Bandas sonoras al compás del rock
Cine lunes 5, Abr 2010Vértebras del cine
Luis Diego Hernández Romero
Las primeras proyecciones de cine mudo, eran acompañadas por música en vivo, regularmente órgano, piano o un pequeño ensamble. Muchas veces se realizaba sin partitura y consistía mayoritariamente en un trabajo de improvisación; sin embargo, con el paso del tiempo, junto a la película se componía la banda sonora, cuyas partituras eran distribuidas para asistir la proyección.
Debido a estas circunstancias, apenas han podido rescatarse fragmentos de aquellas partituras, de las que han podido interpretarse para obtener el resultado más fiel posible, no obstante, gracias a ello, las versiones musicales que acompañan a estas películas se ha convertido en un número enriquecedor incluso en las actuales presentaciones en DVD, a tal grado que no ya no se trata de la película sino de la banda sonora que le acompañe.
Un ejemplo de estas convergencias es la remasterización del filme L’Inferno, el primer largometraje italiano de la historia, dirigido por Francesco Bertolini en 1911 y por supuesto basado en los pasajes del infierno de La Divina Comedia de Dante Alighieri. En su tiempo, la película se encontró empleando técnicas de la última vanguardia en cuanto a efectos especiales como la doble exposición y perspectivas forzadas.
La versión disponible actualmente es una recopilación de fragmentos recopilados sobrevivientes de inundaciones, incendios y demás tragedias; Ella es acompañada de un soundtrack generado por la banda alemán de progresivo electrónico, Tangerine Dream, cuya interacción con la película causa un sinfín de altibajos discordantes no solo por el rompimiento de lo clásico con lo contemporáneo, sino por el difícil nivel atmosférico de la música.
Para continuar la tradición de musicalización en vivo, la Cineteca Nacional presenta el programa de Cine Mudo a Ritmo de Cine. En la edición de este año han presentado El Sheik (1921) con música de Abominables y El gabinete del Doctor Caligari, musicalizada por Las Víctimas del Dr. Cerebro. Ambas ejecuciones consiguieron la preciada unión de épocas sin morir en el intento. En el caso de El Gabinete del Doctor Caligari, un clásico de 1920, pionera del expresionismo alemán (movimiento al que también pertenece Nosferatu), narra los crímenes cometidos por Cesare, un asesino serial inducido y conducido hipnóticamente por el Dr. Caligari.
Dentro del programa, las próximas semanas se presentarán Nosferatu, una sinfonía del horror (1922), primer largometraje basado en Drácula de Bram Stoker, que al no poseer los derechos de la novela original, Murnau, director del filme, optó por modificar el nombre de la obra y el de los personajes. La proyección será musicalizada por el grupo rockabilly Los Gatos, una fusión sin duda interesante entre surf y vampiros. También se presentará La General (1927), producida en Estados Unidos y cuenta la aventura de un joven maquinista por rescatar a su amada a bordo de un tren tomado en plena guerra civil.
Este tipo de eventos ayuda a congeniar los signos que con el paso del tiempo y los avance tanto sociales y tecnológicos, se separan de los individuos, es decir, se pierde el nexo que identifica a la persona con el símbolo, y entonces la obra parece no tener sentido. Así, estas películas que parecen tan alejadas a nuestra época pueden aproximarse más, mediante la fresca banda sonora, en vivo además.
Cuadro por cuadro
Aparecen las primeras imágenes de Resident Evil: Afterlife, la cuarta parte de la saga creada por Paul W.S. Anderson que se agregará al furor tridimensional. *** M. Night Shyamalan, director de El Sexto Sentido se ha ofrecido para dirigir la última parte de la saga Crepúsculo pues se considera un fiel seguidor de la misma.