Mancera entrega la presea Ignacio Manuel Altamirano
* Especiales, Cd. de México lunes 12, Nov 2012- Los galardonados son Mariano Azuela Güitrón, Sergio García Ramírez, y de manera post mortem, Jorge Carpizo McGregor
En sesión pública solemne, el pleno de magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) otorgó la presea Ignacio Manuel Altamirano a los juristas Mariano Azuela Güitrón, Sergio García Ramírez, y de manera post mortem, a Jorge Carpizo MacGregor.
En una ceremonia en la que se reivindicó la labor del juzgador y la necesidad de no descuidar el avance de los derechos humanos, el presidente del TSJDF, Edgar Elías Azar, destacó la trayectoria de los galardonados, al considerar que su pensamiento y obra son guía en la función de impartir justicia.
En el acto estuvo presente el jefe de gobierno del Distrito Federal electo, Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien recordó su relación con los tres juristas, a los que consideró fuente de estudio fundamental de las leyes y de lo que éstas entrañan.
El magistrado Elías Azar, al referirse a Azuela Güitrón, destacó que fungió como ministro en horas trascendentales en las que se impulsó el cambio mexicano hacia una justicia constitucional digna y eficiente, además de moderna y adecuada a las mejores tradiciones jurídicas mexicanas.
“Es un juzgador en toda la extensión de la palabra. Yo podría decir que para eso nació, y que fue formado con esmero; cumplió por todo lo alto, honrando la labor jurisdiccional que con él compartimos”.
De García Ramírez, aseveró que se trata de un personaje al que se le debe un avance espectacular en las ciencias jurídicas nacionales, específicamente en el área penal, así como una de las mejores formas de hacer política, apegada a signos de honestidad, caballerosidad, lealtad y una enorme capacidad de liderazgo.
“Su permanente defensa de los derechos humanos lo llevó a representar a nuestro país en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la que ocupó el cargo de juez, y posteriormente presidente, lo que definitivamente ha impulsado de manera importantísima la defensa de los derechos humanos en nuestro país”, añadió.
Al hablar de Carpizo MacGregor, resaltó su obra acerca del constitucionalismo mexicano, su producción intelectual precisa y su labor como investigador y maestro de “legiones de juristas”.
“Hoy destacamos su presencia como rector de nuestra Universidad Nacional Autónoma de México, desde donde nos condujo a nuevas visiones de la educación superior y sitial a don- de llegó por méritos propios, pues fue la UNAM su permanente hogar e institución a la que entregó su vida y lo mejor de él mismo”, expresó.
En su discurso, Azuela Güitrón dijo que toca a los jueces velar porque las resoluciones se dicten oportunamente, pero no con el automatismo de una computadora, sino con la sensibilidad experimentada con la práctica cotidiana de impartir justicia, desentrañando la verdad material y velando por el respeto a los derechos fundamentales, sin tecnicismos deshumanizantes.
A su vez, García Ramírez alertó sobre la necesidad de cuidar el avance de los derechos humanos, pues advirtió que éstos son una obra inconclusa que siempre peligra. Advirtió que en esta labor no debe haber momento de repo- so ni ausencia ni complacencia, porque ello podría echar a andar hacia atrás las manecillas de la historia.
Enrique Carpizo recibió la presea Ignacio Manuel Altamirano, quien agradeció la distinción a su tío, Jorge Carpizo MacGregor.