Peña Nieto presenta reforma para recuperar la rectoría en educación
* Especiales, Nacional martes 11, Dic 2012- Con esta medida dejará a la dirección del SNTE fuera de la conducción política en la materia
Roberto Vizcaíno
Apoyado por los dirigentes del PRI, PAN y PRD y dentro de las acciones del Pacto por México, el presidente Enrique Peña Nieto entregó ayer a los diputados una reforma educativa que modificará el artículo tercero de la Constitución, para así garantizar que la dirigencia del SNTE quede fuera de la conducción de la política educativa a través de crear el Instituto Nacional de Evaluación para la Educación, que con autonomía constitucional decidirá las promociones, ascensos y reconocimientos para los maestros, de acuerdo a su desempeño profesional y no con base a compadrazgos y las afiliaciones gremiales.
La reforma, que crearía un Instituto Nacional de Evaluación para la Educación con autonomía constitucional, tendría los siguientes alcances, dijo a su vez el nuevo secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet:
“La reforma establecerá la obligación de la evaluación que por ello no será potestativa y que producirá consecuencias jurídicas…
“Establecerá la no sujeción de la evaluación a caprichos o intereses particulares…
“Definirá la imposibilidad de pactar o diferir la evaluación, y…
“Establecerá el ajuste obligatorio de la evaluación a los criterios que fije un órgano autónomo confiable, propuesto por el Ejecutivo (federal) y aprobado por el Senado. Profesionalización y evaluación requieren de información homogénea confiable que se actualice permanentemente y que, lamentablemente (hoy) no existe en el país”, precisó.
Al presentar esta iniciativa ante los dirigentes de los partidos, el gabinete en pleno, intelectuales, representantes de organizaciones no gubernamentales y especialistas en educación, el presidente Peña Nieto no sólo se dijo comprometido con esta reforma, sino que advirtió que tanto él como los presidentes del PRI, PAN y PRD coinciden que la base para transformar a México es la educación.
“La educación es un derecho fundamental… brindar una educación de calidad para todos, es una responsabilidad del Estado… el mundo global, altamente competitivo y exigente demanda elevar sustancialmente la cobertura y calidad de la educación de nuestros niños y jóvenes…
“Mejorar la educación requiere evaluarla objetiva e integralmente… medir, analizar e identificar las fortalezas y debilidades del sistema para tomar decisiones inteligentes…
“Una evaluación justa, técnicamente elaborada ayudará a impulsar el desempeño de los maestros y a dignificar la profesión docente. Es necesario modificar el sistema educativo, establecer reglas claras en la contratación de maestros y para su promoción a cargos de dirección y de supervisión. Es necesario alentar y reconocer el buen desempeño laboral, haciendo que el mérito individual del maestro y los avances de sus alumnos sean la base para promover sus ascensos.
“Enfrentar estos desafíos requiere de promover reformas legales, reasignación de presupuestos e inversiones en infraestructura…
“La complejidad, profundidad y alcance de esta reforma requieren del respaldo del Poder Legislativo, de las diversas fuerzas políticas y de manera muy señalada de toda la sociedad mexicana. Valoro por ello la disposición y la seriedad de los presidentes de los partidos políticos que participan en el Pacto por México.
“Con base en mis atribuciones presentaré la iniciativa para reformar el artículo III constitucional a la Cámara de Diputados… el Congreso de la Unión la discutirá y enriquecerá. Lo haré con el respaldo de los dirigentes de los partidos políticos en una muestra de que el diálogo y el consenso son medios eficaces para transformar a México. Los he invitado a suscribirla como testigos de honor ya que han sido parte fundamental del pacto.
“Esta reforma constitucional reafirma la rectoría del Estado mexicano sobre la política educativa nacional. Parte esencial de esta iniciativa es la creación del servicio profesional docente que reconocerá la formación y logros de los maestros. Sus derechos estarán a salvo, ya que su ingreso, permanencia y promoción no estarán sujetos a criterios discrecionales. Los buenos maestros tendrán la oportunidad de ascender con base en sus méritos profesionales. Es momento de abrir camino a los grandes educadores del país.
