Logros de la línea 12 del Metro
¬ José Antonio López Sosa miércoles 31, Oct 2012Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
La inauguración de la línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo -Metro- en la ciudad de México, logró lo que prácticamente no se verá más; en primer lugar, reunir a la élite política y empresarial de este país en una estación y un vagón del Metro, medio de transporte que de acuerdo a la forma de pensar de muchos mexicanos representa un bajo estatus, es decir, en México no vemos al Metro necesariamente como un sistema de transporte, sino como sinónimo de ser pobre y no tener automóvil.
Es muy difícil que gran parte de la clase media de nuestra ciudad se baje del automóvil tome el Metro, eso sí, cuando esta gente viaja al extranjero goza de los recorridos en el Metro, pero en México, procura evitar siquiera acercarse a una estación.
Ahora bien, la clase política y los altos empresarios, evidentemente conocen el Metro en fotografía, o bien, como recuerdo de algún momento en sus años mozos donde lo abordaron, en esta ciudad el automóvil es estatus.
Por otro lado, además de reunir a toda esta influyente gente en torno a un vagón del Metro, la inauguración de la línea 12 puso frente a frente al presidente Felipe Calderón y al jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard. Al inicio del sexenio, Ebrard rompió toda comunicación con Calderón en protesta por la dudosa elección que le llevó a Los Pinos, pasado el tiempo, la congruencia se le agotó a Ebrard y decidió cambiar su perspectiva, ahora compartieron el micrófono y la ceremonia.
Es problema de Ebrard si le habla o no a Calderón, sin embargo, como ciudadano, creo que merecemos congruencia de nuestros gobernantes; si Marcelo Ebrard decidió no tener relación alguna con el presidente en turno hace casi 6 años (y ello nos costó mucho como capitalinos porque esta ciudad se administra entre el gobierno local y el federal) y tuvimos que atenernos a ello, qué cómodo resulta que en el último mes de gestión la relación sea buena y hasta propositiva, ¿ya para qué?, ambos se van, la ciudadanía fue como siempre, carne de cañón, formamos parte involuntaria del berrinche de Ebrard y después de padecer las consecuencias, ahora somos testigos de su diplomacia hacia el Presidente, ¡qué cosa!
Es muy raro que un presidente constitucional haga algún recorrido o inauguración en la ciudad de México, a pesar que casi todas las noches duerme en el Distrito Federal, el Presidente tiene la vista en otros rincones del país, todos menos la capital. Con la inauguración de la línea 12 esto cambia, ¡claro!, a un mes que el Ejecutivo tome sus maletas y se vaya de Los Pinos (y seguramente del país).
Así funciona la política en nuestro país, más de 8 millones de ciudadanos del Distrito Federal pagamos las consecuencias de la espalda que dio Ebrard a Calderón para luego ver, en la recta final, una sentida bola de discursos donde uno vanagloria al otro.
lopez.sosa@mexico.com
@joseantonio1977
www.formulaconfidencial.com.mx