El villano favorito
Ramón Zurita Sahagún viernes 14, Oct 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Genaro García Luna es desde hace tiempo el villano favorito de los diputados de oposición, al que citan con gran frecuencia en comisiones o ante el pleno, para reclamarle sus desaciertos en la operación contra el crimen organizado.
Es cierto que el secretario de Seguridad Pública federal debe muchas explicaciones sobre su nula eficacia y debe responder sobre una serie de asuntos sumamente entrampados, pero llega siempre vacunado ante los diputados.
Las comparecencias de García Luna son siempre tortuosas, los diputados le dan con todo y él, simplemente, responde lo que le da la gana.
Su desempeño es fuertemente cuestionado dentro y fuera de los círculos políticos, su renuncia ha sido exigida desde diversas trincheras, su gestión es puesta en duda, sin faltar acusaciones de todo tipo, sin que se inmute.
En estas reuniones de supuesto intercambio o de rendición de cuentas, los insultos contra García Luna no han sido pocos y es conjuntamente con el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, los dos secretarios del gabinete presidencial más vituperados.
García Luna ha sido señalado por una serie de excesos que van desde la construcción de mansiones que ni con el sueldo de toda su vida podría cubrir, de montajes televisivos, de fabricar culpables, de ordenar la detención de inocentes y nada sucede.
Sigue inamovible en el cargo para el que fue designado por el Presidente Calderón.
En el lapso de poco más de cinco años, el saldo no es nada favorable, ya que en el camino varios de sus colaboradores cercanos han caído, unos como presuntos delincuentes, otros como probados, unos más abatidos por las balas de los delincuentes que alguna vez protegieron.
García Luna es un personaje torvo y oscuro que, incluso, se distanció de quienes le enseñaron el camino de la seguridad pública, relevándolos de sus funciones, por no estar de acuerdo en sus políticas de seguridad y hacerle ver las fallas y omisiones que comete.
Sus roces con las fuerzas armadas, Ejército y Marina, son constantes, ya que la visión de la lucha contra la delincuencia organizada es distinta, pero más que nada porque los militares son sometidos al mando civil.
Los saldos de más 40 mil muertos son adjudicados a su desastrosa política de seguridad pública y a su tozudez de no quererla variar.
Él será en parte responsable de la forma en que juzgue la historia el desempeño presidencial de Felipe Calderón y lo es también de la eventual denuncia que será interpuesta ante la Corte Penal Internacional en contra del actual Ejecutivo federal y del propio García Luna, así como otros servidores públicos de la presente administración.
Pero nada de eso preocupa al secretario de Seguridad Pública, quien para efectos de garantizar su seguridad usa decenas de elementos de protección, los que le acompañan a los sitios que frecuenta y protegen sus desplazamientos, sus casas y a su familia.
Claro que al término de su función como servidor público, contará con un equipo de protección similar, que garantice su integridad y la de los suyos.
Por eso, García Luna hace caso omiso de cuanta reclamación le hacen y de los improperios que le lanzan en su cara algunos diputados que como Gerardo Fernández Noroña se extralimitan en su función y pasan del reclamo de cuentas claras al insulto soez.
Esa era la imagen permanente de García Luna, la que cambió radicalmente hace unos días, ya que ahora pasó a la ofensiva y les refutó a los diputados que después de tantas visitas y de las muchas reuniones tenidas, sigan los legisladores con sus comentarios a la ligera.
Farolón como es, García Luna –ingeniero mecánico de profesión-, le dijo a los diputados que si buscan alguien que asuma los costos de la violencia generada por el crimen organizado durante el actual gobierno, él se encuentra dispuesto a hacerlo.
En esta última reunión, celebrada el pasado miércoles, el secretario de Seguridad Pública federal retó a los diputados para que se sometan al polígrafo, situación para la que él se encuentra dispuesto.
Sin embargo, se mostró exasperado por las constantes críticas, principalmente por las que se le hicieron ante los pocos resultados obtenidos, con todo y que se aumentó considerablemente el gasto para su dependencia.
Pero como los anteriores encuentros entre el funcionario y los diputados, nada quedó claro, las políticas de seguridad pública se mantendrán y García Luna mitigará su coraje de la misma forma que lo viene haciendo desde hace cinco años.
FUNDACIÓN ISIDRO FABELA
Un buen trabajo es el que desarrolla el ingeniero Arturo Peña del Mazo al frente de la Fundación Isidro Fabela, con la incorporación de diversos cuadros políticos, algunos de formación tricolor y otros provenientes de otras corrientes ideológicas.
Dentro de este grupo se encuentran Guillermo Jiménez Morales, Joaquín Álvarez Ordóñez, Fernando del Villar y Humberto López, entre otros.
Hace unos días se celebró un concurrido acto en Jalisco, con la toma de posesión de Raúl Álvarez Pérez, como presidente estatal de la Fundación, evento al que asistieron, entre otros, el alcalde Guadalajara, Jorge Aristóteles Sandoval y el diputado federal Arturo Zamora Jiménez, considerados como los dos prospectos mejor posicionados en la carrera por la candidatura priista al gobierno del estado.
CORDERO QUIERE DEBATIR
Es tan grande la desesperación de Ernesto Cordero por alcanzar a sus adversarios internos (Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel) por la candidatura presidencial que urgió para la realización de debates con ellos, para discutir el futuro del país.
“El objetivo es que el partido nos convoque a quienes aspiramos a la candidatura del PAN para que en los meses de octubre y noviembre, de manera conjunta, sostengamos estos debates públicos, dijo Cordero en una carta enviada Gustavo E. Madero.