Para muchos migrantes regresar a su país de origen no es opción
* Destacadas, Mundo, Nacional lunes 27, Ene 2025Se saturan albergues en la frontera norte de México
Semanalmente ingresarán al país alrededor de 2 mil personas de diferentes nacionalidades

Los albergues de migrantes ubicados en la frontera norte de México se encuentran al límite, tras el cierre de la frontera ordenado por el presidente Donald Trump.
Ante el cierre de la frontera de Estados Unidos para los migrantes ilegales y la suspensión del sistema de solicitud de asilo CBP One, los albergues para extranjeros sin papeles ubicados en la frontera norte de México se encuentran al límite, ya que la mayoría de inducumentados se resiste a regresar a su país de origen.
Angelo Manzano, un venezolano de 34 años procedente del Estado Zulia, tenía fecha para cruzar a San Diego este 22 de enero. “Todo estaba marchando bien, pero el 20 de enero sólo consiguieron pasar las personas que tenían turno a las 05.00 de la mañana, el resto ya no pudo”, dijo.
Al igual que Angelo, cientos de personas piensan si deben quedarse a esperar en México o si deben de emprender el viaje de regreso a sus países. Muchos de ellos no pueden regresar. Tampoco pueden avanzar y sus opciones se reducen a quedarse en Tijuana, buscar trabajo y asentarse ahí, como hizo la comunidad haitiana en 2016. “Aquí uno tiene más oportunidades que en su país”, responde Manzano. Este es el caso de Caridad Hernández y Jorge Ramos, un matrimonio cubano que tenía cita el 21 de enero. “Estamos pensando qué hacer, vendimos todo lo que teníamos, así que nos toca buscar un trabajo aquí”, explica Ramos.
“Regresar a nuestro país no es opción”
Entre las historias de la búsqueda del “sueño americano” también está la del migrante hondureño Wilmer Orlando Pérez, que entre sus antecedentes cuatro deportaciones desde los Estados Unidos.
Tiene 34 años, y dice que la mitad de su vida ha estado migrando. Y a pesar de que el presidente Donald Trump ya anunció una “emergencia nacional” en la frontera de EU con México y dijo que “todas las entradas ilegales van a parar de inmediato”, Wilmer Orlando quiere volver a intentarlo.
“El que llega aquí es porque Dios lo ama”, comenta el migrante sobre su presencia en la frontera de Piedras Negras, Coahuila.
El hombre dice que su motor son dos hijas que viven en su país. “Tengo que sacarlas”, asegura.
Pero su historial lo obliga a una única forma de llegar a Estados Unidos: de forma ilegal. “No sé cuándo vaya a pasar. El propósito de Dios es grande. Por donde sea nos vamos a tirar, mi misión es llegar”, insiste.
Aunque no tiene familia en Estados Unidos, Wilmer Orlando dice que su meta es llegar a San Antonio, en Texas.
La última vez que lo atraparon fue en febrero del año pasado en San Antonio. Fue encarcelado y pidió su deportación porque su mamá había muerto.
Juan Pérez, otro migrante hondureño, fue deportado en 2023. Decidió entregarse a las autoridades migratorias en Piedras Negras y solicitarles el asilo, pero éstas se lo negaron.
A pesar de ello, decidió que en esta ocasión aplicaría para una cita a través de CPB One. Sin embargo, desde junio pidió la cita y es fecha que no se la dan, y ya no pasará, pues la aplicación dejó de funcionar.
Albergues saturados
José Luiz Manzo, coordinador del área de Atención Humana de la Casa del Migrante de Saltillo, Coahuila, indicó que, por esta saturación, mucha gente se está quedando en la calle en ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, entre otras.
“Lamentablemente los albergues, sur, centro y puertos fronterizos en Estados Unidos se encuentran completamente saturados, hay mucha gente que no está en situación de calle, pero sí se está quedando en la calle, debido a que ya no hay espacio en los albergues”.
Aseguró que se espera que semanalmente ingresen al país alrededor de 2 mil personas de diferentes nacionalidades, pues el territorio mexicano ostenta la categoría de tercer país seguro, algo que, dijo, el gobierno mexicano no ha contemplado.
Añadió que gran parte de estos centros se sostienen sin apoyo gubernamental, pero las autoridades se han acercado para indagar sobre la capacidad para acoger a personas expulsadas de EU.
“Muchos de los albergues en México se sostienen gracias a los donativos de la sociedad mexicana y el gobierno no aporta ni un peso tanto a nivel municipal, estatal o federal”.
El representante de la Casa del Migrante de Saltillo aseguró que se encuentran en un entorno complicado y esperan no verse rebasados por la situación que se aproxima en estos días.
Construyen mega albergues para migrantes deportados
Con apoyo del gobierno federal, autoridades de las ciudades fronterizas de Ciudad Juárez, Piedras Negras, Reynosa y Tijuana instalan mega albergues para recibir a migrantes mexicanos y extranjeros que sean deportados por el nuevo gobierno de Estados Unidos, en los que se les dará apoyo médico, psicológico, alimentario y se van a instalar cocinas móviles.
Ante este panorama, en Ciudad Juárez, Chihuahua, las autoridades federales habilitan mega albergue que va a tener capacidad para apoyar a 2 mil 500 migrantes mexicanos que sean expulsados de EU.
En Coahuila, en la localidad de Rosita, a 113 kilómetros de la frontera con EU, autoridades instalan un albergue en una nave industrial que rentaron.
En Reynosa, Tamaulipas, se instala un albergue en el Parque Cultural, sitio en el que antes se colocaba la Expoferia, que se realiza en febrero; en este albergue van a proporcionar servicios de salud, asesoría legal, agua e internet a migrantes. El objetivo es que sea un lugar seguro y que aleje a las personas en contexto de movilidad de extorsiones y secuestros.