De la democracia a la dictadura
Alberto Vieyra G. miércoles 16, Feb 2022De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Con Andrés Manuel López Obrador, México pasó de ser una democracia a una “híbrida dictadura”. Es la conclusión a la que llegó un minucioso estudio de la revista inglesa, The Economist sobre las democracias en América Latina y en particular sobre México, que retrocedió casi un punto porcentual en el último año de 6.07 a 5.54, es decir a una calificación de una democracia reprobada.
The Economist observa que en México las cosas van de mal en peor y que la “democracia participativa” que pregona López Obrador no es una democracia que se refleje en los bolsillos, la panza, ni en las mesas de millones de mexicanos. En otras palabras, estamos ante una democracia de un sólo hombre y el país para un sólo hombre, que es la democracia que le gusta a AMLO y esa democracia se está convirtiendo en un peligroso autoritarismo como lo prueban sus encarnizados pleitos contra los “conservadores”, los que según él son el enemigo común de su gobierno y del pueblo de México o sus encontronazos permanentes con la prensa y los periodistas de México como es el caso del Loretazo en contra de Carlos Loret de Mola, con el cual el Presidente de la República ha violado la Constitución y otros ordenamientos legales que amparan los derechos de la libertad de expresión y los datos personales que deben ser secretos.
AMLO quemó al periodista en leña verde exhibiendo con cuando menos 4 faltas de ortografía los supuestos ingresos que recibe el periodista por su trabajo en los diferentes medios de comunicación, a los que sirve con una pluma que arrastra y resulta muy ponzoñosa para el poder público, pero sobre todo para los sinvergüenzas que viven de lo robado al pueblo.
AMLO montaría en cólera cuando Mexicanos Contra la Corrupción detonó la supuesta corrupción que presume un conflicto de intereses por el jacalito que José Ramón López Beltrán y su mujer habitaban en Texas, asunto ligado a un empleado de una empresa contratista de Pemex llamada Baker Hughes, que ha tenido millonarios contratos con la paraestatal en México y cuyo asunto sería profundizado por Loret de Mola.
Al más puro estilo de Torquemada, AMLO enloqueció y en su loca ceguera violaría el Código Penal Federal en su artículo 197 que castiga la “revelación de datos personales”. También cometió delito de violación al Secreto Fiscal en su ley especial, artículos 69, 111, 114-A y 114-B. Abuso de autoridad, previsto en el 215 de la Ley General de Responsabilidades Administrativas Federal y que prevé el abuso de funciones como una falta administrativa grave, artículo 57, además de los artículos 16, sexto y séptimo constitucional que garantizan la libre expresión, no sólo de los periodistas, sino de cualquier mexicano, sin importar filiación política, credo religioso o lo que sea.
AMLO debe estar muy preocupado y dejar de atizarle a la hoguera porque si algo le pasa a Loret de Mola o a su familia, el asunto podría convertirse en una papa caliente que difícilmente podría manejar el próximo 10 de abril cuando se lleve a cabo la elección de Revocación de Mandato que automáticamente lo pondría fuera de Palacio Nacional.
El primer trabajo que tendrá AMLO es ponerle a Loret de Mola una protección día y noche para que no le pase nada para que no se le vaya ocurrir a un loco tocarlo ni con el pétalo de una rosa y de paso AMLO tendrá que leer y releer a Maquiavelo en el Infierno con Montesquieu, aunque creo que ya no será necesario porque cada día que pasa, AMLO se va quedando cada vez más solo y empequeñeciéndose más en esos imponentes salones de Palacio Nacional y para que no se siga sintiendo el apóstol de la democracia que encabezó Madero y menos para que siga tergiversando las cuestiones religiosas cuando se refiere a Jesucristo, de quien asegura que murió “por defender a los pobres”, cuando que fue asesinado por haberse declarado ‘rey de los judíos’ y por blasfemia como el hijo de Dios.