“Para medir el desempeño e identificar sus áreas de mejora, la reforma contempla elevar a rango constitucional al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y dotarlo de autonomía.
“El cambio constitucional que se propone, también, fomenta la autonomía de gestión de las escuelas y promueve el crecimiento del Programa Escuelas de Tiempo Completo.
“Con esta reforma los padres de familia también se benefician, tendrán certidumbre sobre la calidad de la educación que reciben sus hijos y el respaldo del Estado para cuidar su alimentación, ya que habrá de prohibir la venta de alimentos que no favorezcan la salud de los alumnos.
“Una vez aprobada por el Congreso presentaremos inmediatamente la iniciativa para adecuar la Ley General de Educación
“De ahí surgirá una educación de calidad para todos… una educación que promueva la inclusión, la tolerancia y, sobre todo, la paz. Una educación de calidad que fomente la innovación, la competitividad y la productividad de cada mexicano. Una educación que iguale oportunidades y consolide nuestra vida democrática.
“Pero, sobre todo, queremos escuelas que formen individuos libres, responsables y comprometidos; ciudadanos de México y del mundo, solidarios con sus comunidades”.
LA SEP, SIN CONTROL
En su oportunidad, el nuevo secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, reconoció que ni la SEP ni ninguna otra dependencia del gobierno sabe con exactitud ni cuántas escuelas existen en el país ni cuántos maestros hay, ni siquiera cuántos alumnos acuden al sistema de educación pública.
Explicó que esto ocurre porque un edificio puede ubicar a una escuela diurna con un nombre, otra por la tarde y una más por la noche.
Los maestros por su parte tienen varias plazas y los alumnos muchas de las veces acuden a diversas carreras o clases.
Por ello, la iniciativa de reforma plantea que el INEGI realice de inmediato un censo de escuelas, maestros y alumnos bajo un riguroso método técnico, a fin de saber cuántos hay de cada uno en México.
Indicó que saber esto de entrada no es cosa menor, porque México tiene el segundo gasto más alto en educación en el mundo, apenas por debajo de Nueva Zelanda.
“La Secretaría de Educación Pública, hay que decirlo claramente, es un archipiélago. Hay que revisarla críticamente, para que vuelva a ser la dependencia del Ejecutivo federal que ejerza la rectoría del Estado en la materia, que diagnostique los problemas, establezca las metas y los objetivos, elija la pertinencia de las estrategias y dé seguimiento puntual a las evaluaciones, y ayude así, a hacer renacer un sentimiento social como el que caracterizó al gran periodo de la emoción colectiva en México, desde 1920.
“El imperativo de la calidad educativa condiciona toda la reforma. Por eso, la iniciativa que hoy se presenta propone, en el artículo tercero constitucional, un sistema profesional de docentes. La discrecionalidad ha dejado muchas veces de lado a miles de maestros con preparación y capacidad necesarias para acceder a los cargos de dirección y supervisión. Por eso, la iniciativa propone declarar nulos los ingresos y promociones que no se realicen conforme a la ley”, señaló.
La reforma, dijo, respetará íntegramente los derechos individuales y colectivos del magisterio.
“Pero con la ley en la mano, vigilará que cada agente educativo cumpla estrictamente con lo que le reserva específicamente la norma”.
La iniciativa contempla otorgar autonomía de gestión a las escuelas, para que cada una decida que mejoras de infraestructura o compra de materiales educativos debe realizar.
“Decisiones para resolver los problemas básicos de operación y para propiciar, bajo el liderazgo de cada director, la participación de alumnos, maestros y padres de familia para enfrentar los retos que cada escuela tiene”.
Otro de los grandes cambios será el de crear hasta 40 mil escuelas de tiempo completo durante el sexenio, escuelas con jornadas de seis a ocho horas diarias con reparto de alimentos obtenidos a partir de microempresas locales con la prohibición constitucional de distribuir y consumir aquellos que no cumplan con las normas oficiales de salud.