Pacto AMLO-MEC
Ramón Zurita Sahagún jueves 6, Oct 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Sabedores de que la división de la izquierda en dos postulaciones presidenciales solamente traería la segura derrota electoral, altos dirigentes de esos partidos buscan el método para que no haya resquebrajamiento o fisuras al interior de esos partidos.
Ensayan diversas propuestas, pero la que más parece acomodarles es el compromiso del respeto a la decisión de las encuestas y que el perdedor acepte otra candidatura.
La opción sería formar una mancuerna en la que el mejor posicionado en las encuestas abandere a la izquierda en el camino a la Presidencia de la República y el otro fuese postulado como aspirante al Senado de la República, con la promesa de coordinar al grupo legislativo.
Esta fórmula no suena para nada fantasiosa, aunque habría que ver si los promotores de la idea logran convencer al tabasqueño, si es que no logra convertirse nuevamente en candidato presidencial.
La mancuerna parece lógica, aunque los promotores de la idea consideran que Marcelo resultará el candidato presidencial y AMLO iría como candidato al Senado de la República, pero no por Tabasco, sino por el Distrito Federal, lo que le daría un ingrediente adicional, mantener esta entidad en poder de la izquierda.
Incluso, el que resulte candidato al Senado podría ser el ganón, proponiendo al candidato que disputaría la plaza de jefe de gobierno.
Para los promotores de la idea, la idea parece sensacional, ya que en la imaginaria, Marcelo como candidato presidencial resulta ser más atractivo que AMLO y éste como abanderado al Senado por el Distrito Federal tendría gran respaldo.
En caso contrario, aseguran, se mantendrían las posibilidades de ganar el Distrito Federal con Marcelo como aspirante al Senado, pero se resentiría sensiblemente en el ámbito nacional.
Por búsquedas no queda y en los partidos de izquierda inquieta el que los resultados de las encuestas que habrán de aplicarse para sacar a su candidato presidencial no respondan de la forma esperada.
Es cierto que tanto Andrés Manuel López Obrador como Marcelo Ebrard Casaubón se comprometieron ante las militancias de esos partidos acatar lo que las encuestan digan, pero del plato a la boca se cae la sopa, dicen algunos.
Hay quienes sugieren que si AMLO no resulta el candidato presidencial de las izquierdas, compita por tercera ocasión por el gobierno de Tabasco, entidad donde mantiene altos niveles de aceptación y cuya elección posiblemente ganaría, sin muchas complicaciones.
Pero la realidad es que Tabasco le quedó chico a AMLO y ni en el peor escenario lo consideraría.
Hay que recordar que Andrés Manuel fue candidato al gobierno de Tabasco en 1988 y sucumbió ante el priísta Salvador Neme Castillo y seis años después compitió otra vez, ahora contra Roberto Madrazo Pintado y de nueva cuenta fue vencido en las urnas.
En las dos contiendas alegó fraude electoral y en la segunda el gasto excesivo realizado, supuestamente, en la campaña priísta le generó los argumentos necesarios para impugnarla, al tiempo que contó con el respaldo de algunos consejeros electorales, algunos de ellos, convertidos, después, en seguidores religiosos del tabasqueño.
Otro punto en el que se podría establecer acuerdo entre las dos partes, sería el quién ocupara el interinato de la jefatura de gobierno, cuando Marcelo pidiese licencia al cargo.
La intención es que la propuesta a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal corra por cuenta de Marcelo y que sea negociada para que le correspondan espacios a la contraparte.
En las anteriores licencias de jefes de gobierno perredistas que buscaron la Presidencia de la República, fueron ellos -Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador- los que llevaron mano en la designación.
Rosario Robles Berlanga y Alejandro Encinas Rodríguez fueron propuesta de Cárdenas, la primera y de López Obrador el segundo.
En la actualidad se consideran dos cartas, Mario Delgado Carrillo, secretario de Educación, en caso de no obtener la candidatura a jefe de gobierno, y Manuel Mondragón y Kalb, aunque al segundo le pesan los años.
GOBERNADORES, EN SAN LÁZARO
Inició la ronda de gobernadores en su pasarela anual por la Cámara de Diputados, a la búsqueda de mayores presupuestos para sus entidades, presentando sus proyectos y programas para el ejercicio fiscal del 2012.
Es un rito que los gobernantes de las 32 entidades del país cabildeen ante los diputados y sus fracciones las posibilidades de conseguir dinero extra para cumplir sus compromisos, y la mayoría de ellos consigue su objetivo.
La pasarela la inició el mandatario de San Luis Potosí, Fernando Toranzo, le siguió Francisco Olvera Ruiz, Hidalgo, más adelante llegó Gabino Cué Monteagudo, Oaxaca, y ayer estuvieron el de Chihuahua, César Duarte y Zacatecas, Miguel Alonso Reyes.
Los dos gobernantes enfrentan fuertes problemas de seguridad, por lo que sus peticiones van enfocadas a ello, reforzamiento de la seguridad, dotación de los equipos necesarios para los cuerpos de seguridad y la construcción de obras necesarias para vincular más a la sociedad.
Hoy les toca el turno a Andrés Granier Melo, Tabasco y Rodrigo Medina de la Cruz, Nuevo León, quien enfrenta fuerte oposición en su estado sobre su continuidad.
MANUAL PARA EL CIUDADANO
Sin duda, el poder de convocatoria de las personas va en razón de su prestigio y comportamiento, pero si a ello se le añade una razón de peso, el resultado es satisfactorio.
Así sucedió con la presentación del libro “Manual del Poder Ciudadano”, un magnífico compendio de las acciones que se pueden estructurar para la reconstrucción del país.
El autor, Ulrich Richter Morales, consiguió presentadores de lujo, como lo fueron el senador Manlio Fabio Beltrones, el empresario editorial Juan Francisco Ealy Ortiz; el hijo del ex presidente de España, Adolfo Suárez; el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Edgar Elías Azar, entre otras personalidades.