico de suministro de agua potable.
Por otra parte, 2000 millones de personas en el mundo se abastecen de agua contaminada por heces (y residuos tóxicos de la industria). Ha quedado demostrado que esta agua puede ser una fuente para la transmisión de enfermedades como la diarrea, el cólera o la fiebre tifoidea y se calcula que 842.000 personas mueren al año de diarrea debida a aguas contaminadas, a un saneamiento deficiente o a una mala higiene, que son causas que se pueden prevenir.