Del presente al no me olvides
Ramón Zurita Sahagún miércoles 22, Ago 2012De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Sin duda el gran enemigo que tiene la justicia en México es, aparte de la impunidad, la poca consistencia de las acusaciones que se ciernen sobre una serie de personajes que son señalados y exhibidos públicamente.
Los señalan, los marcan ante la sociedad y al poco tiempo son dejados en libertad, sin que se proyecte la misma parafernalia que se desata durante su aprehensión.
Sucedió ahora con los empresarios vinculados, supuestamente al delito de lavado de dinero, como operadores de los ex gobernadores de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores.
Los dos personajes en cuestión fueron puestos en libertad, como antes sucedió con otros más, acusados todos ellos de delitos vinculados con la salud, en distintas modalidades que pasan desde el lavado de dinero, protección a grupos delincuenciales, omisiones y demás.
Fuera de los personajes inmersos en ese mundo (delincuentes comunes) pocos son los individuos procesados, aunque muchos los acusados, especialmente entre aquellos que mantienen cercanía al poder público. Tarde que temprano, esos individuos, que van desde políticos hasta empresarios o familiares de ellos, salen con caución o sin ella, aunque su imagen ya fue dañada, por la forma en que se maneja todo ese tipo de procesos penales.
Mucho se ha escrito sobre los casos de los ex gobernadores de Tamaulipas, sobre el origen de su fortuna, los supuestos nexos con la delincuencia organizada, con declaraciones de testigos protegidos y filtraciones por todos lados, sin que se ejecute acción alguna en contra de ellos. Eso sí, la presunción de los delitos atrajo reflectores sobre ellos y no son pocas las ocasiones en que los dos personajes (cada uno por su lado) han sido tachados hasta de prófugos de la justicia.
Sin embargo, ambos personajes (Yarrington y Hernández) siguen sumamente localizables, el uno fuera del país y el otro en un sitio paradisíaco.
Otro personaje político del que se presume su supuesta fuga es Humberto Moreira Valdez, ex gobernador de Coahuila y ex presidente nacional del PRI, al que se le señala por el enorme endeudamiento del estado que gobernó.
La acusación versa sobre un presunto beneficio obtenido por él y varios de sus colaboradores, lucrando con dinero público, por lo que se les investiga sobre el tema.
Es cierto que alguno de esos funcionarios menores, pero cercanos al afecto del gobernador, se enriquecieron durante su administración, aunque no está debidamente probado que por ello creció tanto la deuda pública del estado. Moreira Valdez que pintaba para una carrera ascendente se derrumbó estrepitosamente y pronto fue relevado del liderazgo priísta y de la posibilidad de contender por una candidatura al Senado de la República, donde se suponía que ya estaba anotado en las listas de su partido.
El relevo del dirigente priísta fue uno de los actos acordados antes de dar inicio a la campaña presidencial, para evitar que estos repercutieran en la selección que harían los ciudadanos en las urnas.
Humberto Moreira se regresó a Coahuila y prefirió mantenerse alejado de los reflectores. Se mantuvo, eso sí, en la capital del estado, mientras algunas versiones lo situaban en el extranjero, huyendo de la acción de la justicia.
El ascenso de su hermano al gobierno estatal provocó que el ex gobernador bajara su perfil y saliera a la luz pública eventualmente.
Pero Humberto Moreira no se encuentra prófugo, ni oculto para las autoridades, se dedica a sus negocios y a cultivar las amistades que le quedan, aquellas que no se dejaron impresionar con las filtraciones y versiones que sobre él se divulgan.
Apenas el fin de semana pasado, el hermano de los dos hermanos que han gobernado Coahuila bautizó a su enésimo vástago. Lo hizo en forma pública y con la asistencia de algunos políticos.
Distó mucho esa ceremonia de la de su quinto Informe de Gobierno, que significó su lanzamiento a las grandes ligas políticas, cuando se congregó el mayor número de personajes de las clases políticas y empresariales de toda su administración, comparable solamente a los informes en el Estado de México, bajo el gobierno de Enrique Peña Nieto. Eso sí, en el evento de la semana pasada, cuatro gobernadores mostraron que son fieles a la amistad con el ex gobernador y acudieron al evento de marras.
Miguel Alonso, Zacatecas; Carlos Lozano, Aguascalientes; Roberto Sandoval, Nayarit y Mario Moreno, Colima, hicieron acto de presencia y se solidarizaron con el amigo en desgracia política. Por supuesto que no son los gobernadores priístas más representativos, pero cuando menos son los que mostraron mayor lealtad hacia el amigo en aparente desgracia.
Y es que ahora resulta que el siempre inquieto Humberto Moreira – dedicado a la producción de mermeladas – busca una nueva oportunidad como candidato a la alcaldía de Saltillo, posición desde la que se catapultó al gobierno estatal.
HUEVOS AL ALZA
Suena raro que la Secretaría de Economía hubiese detectado el alza del precio de los huevos de gallina, hasta dos meses después de haberse producido el disparo de los precios.
Desde junio en que se produjo el brote de virus de influenza aviar H7N3, cerca de diez millones de animales han sido sacrificados, con la consecuente alza del producto.
De 14 ó 15 pesos el kilo subió hasta más de 30, sin que las autoridades lo detectaran Ahora resulta que la siempre avispada Secretaría de Economía ya se dio cuenta y procederá a la importación masiva de huevo y a vigilar que no haya sobreprecio, bonita cosa.
Tal vez, las autoridades de esa dependencia se encuentran más preocupadas por buscar colocarse en el nuevo sexenio que se avecina, antes que cumplir con su deber.