La 4T, tras una elección de Estado
Luis Ángel García viernes 14, Abr 2023Por la Derecha..!
Luis Ángel García
La contienda electoral por la gubernatura del Edomex inicia, más que con expectativas, con muchas especulaciones, donde parece que lo menos importante es la voluntad popular expresada en el sufragio. Encuestas serias, cuchareadas o hechas a la medida tienen un común denominador: anticipan el triunfo de la candidata guinda. Si esos ejercicios demoscópicos reflejaran hoy la verdadera voluntad ciudadana, la decisión del elector, qué necesidad habría de llevar a cabo tan onerosos comicios, porque la democracia es cara.
Como en un concurso de belleza o de popularidad, que sean los sondeos los que determinen a los candidatos ganadores. Pero la cuestión no es tan fácil, seguramente sí, la 4T arrebatará la gubernatura al partido tricolor, pero ¿con esa candidata?, una mujer sin personalidad, con serios cuestionamientos de corrupción, señalada por sus antecedentes como delincuente electoral y sus malos manejos con el presupuesto educativo, sin discurso, sin empatía, sin lenguaje corporal que transmita confianza, títere de sus mentores políticos, sin experiencia en la administración pública -su paso gris por la SEP no hizo verano- , tiene el único atributo de contar con la venia del tlatoani mayor, al que sólo le importa el 90 por ciento de lealtad, y vaya que le fue leal como alcaldesa de Texcoco y sus moches a los burócratas municipales.
¿Qué hace suponer que la delfina de Palacio será la nueva inquilina del edificio de Lerdo 300 en Toluca? No la veintena de encuestas y sondeos que difunden profusamente los panegiristas de la 4T que le dan una ventaja de hasta 20 puntos, sino la intención de convertir esos comicios en una elección de Estado, donde la maquinaria gubernamental federal operará a favor de la texcocana, con el uso de recursos públicos para la compra de voluntades a través del uso político de los programas sociales, con el fomento del turismo electoral -cambio de domicilio de las huestes morenistas al Estado de México solo hasta el día de las elecciones-, el pago por sufragar a favor de la suspirante oficial, con la anuencia del mandatario priista que aun sin conocer al candidato de su partido o alianza para 2024, ya se hace en el gabinete de Claudia Sheinbaum como si ya fuera presidenta electa.
Además, está el riesgo de la violencia política que genera el crimen organizado, el cual seguramente actuará a favor de la nominada cuatroteista, amenazarán a políticos y funcionarios electorales, cooptarán a ciudadanos y servidores públicos para que legitimen un proceso fraudulento, destruirán casillas, inhibirán el sufragio e intimidarán a cuanta gente se oponga al triunfo de la Delfina presidencial. Esos son los fenómenos que hacen suponer que ganará la morenista, no las encuestas anticipadas que proclaman desde ya la victoria de una mujer que hoy demuestra su desprecio por la ley y la legalidad, que rompe con las normas y se burla de los acuerdos políticos con el árbitro electoral.
Sabedora de que no tiene dotes de oradora, que no proyecta una positiva imagen pública y sí tiene cola que le pisen, rehúye el debate al que convocó el Instituto Electoral del Edomex y que aceptó su representante de partido. Busca diferirlo, ante la imposibilidad de ser sancionada, intuye que no habrá consecuencias a la negativa de participar en un diálogo para discutir sus propuestas de gobierno. Reconoce que no le irá “requetebién” en esa confrontación televisada.
¿Qué estrategia o guerra sucia aconsejará su war room para legitimar su triunfo en una anticipada elección de Estado?
Los comicios en la entidad con el mayor padrón electoral en el país serán una dura prueba para la democracia mexicana; esperemos que los mexiquenses no permitan que prospere el embate gubernamental que pretende imponer un proyecto populista que afectará el desarrollo nacional y la calidad de vida de millones de mexicanos.